La demarcación del Guadalquivir de la Comunidad de Regantes de Andalucía (CREA ) se ha constituido hoy aglutinando más de 30.000 hectáreas de riego de la provincia de Jaén, de forma inicial. La asamblea constituyente de la organización, que aglutina ya a más de un tercio de las tierras de riego de la provincia de Jaén, ha tenido lugar hoy en la Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de los Remedios de Jimena (Jaén).

La organización está presidida por Eduardo Díaz, presidente de la Comunidad de Regantes, Maria Magdalena de la zona de Mengíbar, y que tiene unas 6.000 hectáreas de riego. El acto de constitución ha estado presidido por el responsable regional de la organización, Eduardo López, y ha comenzado con la presentación del proyecto y la designación de una junta de gobierno.

Entre los miembros de la nueva organización hay comunidades de regantes tan importantes como las de Pajarejos, Torre del Alamo-Brujuelo, o la de Pozo Alcón, Hinojares y Cuevas del Campo.

Durante el acto se han denunciado hechos como “la discriminación que sufre la provincia de Jaén en los riegos, al tener que pagar los regantes el 50 % del canon mientras en otras provincias no pagan nada a pesar de regar más. O el hecho de que en Jaén no se pueda regar mientras el agua de la provincia se está llevando a los arroceros de la parte baja de Sevilla”, asegura un comunicado.

Asimismo, se ha expuesto la hoja de ruta de la asociación para la defensa del regadío jiennense. Entre los objetivos se encuentra la defensa de los derechos e intereses comunes de los asociados, formulando alegaciones, reclamaciones y recursos administrativos o jurisdiccionales procedentes.

Otro de los objetivos es la interlocución con la Administración pública a nivel estatal, autonómico y local, en especial con la Confederación Hidrografía del Guadalquivir. La representación y participación activa en las asambleas y órganos competentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Luchar por un derecho que es de justicia como es el canon volumétrico; la defensa del modelo de regadío de Jaén, exigir una dotación para el olivar, en la que se fomente el uso sostenible del agua, y que no se discrimine el olivar tradicional frente al olivar superintensivo, según señalan.

Poner en valor el impacto económico y la generación de empleo que produce cada metro cúbico de agua, en modelos y cultivos como el del olivar de Jaén; manifestar el desacuerdo con la superficie cultivada de arroz en la cuenca, la cual provoca un desequilibro hídrico que afecta a todos los regantes. Y abordar y buscar soluciones a la problemática que tiene el regadío con los costes energéticos actuales.

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