ASAJA-Jaén pide a la Junta de Andalucía que autorice urgentemente batidas de ciervos para controlar la superpoblación de estos animales. Agricultores de las sierras de Segura, Cazorla y Las Villas informan cada día a la organización de los “estragos” que estos animales causan en sus cultivos. Los ciervos se comen las plantas nuevas y la aceituna que ahora madura en el árbol. Los jabalíes, por su parte, rompen las gomas de riego cuando buscan agua. Los daños que causan estos ataques a los cultivos son “incalculables”. De hecho, ASAJA-Jaén organiza por los pueblos afectados reuniones informativas para empezar a valorar la cuantía de estos perjuicios, según informa en un comunicado.

 

Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Jaén, considera que lo que se está haciendo al limitar la caza de ciervos es “jugar con el pan de muchísimas familias agricultoras de la sierra”. “Se les va a dejar sin sustento, como no se intervenga rápidamente y se autoricen éstas batidas”, apunta. El gerente y portavoz recuerda que las batidas son una práctica tradicional ante situaciones de superpoblación de ciervos como la que tenemos ahora y que no perjudican, sino todo lo contrario, a las poblaciones de animales.  Para Valero, lo único que se persigue con esta medida es solucionar un problema de forma respetuosa con el medio ambiente, como se ha hecho siempre. “Las batidas siempre se practican de una forma controlada por parte de las asociaciones de cazadores, como se hizo, por ejemplo, cuando se declaró la emergencia cinegética por conejos”, añade. Recuerda que ya tenemos experiencias anteriores con éxito y exige a la Junta de Andalucía que haga memoria y las vuelva a autorizar, porque “sólo de esta Administración depende acabar con lo que se ha convertido en un gran problema hasta en zonas en las que tradicionalmente no había apenas ciervos”.

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