Las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA han reivindicado en Bruselas ante las puertas del parlamento europeo una Política Agraria Comunitaria (PAC) fuerte y con futuro en el próximo Marco Financiero Plurianual 2028-2034 con un presupuesto garantizado por cuanto temen, a falta de conocer la letra pequeña de la propuesta de la Comisión Europea, recorte de fondos que consideran inaceptable, por lo que entienden que el Parlamento y los estados miembros deben decir no a la misma.
ASAJA asegura en un comunicado que la Comisión Europea presentará una propuesta de Marco Financiero Plurianual (MFP) y con ella «la disolución de la Política Agraria Común (PAC) tal y como la conocemos. En lugar de una política común, con presupuesto propio y en la que el Parlamento Europeo tiene voz, la Comisión propone integrarla en un fondo único multisectorial, gestionado bilateralmente entre Bruselas y los Estados».
Von der Leyen, “quiere enterrar la PAC, una decisión política sin precedentes que pone en peligro la soberanía alimentaria de Europa y rompe el vínculo entre el campo y los ciudadanos. Los agricultores y ganaderos no somos el problema, sino la solución».
Por ello, ASAJA se ha manifestado hoy en Bruselas, frente al Parlamento Europeo, junto a miles de agricultores y representantes de toda Europa, en una movilización organizada por COPA- COGECA y FWA.
“La presidenta Von der Leyen ha decidido dejar al campo fuera del proyecto europeo. Convertir la PAC en un apéndice presupuestario es desarmar a la UE en uno de sus pilares: el de alimentarse a sí misma”, ha declarado Pedro Barato, presidente nacional de ASAJA y vicepresidente del COPA.
Para el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero, «parece increíble que la UE haga estos planteamientos: Su intención es rebajar el presupuesto de la Política Agraria Común, inclusive cargarse el sistema actual de la PAC, mientras que por otra parte nos citan a través del COPA-Cogeca a mantener un debate sobre los stocks estratégicos que hay que mantener de alimentación en Europa para un caso de conflicto. La guerra de Ucrania ha puesto de relieve que la estrategia alimentaria es un arma muy importante de defensa, el mantener o garantizar el autoabastecimiento a tu población, y encima Trump para rematar Europa con los aranceles enfrente, y resulta que el Parlamento Europeo no se entera de que la importancia de la agricultura es estratégica, y para tener garantizada la alimentación lo que hay que garantizar es la producción de alimentos. Si esa producción no está apoyada por el Parlamento Europeo, apaga y vámonos. Es un despropósito absoluto, craso error que están cometiendo los políticos en la UE”.
Sin presupuesto no hay seguridad
«Desde ASAJA suscribimos plenamente las dos grandes líneas de denuncia de COPA – COGECA: Por un lado, el recorte presupuestario es inaceptable. En un momento de inestabilidad geopolítica, presión arancelaria y creciente inseguridad alimentaria, la Comisión no puede recortar el presupuesto agrario. La PAC no es una ayuda al agricultor y al ganadero, es una garantía para el consumidor: alimentos seguros, sostenibles y asequibles. Y, por otra parte, la nueva estructura liquida la cohesión. Integrar la PAC en un fondo común rompe la unidad del modelo europeo y del mercado común. Ya no habrá política común, ni Parlamento como colegislador. Los agricultores pierden voz. El Parlamento Europeo pierde legitimidad. Y los ciudadanos, control democrático».
ASAJA denuncia que la Comisión ha tomado esta decisión sin escuchar al sector. «Von der Leyen repite así un patrón de gestión marcado por la unilateralidad y la desconexión con el territorio. Esta reforma, cocinada entre despachos, ignora décadas de trabajo conjunto entre agricultores, eurodiputados y Estados miembros.
«Esta no es solo una crisis agraria. Es una crisis que afectará a todos los consumidoresm con subida de precios; inflación alimentaria; pérdida de acceso a productos frescos, locales y de calidad
“La PAC es la herramienta que garantiza que los alimentos sigan siendo sanos, seguros y asequibles”, advierte el presidente de ASAJA, Pedro Barato. Porque la seguridad alimentaria no se defiende solo con tratados, se defiende con agricultura viva y profesional.
Por otra parte, una delegación de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se ha desplazado a Bruselas para participar en la marcha simbólica en defensa de un presupuesto europeo sólido para la futura Política Agraria Común (PAC). Esta acción de protesta, a las que estaban convocados agricultores y ganaderos de toda la UE, pretende lanzar un mensaje claro y rotundo a las instituciones europeas: sin una PAC fuerte, común y bien financiada, no hay seguridad alimentaria en Europa.
La UPA, por su parte, reclama una PAC con presupuesto adecuado y reparto justo en el próximo marco minanciero plurianual y de los reglamentos de la Política Agraria Común para el próximo sexenio 2028-2034. Y en ningún modo muestra su acuerdo con el recorte de fondos de la propuesta de 386.000 a 300.000 millones de euros.
UPA reclama un presupuesto suficiente para los retos que tendrán que afrontar los agricultores y ganaderos en los próximos años, como la situación geopolítica, dificultades comerciales o la crisis climática. La PAC ha ido perdiendo presupuesto en cada una de las sucesivas reformas que se han producido en las últimas décadas. “Ya es hora de que se incremente el presupuesto de la PAC, ajustándolo además a la inflación”, aseguran desde UPA.
La organización demanda que la próxima PAC no se disgregue en sobres nacionales, lo que a su juicio “difuminaría la estrategia común europea” y traería “más desigualdad”. UPA aboga por un reparto más justo y más social de los apoyos, para que la PAC no sea «una fuente de desigualdad, como lo ha venido siendo hasta ahora». La organización agraria apuesta por medidas como los techos máximos de ayudas, el pago redistributivo, las ayudas asociadas a más sectores en crisis o unos ecorregímenes que tienen que ser eficaces y flexibles.
Los agricultores reclaman que las nuevas prioridades de la Unión en materia de defensa o reto migratorio no resten “ni un ápice de importancia ni un euro de presupuesto” a la PAC. Por eso defiende «un reparto diferente, más justo y más social, y enfocado a las explotaciones familiares, que somos las que tenemos más dificultades».