Las organizaciones agrarias reivindican en Bruselas una PAC fuerte y con futuro, con un presupuesto garantizado y sin recorte de fondos

Las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA han reivindicado en Bruselas ante las puertas del parlamento europeo una Política Agraria Comunitaria (PAC) fuerte y con futuro en el próximo Marco Financiero Plurianual 2028-2034 con un presupuesto garantizado por cuanto temen, a falta de conocer la letra pequeña de la propuesta de la Comisión Europea, recorte de fondos que consideran inaceptable, por lo que entienden que el Parlamento y los estados miembros deben decir no a la misma.

ASAJA asegura en un comunicado que la Comisión Europea presentará una propuesta de Marco Financiero Plurianual (MFP) y con ella «la disolución de la Política Agraria Común (PAC) tal y como la conocemos. En lugar de una política común, con presupuesto propio y en la que el Parlamento Europeo tiene voz, la Comisión propone integrarla en un fondo único multisectorial, gestionado bilateralmente entre Bruselas y los Estados».

Von der Leyen, “quiere enterrar la PAC, una decisión política sin precedentes que pone en peligro la soberanía alimentaria de Europa y rompe el vínculo entre el campo y los ciudadanos. Los agricultores y ganaderos no somos el problema, sino la solución».

Por ello, ASAJA se ha manifestado hoy en Bruselas, frente al Parlamento Europeo, junto a miles de agricultores y representantes de toda Europa, en una movilización organizada por COPA- COGECA y FWA.

“La presidenta Von der Leyen ha decidido dejar al campo fuera del proyecto europeo. Convertir la PAC en un apéndice presupuestario es desarmar a la UE en uno de sus pilares: el de alimentarse a sí misma”, ha declarado Pedro Barato, presidente nacional de ASAJA y vicepresidente del COPA.

Para el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero, «parece increíble que la UE haga estos planteamientos: Su intención es rebajar el presupuesto de la Política Agraria Común, inclusive cargarse el sistema actual de la PAC, mientras que por otra parte nos citan a través del COPA-Cogeca a mantener un debate sobre los stocks estratégicos que hay que mantener de alimentación en Europa para un caso de conflicto. La guerra de Ucrania ha puesto de relieve que la estrategia alimentaria es un arma muy importante de defensa, el mantener o garantizar el autoabastecimiento a tu población, y encima Trump para rematar Europa con los aranceles enfrente, y resulta que el Parlamento Europeo no se entera de que la importancia de la agricultura es estratégica, y para tener garantizada la alimentación lo que hay que garantizar es la producción de alimentos. Si esa producción no está apoyada por el Parlamento Europeo, apaga y vámonos. Es un despropósito absoluto, craso error que están cometiendo los políticos en la UE”.

Sin presupuesto no hay seguridad

«Desde ASAJA suscribimos plenamente las dos grandes líneas de denuncia de COPA – COGECA: Por un lado, el recorte presupuestario es inaceptable. En un momento de inestabilidad geopolítica, presión arancelaria y creciente inseguridad alimentaria, la Comisión no puede recortar el presupuesto agrario. La PAC no es una ayuda al agricultor y al ganadero, es una garantía para el consumidor: alimentos seguros, sostenibles y asequibles. Y, por otra parte, la nueva estructura liquida la cohesión. Integrar la PAC en un fondo común rompe la unidad del modelo europeo y del mercado común. Ya no habrá política común, ni Parlamento como colegislador. Los agricultores pierden voz. El Parlamento Europeo pierde legitimidad. Y los ciudadanos, control democrático».

ASAJA denuncia que la Comisión ha tomado esta decisión sin escuchar al sector. «Von der Leyen repite así un patrón de gestión marcado por la unilateralidad y la desconexión con el territorio. Esta reforma, cocinada entre despachos, ignora décadas de trabajo conjunto entre agricultores, eurodiputados y Estados miembros.

«Esta no es solo una crisis agraria. Es una crisis que afectará a todos los consumidoresm con subida de precios; inflación alimentaria; pérdida de acceso a productos frescos, locales y de calidad

“La PAC es la herramienta que garantiza que los alimentos sigan siendo sanos, seguros y asequibles”, advierte el presidente de ASAJA, Pedro Barato.  Porque la seguridad alimentaria no se defiende solo con tratados, se defiende con agricultura viva y profesional.

Por otra parte, una delegación de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se ha desplazado a Bruselas para participar en la marcha simbólica en defensa de un presupuesto europeo sólido para la futura Política Agraria Común (PAC). Esta acción de protesta, a las que estaban convocados agricultores y ganaderos de toda la UE, pretende lanzar un mensaje claro y rotundo a las instituciones europeas: sin una PAC fuerte, común y bien financiada, no hay seguridad alimentaria en Europa.

La UPA, por su parte, reclama una PAC con presupuesto adecuado y reparto justo en el próximo marco minanciero plurianual y de los reglamentos de la Política Agraria Común para el próximo sexenio 2028-2034. Y en ningún modo muestra su acuerdo con el recorte de fondos de la propuesta de 386.000 a 300.000 millones de euros.

UPA reclama un presupuesto suficiente para los retos que tendrán que afrontar los agricultores y ganaderos en los próximos años, como la situación geopolítica, dificultades comerciales o la crisis climática. La PAC ha ido perdiendo presupuesto en cada una de las sucesivas reformas que se han producido en las últimas décadas. “Ya es hora de que se incremente el presupuesto de la PAC, ajustándolo además a la inflación”, aseguran desde UPA.

La organización demanda que la próxima PAC no se disgregue en sobres nacionales, lo que a su juicio “difuminaría la estrategia común europea” y traería “más desigualdad”. UPA aboga por un reparto más justo y más social de los apoyos, para que la PAC no sea «una fuente de desigualdad, como lo ha venido siendo hasta ahora». La organización agraria apuesta por medidas como los techos máximos de ayudas, el pago redistributivo, las ayudas asociadas a más sectores en crisis o unos ecorregímenes que tienen que ser eficaces y flexibles.

Los agricultores reclaman que las nuevas prioridades de la Unión en materia de defensa o reto migratorio no resten “ni un ápice de importancia ni un euro de presupuesto” a la PAC. Por eso defiende «un reparto diferente, más justo y más social, y enfocado a las explotaciones familiares, que somos las que tenemos más dificultades».

Planas espera que la negociación entre la UE y Estados Unidos evite la imposición de aranceles injustos a las exportaciones agroalimentarias europeas

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado hoy el apoyo de España a la Comisión Europea en su negociación con Estados Unidos en la confianza de que se pueda alcanzar un acuerdo satisfactorio que evite la imposición de unos aranceles “injustos” a las exportaciones agroalimentarias europeos.

El ministro ha señalado que los aranceles del 30 % a los productos importados de la UE a partir del 1 de agosto anunciados por la administración estadounidense supondrían prácticamente vetar el acceso a ese mercado. “Esperamos que esa situación no se produzca, hay una negociación en marcha, apostamos por ella y apoyamos a la Comisión Europea para que se alcance un buen resultado”, ha reiterado.

España exporta actualmente a Estados Unidos productos agroalimentarios por valor de 3.200 millones de euros, principalmente aceite, vino, quesos y frutas y hortalizas tratadas, volumen que supone el 4,7 % del total de las exportaciones españolas de alimentos y bebidas. El ministro Planas ha reiterado la conveniencia de ampliar y diversificar mercados en otras zonas del mundo, y se ha referido en concreto a las propuestas que debe realizar la Comisión para ratificar el acuerdo firmado en diciembre pasado con Mercosur.

La cuestión arancelaria ha acaparado la atención del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea celebrado hoy en Bruselas junto a otro asunto crucial para el futuro del sector agroalimentario, el nuevo Marco Financiero Plurianual sobre el que, pasado mañana, día 16, realizará su propuesta la Comisión.

Luis Planas ha reiterado la posición de España y de otros 19 Estados miembros, reflejada en un escrito remitido por sus ministros de Agricultura hace seis semanas en el que reivindican una Política Agraria Común (PAC) suficientemente dotada económicamente, diferenciada de otras políticas, y que mantenga los dos pilares actuales, ayudas directas y medidas de desarrollo rural. El ministro ha señalado que hay al menos otros dos Estados no firmantes que también apoyan esta postura.

En el Consejo de Ministros se han revisado las cifras correspondientes al nuevo acuerdo de cooperación con Ucrania, que prevé la convergencia regulatoria en 2028. Luis Planas ha señalado que se han establecido clausulas de salvaguarda muy potentes para proteger a los productos de la UE más sensibles. Se trata de un acuerdo muy especial, ha recordado el ministro, porque además de su dimensión comercial tiene también una vertiente política muy importante de apoyo a Ucrania en la guerra contra su invasor, Rusia.

Se han abordado en el Consejo de Ministros otros asuntos como la estrategia europea de proteínas o las prioridades de la presidencia semestral danesa de turno.

AEMO y 9 diputaciones convocan el I Premio Oleoturismo España para reconocer las mejores experiencias turísticas delpaís vinculadas al olivar

La Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), en el marco del proyecto nacional Oleoturismo España, convoca el I Premio Oleoturismo España, con el objetivo de reconocer y visibilizar las iniciativas turísticas más destacadas del país vinculadas al olivar y al aceite de oliva virgen extra. Este galardón de ámbito nacional está cofinanciado por los fondos Next Generation de la Unión Europea y cuenta con la implicación activa de las diputaciones de Badajoz, Cáceres, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Sevilla y Tarragona. Todas ellas conforman, junto con AEMO, el núcleo impulsor del proyecto Oleoturismo España, que persigue profesionalizar y estructurar esta emergente modalidad turística basada en la cultura oleícola.

Lola Amo, presidenta de la AEMO, ha señalado que “este premio refuerza nuestra apuesta decidida por el oleoturismo como motor de desarrollo rural y puesta en valor del patrimonio del olivar”. El certamen contempla cuatro modalidades:
 Mejor Experiencia de Oleoturismo Integral
 Mejor Empresa Oleoturística
 Sostenibilidad en Oleoturismo
 Innovación Oleoturística

Los premios tendrán carácter honorífico y se entregarán en un acto público durante la celebración del Congreso Nacional de Oleoturismo, previsto para el mes de septiembre en la provincia de Sevilla. Podrán presentar su candidatura todos los agentes adheridos a la Red Oleoturismo España, incluyendo almazaras visitables, museos, oleotecas, alojamientos, restaurantes, centros de interpretación, agencias especializadas, iniciativas de bienestar y otras
entidades turísticas vinculadas al olivar. Las candidaturas deberán enviarse antes del 25 de julio de 2025, cumplimentando el formulario disponible en la web del proyecto, junto con una memoria descriptiva (máximo 2.000 palabras) y material gráfico o audiovisual. Toda la documentación debe remitirse a registro@prodetur.es

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía aboga por activar la retirada obligatoria de aceite de oliva cuando las disponibilidades excedan notablemente lo que el mercado puede absorber

Cuando quedan apenas tres meses para iniciar la próxima campaña oleícola 2025-2026 y ante la preocupación por lo que pueda suceder a partir del mes de octubre con la llegada de las nuevas producciones, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía entiende que es “absolutamente necesario” tener a punto el mecanismo de adecuación de la oferta y demanda en base al artículo 167 bis del Reglamento 1308/2013.

Se trata de un mecanismo de retirada obligatoria de aceite de oliva que se activa en situaciones de claro riesgo de desequilibrio del mercado, y que permite regular la oferta sin comprometer la viabilidad de las explotaciones olivareras, especialmente de las más vulnerables, como son las que se cultivan en secano y que ocupan más del 70% de la superficie.

Sin embargo, la letra pequeña de cómo se va a realizar esta retirada de aceite de oliva obligatoria todavía se desconoce, a igual que la cantidad que tiene que retirar cada operador o cuándo es necesario activar este mecanismo.

Ante estas incógnitas, el Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía entiende, y así lo ha traslado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación -a través de Cooperativas Agro-alimentarias de España- que se tiene que actuar sobre la cantidad sobrante de aceite que no puede absorber el mercado. Por tanto, el mecanismo de retirada obligatoria tiene que activarse cuando el valor de la disponibilidad de aceite de oliva (producción + stocks + importaciones) estimada para la campaña exceda notablemente a las salidas medias (mercado interior + exportaciones).

La federación considera que es imprescindible dotar al mecanismo de margen de maniobra necesario para garantizar, ante todo, la rentabilidad del sector productor. Para ello, es necesario que cada productor retire un porcentaje fijo en base a su producción oleícola y lo mantenga almacenado durante el resto de la campaña, hasta el 30 de septiembre de 2026. En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía solicita que todos los operadores actúen de manera corresponsable.

Los operadores estarán obligados a retirar la cantidad de aceite que le corresponda, almacenándolo en sus propios depósitos o en las instalaciones del Patrimonio Comunal Olivarero. El aceite inmovilizado podría ser propio o adquirido. Además, la categoría (lampante, virgen o virgen extra) sería determinada libremente por cada operador.

La COAG precisa que las almazaras apenas conservan en sus bodegas el 22% del aceite producido

Los últimos datos facilitados y confirmados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) ponen de manifiesto que las salidas de aceite al mercado en el mes de mayo (114.529,76 toneladas) continúan siendo muy buenas, y de seguir así el enlace de cosecha puede ser incluso menor al del año pasado, según subraya la COAG.

Las almazaras habían vendido a 30 de junio más del 78% de su producción y aún restan cuatro meses hasta que entre el nuevo aceite. A esto hay que sumarle que la vecería propia del cultivo del olivar, las altas temperaturas del mes de mayo que ha afectado a los olivares en flor de algunas zonas, y los ataques de plagas que no afectan a la calidad, pero sí a la producción, se están dejando ya notar en el campo. Por lo que la próxima cosecha de aceite parece que será menor a lo previsto, y aún resta el otoño, época en la que se decide al menos el 30% de una cosecha.

El secretario de Organización de la COAG en Jaén, Francisco Elvira, considera que los datos hechos públicos vienen “a confirmar, más si cabe, lo que venimos diciendo desde hace mucho tiempo: que no hay excedente de aceite, y que no tiene sentido que se produzcan caídas del precio en origen. Especialmente cuando el resto de países productores no cuentan con aceite suficiente».

Según los datos, aún provisionales, de la AICA consultados por COAG Jaén, a 30 de junio y desde que comenzó la campaña el 1 de octubre, habían salido al mercado desde las almazaras 1.102.8969 toneladas, un 78% de la producción total de la campaña. De las cuales, 114.530 toneladas lo hicieron en el mes de junio.

En cuanto a las existencias totales de aceite, es decir de productores, más distribuidores y Patrimonio Comunal Olivarero, a 30 de junio había 645.129 (118.181 toneladas de aceite menos que hace un mes), de las cuales 443.800 toneladas se encontraban en manos de los productores, 196.148 toneladas de los envasadores, y 5.180,51 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero.

UPA Jaén califica de surrealista que el aceite de oliva siga con unos precios ruinosos en origen a pesar de la elevada demanda y la baja producción

«Una situación surrealista e insostenible económicamente para los olivareros andaluces y de Jaén», asegura la UPA. Los datos hechos públicos por la AICA confirman que «el agricultor sigue perdiendo dinero cada mes en beneficio de otros intereses que nada tienen que ver con el olivar tradicional y la mayoría de los pequeños y medianos olivareros. Desde UPA insistimos en defender unos precios justos para todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, pero lo que no podemos permitir es que unos pocos se lleven el mayor beneficio a costa del sudor de los agricultores. Entendemos que estos bajos precios en origen son una situación forzada artificialmente para dejar en fuera de juego al olivar tradicional y que unos pocos se queden con el negocio. Se ha venido utilizando el argumento de la gran campaña que viene para bajar los precios y la realidad nos dice que la próxima cosecha será, como mucho, media, debido a distintos factores», alerta.

En lo que llevamos de campaña de comercialización, desde octubre de 2024 a junio de 2025, se han vendido 1.135.000 toneladas de aceite de oliva, a una media mensual de 126.000 toneladas, lo que representa ya el 80% del total producido, que ha sido de 1.414.382 toneladas. «Esa situación, con unos precios en origen ruinosos», es lo que lleva a UPA Jaén a preguntarse «dónde está la ley de la oferta y la demanda, sobre todo porque esa remuneración no se corresponde, en absoluto, con la elevada demanda y la baja producción de esta campaña, incluso con las previsiones de la próxima».

El secretario de Agricultura de UPA Jaén, José Gilabert, confirma que los datos de la AICA corroboran las sensaciones de la organización: “Los olivareros seguimos perdiendo dinero, mientras que la comercialización marcha con una velocidad de crucero que hace que, ahora mismo, hayamos vendido ya el 80% del aceite de oliva que hemos producido en España y que vayamos a superar los 1,5 millones de toneladas vendidas, más de lo que producimos esta campaña. Esto hace que vayamos a llegar al enlace más corto entre campañas de los últimos años. Y, sin embargo, con una comercialización en junio de otras 135.000 toneladas, incluidas las importaciones, el precio en origen se mantiene inalterable por debajo de los costes de producción”, afirma José Gilabert.

“¿Cómo es posible que, con esta situación de cosecha media, elevada demanda y previsiones de una campaña más o menos media, el precio en origen siga sin levantar cabeza? Creemos que son necesarios mecanismos de mercado para regular un estado de los precios que no se regula simplemente con la oferta y la demanda, tal y como estamos comprobando estos meses. El precio del aceite de oliva tiene que ser el adecuado, tanto para el productor como para el consumidor”, argumenta el secretario de Agricultura de UPA Jaén.

En España se han producido 1.414.382 toneladas; de las que Andalucía aporta 1.142.476 toneladas y Jaén 560.033, y en los nueve meses que llevamos de campaña de comercialización se han vendido 1.135.000 toneladas, lo que da una media de 126.000 toneladas mensuales. “Queda muy poco aceite de oliva producido por vender, por lo que vamos a llegar al enlace entre campañas con un stock muy corto y afrontaremos otra recolección media, según las previsiones que manejamos en la actualidad. De ahí que pedimos prudencia al sector productor para defender un precio justo para nuestros olivareros. Porque no tiene ningún sentido que, ante la elevada demanda que existe, los precios estén así de bajos y ni siquiera cubran los costes de producción en el olivar tradicional”, concluye José Gilabert.

Junio cerró con unas existencias totales de 645.127 toneladas, de las 443.800 están en manos de cooperativas y almazaras; 196.147 las tienen los envasadores, mientras que en el Patrimonio Comunal Olivarero hay 5.180 toneladas.

Asaja destaca que continúa el buen ritmo de comercialización en junio, con la salida de 117.000 toneladas

La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) ha hecho públicos los datos de mercado del sector del aceite de oliva correspondientes al mes de junio, donde destaca un mantenimiento en el ritmo de salidas con respecto a los últimos tres meses. En concreto, son 117.446 toneladas sin contar con las importaciones, que se estiman en 18.000. “A tres meses de que termine la campaña de comercialización seguimos con buen ritmo de salidas. Ahora va a depender mucho de cómo se comporte agosto, que tradicionalmente era un mes inhábil pero que en los últimos años ha mantenido las operaciones, para conocer el enlace, que estimamos entre las 270.000 y las 300.000 toneladas”, ha explicado el gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero.

Los datos de la AICA también ajustan la producción acumulada hasta las 1.414.383 toneladas, y con respecto a las existencias las cifra en 645.128, de las que 443.800 se encuentran en almazaras; 196.478 en envasadoras y 5.180 en el Patrimonio Comunal Olivarero.

No sobra aceite, falta darle valor (*opinión de Asensio López)

Campaña tras campaña queda evidenciado que el aceite de oliva no es un producto excedentario; es decir, que no sobra, que se vende prácticamente todo. Porque es un alimento único y exclusivo que lo hace muy completo desde todos los puntos de vista y al que sólo le falta darle el valor que honestamente se merece, valorizarlo, una asignatura que generalmente se suspende de forma sistemática y reiterada año tras año, década tras década.

Y ahí está el quid de la cuestión, el elemento mollar al que se tiene que enfrentar ya el sector: venderlo a precios razonables y estables, ni por los suelos ni por las nubes, a unas cotizaciones que satisfagan los intereses de todos los operadores, sobre todo de los más débiles; los productores, principalmente de olivar tradicional, y los consumidores.

Porque repito y reitero lo que tantas veces subrayo: no tiene mérito vender el aceite de oliva sin valor y a veces por debajo de los costes de producción. Así, obviamente, no salen los números de este negocio oleícola, que como cualquier otra iniciativa empresarial está montada para que legítimamente salgan las cuentas y tener unos beneficios con precios dignos que, además, el consumidor suele pagar. Otro gallo cantaría, en términos de renta y de generación de riqueza, si su valor añadido fuera mayor.

Este siglo XXI ha venido a cotejar que las medias de producción no suelen ser altas, debido a la emergencia climática (alguna vez llegará la cacareada cosecha del siglo), por lo que habría que ponerse las pilas, cambiar radicalmente el plan de actuación, ¡digo yo! No hacer cada uno la guerra por su cuenta y tener una hoja de ruta que tenga en cuenta como cuestión nuclear el dividendo positivo. Yo sé que esto es predicar en el desierto en este sector tan heterogéneo y con intereses tan contrapuestos, pero entre seguir como estamos y no hacer nada por darle más valor al producto hay estrategias y acciones que conviene explorar para mejorar esta situación que nos recuerda al día de la marmota, una situación machaconamente repetitiva y estéril.

Lo mismo que se está explorando el mecanismo de adecuación de la oferta y la demanda del artículo 167 bis, una herramienta de retirada obligatoria de aceites de oliva para activar en situaciones con evidente desequilibrio de mercado para así regular la oferta sin mermar la viabilidad de las explotaciones olivareras, también se deberían sondear otras estrategias para darle valor al producto, sobre todo el de las explotaciones más vulnerables. Y también sería bueno ajustar la Ley de la Cadena Alimentaria con el objetivo de evitar la destrucción de valor y de cumplir con la venta por encima de los costes de producción.

Por lo tanto, no nos engañemos ni nos hagamos trampas nosotros mismos en el solitario. La media de comercialización de este siglo en España demuestra que el aceite de oliva, pese a las nuevas plantaciones, mantras y demás milongas, no es producto excedentario ni sobrante. Entonces, salvo alguna campaña extraordinaria, ¿por qué venderlo sin el valor que tiene y que merece?

*Asensio López, director de Oleum Xauen

No sobra aceite, falta darle valor (*opinión de Asensio López)

Campaña tras campaña queda evidenciado que el aceite de oliva no es un producto excedentario; es decir, que no sobra, que se vende prácticamente todo. Porque es un alimento único y exclusivo que lo hace muy completo desde todos los puntos de vista y al que sólo le falta darle el valor que honestamente se merece, valorizarlo, una asignatura que generalmente se suspende de forma sistemática y reiterada año tras año, década tras década.

Y ahí está el quid de la cuestión, el elemento mollar al que se tiene que enfrentar ya el sector: venderlo a precios razonables y estables, ni por los suelos ni por las nubes, a unas cotizaciones que satisfagan los intereses de todos los operadores, sobre todo de los más débiles; los productores, principalmente de olivar tradicional, y los consumidores.

Porque repito y reitero lo que tantas veces subrayo: no tiene mérito vender el aceite de oliva sin valor y a veces por debajo de los costes de producción. Así, obviamente, no salen los números de este negocio oleícola, que como cualquier otra iniciativa empresarial está montada para que legítimamente salgan las cuentas y tener unos beneficios con precios dignos que, además, el consumidor suele pagar. Otro gallo cantaría, en términos de renta y de generación de riqueza, si su valor añadido fuera mayor.

Este siglo XXI ha venido a cotejar que las medias de producción no suelen ser altas, debido a la emergencia climática (alguna vez llegará la cacareada cosecha del siglo), por lo que habría que ponerse las pilas, cambiar radicalmente el plan de actuación, ¡digo yo! No hacer cada uno la guerra por su cuenta y tener una hoja de ruta que tenga en cuenta como cuestión nuclear el dividendo positivo. Yo sé que esto es predicar en el desierto en este sector tan heterogéneo y con intereses tan contrapuestos, pero entre seguir como estamos y no hacer nada por darle más valor al producto hay estrategias y acciones que conviene explorar para mejorar esta situación que nos recuerda al día de la marmota, una situación machaconamente repetitiva y estéril.

Lo mismo que se está explorando el mecanismo de adecuación de la oferta y la demanda del artículo 167 bis, una herramienta de retirada obligatoria de aceites de oliva para activar en situaciones con evidente desequilibrio de mercado para así regular la oferta sin mermar la viabilidad de las explotaciones olivareras, también se deberían sondear otras estrategias para darle valor al producto, sobre todo el de las explotaciones más vulnerables. Y también sería bueno ajustar la Ley de la Cadena Alimentaria con el objetivo de evitar la destrucción de valor y de cumplir con la venta por encima de los costes de producción.

Por lo tanto, no nos engañemos ni nos hagamos trampas nosotros mismos en el solitario. La media de comercialización de este siglo en España demuestra que el aceite de oliva, pese a las nuevas plantaciones, mantras y demás milongas, no es producto excedentario ni sobrante. Entonces, salvo alguna campaña extraordinaria, ¿por qué venderlo sin el valor que tiene y que merece?

*Asensio López, director de Oleum Xauen

Las existencias de aceites de oliva en España a 30 de junio ascendían a 645.000 toneladas para afrontar el último trimestre de la campaña y el mes de octubre

Las existencias de aceites de oliva en España a 30 de junio ascendían a 645.000 toneladas para afrontar el último trimestre de la campaña 2024-2025 y octubre, un mes de la siguiente campaña y que es irrelevante en términos de producción, salvo para la cosecha temprana. Así lo ha consultado Oleum Xauen en el balance de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA). correspondiente al mes de junio

Las salidas, entre tanto, han alcanzado las 136.000 toneladas, incluidas las importaciones, por lo que en estos nueve meses de campaña han superado ya el 1,1 millones de toneladas. La producción final, por su parte, ha sido de 1.414.382 toneladas. De esa cantidad, la provincia de Jaén ha producido en esta campaña oleícola 2024-2025 algo más de 560.000 toneladas de aceite de oliva, casi la mitad del obtenido en Andalucía (1.142.000), lo que supone el 49,04 por ciento, y el 39,6% de la producción nacional..

Queda claro que en esta campaña oleícola los recursos han sido superiores a la campaña anterior y de la media pese a las bajas existencias iniciales, gracias al aumento de la producción, que se sitúa por encima de la media y de la campaña pasada. El mercado total se recupera respecto a la campaña anterior y a la media, aunque con precios mucho más bajos.