La Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite Sierra de Cazorla ha dado por concluida la campaña oleícola y ha finalizado la toma de datos de las almazaras de la comarca, constatando una bajada en la producción de un 33% respecto a la campaña pasada. En esta campaña oleícola año la producción total ha llegado a los 160 millones de kilos de aceituna y el pasado fue de 240 millones, lo que supone que se hayan obtenido unas 35.000 toneladas de aceite de oliva.

Así lo corrobora el Consejo Regulador de la DOP, que asegura que las estimaciones que se hicieron hace unos meses correspondían a una horquilla de entre los 130 a los 150 millones de kilos, aunque la cifra definitiva ha sido ligeramente al alza en una campaña que se puede considerar media-baja en cuanto a producción, teniendo en cuenta que una producción media en la comarca suele oscilar entre los 180 y 190 millones de kilos.

La bajada en la producción es debida, fundamentalmente, a la climatología, ya que los olivares se han visto muy afectados por las irregulares y escasas precipitaciones, lo que se ha dejado sentir en el fruto..

Respecto al aceite que lleva consigo la aceituna, desde la Denominación de Origen se corrobora que, comparativamente con el año pasado, el rendimiento medio ha estado en el orden de entre 3 y 4 puntos porcentuales por encima; es decir, en la campaña pasada el rendimiento graso de la aceituna fue del 19% y en ésta estará entre el 22 y 23%.

Atendiendo a la calidad, las almazaras integrantes en la Denominación de Origen Aceite Sierra de Cazorla continúan comprometidas con obtener un producto de máxima calidad. Para ello, el adelanto en la recolección juega un papel fundamental, ya que se traduce en una mejora de la calidad media de los aceites, a lo que hay que añadir la tecnología implantada en las fábricas, que repercute de manera muy positiva en la obtención de un producto excelente.

Y esa es la idea que desde el Consejo Regulador se defiende: producir siempre el mejor producto posible, porque dentro de la incertidumbre en la que el agricultor vive casi de manera constante, un producto de calidad se defiende mejor en el mercado, ya que es más valorado y reconocido. “Producir lo que potencialmente puede dar más calidad ayuda siempre a tener más argumentos a la hora de defender el producto en un mercado cada vez más globalizado y ante un consumidor cada vez más exigente y que demanda productos saludables y de alta calidad”, afirman.

                Daños por tormentas

La campaña también se ha visto afectada por las tormentas acaecidas durante el verano, que provocaron importantes pérdidas en la comarca. En concreto la granizada del 16 de junio afectó a los términos de Cazorla (se vio afectada una superficie de 2.900 hectáreas), Santo Tomé (con una superficie dañada de 1.780 hectáreas) y Chilluévar (185 hectáreas afectadas), lo que provocó unas pérdidas económicas estimadas de 3.518.000 euros y fue considerado por el Consejo Regulador de la DOP Aceite Sierra de Cazorla como “una de las grandes pérdidas de este verano”.

Además, el pasado 20 de agosto las lluvias torrenciales afectaron directamente a los municipios de Cazorla, Chilluévar, La Iruela, Peal de Becerro y Santo Tomé, donde llegaron a caer entre 60 y 90 litros por metro cuadrado en un breve intervalo de tiempo, y días después otra gran tormenta de granizo afectó a los parajes de Cazorla, La Iruela y Peal de Becerro, con una pérdida de entre 8 a 20 kilos de aceituna por planta.

                El sentir de los agricultores

 En este escenario y ante esta campaña, el sentir de los agricultores está entre la satisfacción por los rendimientos de este año, quizá no tanto con la producción, ya que esperaban más aceituna de la que ha habido, y la preocupación por la subida de precios de las materias primas. Su encarecimiento afecta directamente al agricultor; porque aunque el precio del aceite sea aceptable, la considerable subida de los costes y el margen de beneficio no es el que cabría esperar, y eso genera preocupación.