GEA presenta sus equipos para la extracción de aceite de oliva en la feria Agroexpo 2020

GEA ha presentado sus equipos industriales de extracción de aceite de oliva en la Feria Internacional Agroexpo celebrada en Don Benito (Badajoz). La multinacional alemana ha contado con un estand en el que expone equipos de centrifugación para almazaras, por el que han pasado responsables de almazaras de Extremadura, Portugal y la zona Oeste de Castilla la Mancha.

La firma ha presentado durante la feria sus últimos avances tecnológicos en sistemas y control de batido de las líneas de extracción de aceite de oliva, así como centrífugas con distintas capacidades, adaptadas a todo tipo de clientes. Equipos de tecnología alemana de última generación y gran fiabilidad que ayudan a mejorar la eficiencia de las almazaras y elevar la calidad de los aceites de oliva obtenidos. Además, los representantes de GEA han dado a conocer a los profesionales las soluciones de automatización de plantas de extracción de aceite de oliva que está desarrollando la firma.

Agroexpo es una de las ferias más importantes del sector agrícola en España, ya que esta edición suma una superficie expositiva de 28.000 metros cuadrados y espera superar los 35.000 visitantes profesionales. El estand de GEA ha registrado una gran afluencia de público durante los primeros días de la feria, ya que la empresa cuenta con numerosos clientes en la zona de Extremadura y el Sur de Portugal. Rafael Cárdenas, responsable del Centro de Excelencia de Aceite de Oliva de GEA, pone de relieve su satisfacción por la participación en esta feria, “en la que hemos podido mantener numerosos contactos con empresas de zonas en las que ya contamos con clientes importantes y donde el cultivo del olivar se está expandiendo en los últimos años”.

Manuel Parras considera que hay que continuar insistiendo en la concentración de la oferta, la apuesta por la calidad, por el envasado y por la buena gestión en el sector oleícola

El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Jaén, Manuel Parras Rosa, considera que hay que continuar insistiendo en concentrar la oferta, en apostar por la calidad, por la venta de aceite envasado y por la buena gestión, ante los bajos precios en origen del aceite de oliva en el mercado, por el que protestó el sector olivarero este pasado jueves. También por exigir a las administraciones competentes mayor compromiso con el sector y, sobre todo, con las normas que tratan de equilibrar la cadena de valor y la regulación de la oferta. “Combinar autocrítica con demandas a las administraciones es un ejercicio necesario y responsable”, indica.

Manuel Parras, califica estas protestas como “necesarias” para llamar la atención de las administraciones y de la sociedad sobre la situación del sector. “Hay que ser consciente de que la situación de bajos precios no se va a arreglar inmediatamente, entre otras cosas, porque hay una sobreoferta. En consecuencia, la clave es diseñar estrategias de aumento de la demanda, sobre todo, y paradójicamente, en los países productores, incluido España. El olivarero no entiende que haga un importante esfuerzo en el campo y, sin embargo, el olivar tradicional sea ruinoso y no facilite el relevo generacional”, explica. Ante esta situación, asegura que “no se trata de buscar culpables, sino de hacer un diagnóstico certero de las circunstancias que han llevado al sector a esta situación para atajarlas y corregirlas, a la vez que hay que ser autocríticos”.

En su opinión, un cúmulo de circunstancias ha propiciado en la actualidad estos bajos precios. En primer lugar, considera que existe una sobreoferta sobre la demanda, ya que la demanda mundial lleva años estancada en tres millones de toneladas, produciéndose incluso una tendencia a la baja, “que no se explica porque los denominados países emergentes no aumenten la demanda, sino que el problema lo tenemos en los países productores”. En este sentido, Manuel Parras señala que España, Italia y Grecia, principales productores, han dejado de consumir en la última década 500.000 toneladas de aceites de oliva. “A veces ponemos demasiada atención en los países emergentes y nos olvidamos de los países productores, en los que debemos hacer mucho hincapié en temas de comunicación de las bondades de los AOVEs, no solo para nuestra salud, sino para la salud del planeta, para la biodiversidad, para la mitigación del cambio climático, etc., ocupándonos, además, de los jóvenes, y aquí el Consejo Oleícola Internacional, la Interprofesional del Aceite y otras instituciones de este tipo tiene que incidir en ello”.

En segundo lugar, hay que prestar atención al comportamiento del oferente y el demandante, en referencia a la concentración del sector de la distribución y al desequilibrio en la cadena de valor, “donde la administración sí que tiene un papel determinante como garante del cumplimiento de la ley”. Además, considera que se han dado otras circunstancias negativas en este momento, porque los precios bajos se han dado en otras campañas, aunque con unos costes menos elevados. Ahora, todo ha coincidido de forma negativa: los bajos precios, unos stocks importantes en las almazaras, los aranceles de Estados Unidos y un almacenamiento privado “que hasta la tercera licitación había sido decepcionante” o las consecuencias que tendrá el Brexit “que va a significar 13.000 millones menos de la PAC”.

Por ello, el catedrático de la Universidad de Jaén indica que hay que continuar insistiendo en la concentración de la oferta, la apuesta por la calidad, por el envasado y por la buena gestión en el sector oleícola. “No es cierto que la calidad no se pague. De hecho, mientras que ha decrecido el consumo de los aceites, en general, y de los de oliva, en particular, en el mercado español se ha incrementado el de Virgen Extra. Es probable que el intermediario no pague la calidad, pero el consumidor final sí. Prestemos atención a la demanda. Fabriquemos clientes y tendremos la oferta colocada en el mercado”, recalcó.

Planas anuncia para el próximo lunes la primera reunión de la mesa de diálogo agrario

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha anunciado hoy la creación de la mesa de diálogo agrario entre el Gobierno y las organizaciones profesionales agrarias (ASAJA, COAG y UPA) para estudiar las medidas que son necesarias llevar a cabo para asegurar el futuro de la agricultura y ganadería españolas.

Esta mesa de diálogo agrario muestra el espíritu y la voluntad de diálogo del Gobierno de España para trabajar junto al sector en la búsqueda de soluciones a los temas que más preocupan a agricultores y ganaderos, como han dejado patente estos días en diversas manifestaciones. En el ADN del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está el diálogo y el trabajo conjunto, ha señalado el ministro.

Es preciso trabajar todos juntos, unidos, apostando por el diálogo para encontrar la mejor solución, según el ministro, y por eso ha convocado el próximo lunes, día 3, la primera reunión de la mesa de diálogo agrario en la que se fijará el método de trabajo, el calendario de los encuentros, así como los temas a abordar.