Los accionistas de Deoleo, reunidos este lunes en Junta General Ordinaria con un quórum de asistencia del 71,98%, han aprobado la reducción de capital propuesta por el Consejo de Administración para equilibrar el balance de la compañía, así como las cuentas correspondientes al ejercicio 2018 y los demás puntos del orden del día. La reducción de 137,7 millones de euros deja el valor nominal de la acción en 0,2 céntimos de euro, un importe más adecuado a la situación actual del grupo. Con ello, Deoleo sale de la causa de disolución en la que había incurrido debido a las pérdidas acumuladas en los últimos ejercicios, según expone la compañía en un comunicado.

En 2018 se registró un deterioro de activos de 240 millones de euros por la evolución negativa del negocio en algunos mercados clave, como Estados Unidos e Italia, a causa fundamentalmente de la fuerte presión en precios por parte de algunos competidores. Frente a esta situación, Deoleo ha optado por mantener su estrategia basada en la calidad y el valor, que ya está empezando a dar sus frutos en España, donde se están recuperando las cuotas de mercado y Deoleo se consolida como empresa marquista líder, añade.

El presidente y consejero delegado, Ignacio Silva, ha señalado que “la clave del éxito futuro pasa por nuestras marcas y por invertir en ellas. La compañía requiere una gestión muy afinada de las inversiones, con un ajuste de eficiencia que permita mantener el valor de las marcas y, sobre todo, su presencia en la mente del consumidor”. En este sentido, la compañía ya ha puesto en marcha un nuevo plan de negocio a cinco años que contempla un incremento del 15% en la inversión anual en publicidad y marketing para apoyar las marcas.

Como resultado de este nuevo plan estratégico, Deoleo prevé un incremento del EBITDA del 29% anual hasta llegar a los 55,3 millones de euros en 2023, o lo que es lo mismo, multiplicar por 3,5 veces el EBITDA de 2018. “El plan de acción reflejará la estrategia de valor a largo plazo basada en la diferenciación por la calidad, que incluye acuerdos-marco de suministro estable y de largo plazo con agricultores y almazaras, lo que debe repercutir en mayores beneficios en el primer eslabón de la cadena, los agricultores, y en el último, los consumidores. Todo ello a través de un producto mejor que a su precio justo cumpla las expectativas generadas”, ha explicado Ignacio Silva.

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