“Medidas valientes para conseguir la estabilidad de los precios en origen del aceite de oliva”, asegura la UPA en un comunicado. Esta organización agraria sale de la reunión con el ministro de Agricultura satisfecha porque se haya centrado un encuentro monográfico en el olivar y con propuestas encima de la mesa para defender un modelo de agricultura familiar sostenible, económica, social y medioambientalmente. Una reunión que llega después de un calendario de movilizaciones que no comenzó hace una semana, sino, en el caso del olivar, en mayo de 2019 en Jaén, en julio en Sevilla y en octubre en Madrid. El responsable sectorial de olivar de UPA Federal, y secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, destaca que las administraciones, europea, nacional y autonómica, tienen competencias para revertir la ilógica situación de bajos precios que llevamos padeciendo en el olivar tradicional desde hace dos años.
“No es cierto que todo el sector del olivar tenemos dificultades. El olivar tradicional, que es el mayoritario en nuestro país y en Andalucía no puede soportar este nivel de precios. Producir un litro de aceite nos cuesta 2,70 euros y nos lo pagan por debajo de 2 euros. Llevamos perdiendo dinero más de dos años y no hay ninguna razón que lo justifique, porque no tenemos producciones excedentarias, ya que todo lo que se produce se consume. No sobra aceite de oliva, sobran especuladores. Y las administraciones públicas, desde Europa, pasando por el Ministerio y llegando a las comunidades autónomas, tienen competencias que pueden revertir esta situación”, explica Cristóbal Cano.
Para UPA no hay razones objetivas por las que sufrimos esta crisis de precios. “En el caso concreto de la PAC, cuya negociación del nuevo marco abre ahora un periodo interesante, se debe apostar por el olivar que tiene más dificultad. Se trata de que haya una retribución justa en todos los eslabones de la cadena. Se tienen que poner medidas valientes para que tengamos una estabilidad en los precios que es buena para todos, para los productores, para la industria, para la distribución y para los consumidores, porque ellos no perciben una caída el 40% en el precio del aceite en origen, y eso hay que regularlo. Queremos vivir dignamente de nuestras explotaciones, proporcionar alimentos de calidad que generan bienes públicos (freno a la desertificación, sumidero de CO2, aumento de la biodiversidad….) y que es la mejor receta para los consumidores, que son para quienes queremos seguir trabajando”, concreta Cristóbal Cano.
En este sentido, UPA apuesta por un modelo de agricultura sostenible, social, en la que sobresale la diferenciación y la segmentación del producto de calidad y hacia la que se deben destinar medidas de promoción para abrir nuevos mercados, sin olvidar la necesidad de incrementar el consumo interno. Por eso, ante la aplicación de la futura PAC en España, Cristóbal Cano se pregunta: “¿Queremos una agricultura con agricultores?, ¿queremos una agricultura sostenible económica, social y medioambientalmente, llena de agricultores que gestionen nuestro territorio, que ocupen nuestros pueblos y que, en definitiva, vertebren nuestro país? ¿O queremos una agricultura solo de olivares intensivos y superintensivos a los que a 2 euros le salen las cuentas, que están en manos de fondos de inversión que esquilman nuestros recursos y cuyos beneficios económicos no los revierten en las comarcas ni en los pueblos de nuestro país?”. Y concluye: “El olivar tradicional es perfectamente competitivo, pero con precios razonables. Y debemos apostar por él”.
Por último, Cristóbal Cano considera que herramientas como el almacenamiento privado “no son ágiles” y necesitan mejorarse. “Hemos necesitado tres procesos de licitación para conseguir una cifra significativa. Ahora se han almacenado más de 170.000 toneladas y confiamos en que en el cuarto periodo se superen las 200.000”. Eso sí, subraya que se han puesto encima de la mesa algunas medidas nuevas e interesantes como un programa de gestión del olivar dentro de la PAC, tal y como está en el vino y en las hortalizas, lo que supondrá un impulso presupuestario para el olivar.