El comportamiento de los consumidores a lo largo de estos dos meses de duro confinamiento, ha permitido confirmar lo que hasta ahora era sólo una sospecha. Que la principal causa del descenso de las ventas de aceites de oliva en nuestro país en las últimas décadas se debe a los cambios operados en los hábitos de alimentación de los españoles: consumimos menos aceites de oliva porque cocinamos mucho menos que nuestros padres y abuelos. Así de sencillo, según se remarca en un comunicado desde la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.
Los datos apuntan en esa dirección. En informe de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) sobre el mercado del aceite de oliva correspondiente a marzo constata que, en ese mes, se vendieron en España unas 57.100 toneladas de aceites de oliva, casi 7.000 más que las que se vendieron en el mismo mes de hace un año. De hecho, este es el mejor mes de marzo de los últimos cinco años. Recordemos que la hostelería entró en hibernación en ese mes de marzo, con lo que el peso de las ventas se concentró en el consumo doméstico.
Por eso no sorprenden las cifras del Análisis de consumo en el hogar del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La semana del 9 al 15 de marzo, cuando estalló la alarma sanitaria, las ventas de aceites de oliva se dispararon un 133,4% con respecto a las mismas fechas del año 2019. Unos incrementos que tan sólo superaron otros productos percibidos como básicos en la situación de alarma: arroz, harinas y pastas. Eso demuestra que los españoles siguen percibiendo los aceites de oliva como un alimento indispensable en el hogar. A partir de ahí, las ventas han mantenido un comportamiento menos explosivo, pero claramente positivo, con cinco semanas de crecimiento de las ventas (en algunos casos superiores el 29%) con respecto al mismo periodo del año 2019.
Es importante destacar también que los españoles han comprado mucho aceite de oliva, porque estaba disponible en sus puntos de venta. El abastecimiento de la demanda nacional ha sido posible gracias al esfuerzo del sector, que ha sido capaz de triplicar turnos de envasado y contar con la logística y distribución necesaria para hacer llegar los aceites de oliva a todos los consumidores de nuestro país. Un esfuerzo que también se ha enfocado a la exportación, a donde se destinaron casi 100.000 toneladas. De hecho, muchas empresas han trabajado prácticamente sin descanso a lo largo de estas semanas para abastecer una demanda que se ha disparado.
Ahora, por fin, parece que se encara el final de esta crisis gracias al tremendo sacrificio que ha realizado nuestra sociedad. Y Aceites de Oliva de España se propone no perder nivel de consumo. Para ello se ha puesto en marcha una nueva fase de su campaña de promoción “Tu Mundo con Aceite de Oliva”, dirigida a ese consumidor que ha redescubierto los aceites de oliva como un elemento fundamental en su cocina e ingrediente indispensable para una alimentación saludable. Una campaña que tiene presencia en las principales cadenas de televisión del país, generalistas y digital tv on demand, en la radio, online y en punto de venta a lo largo del mes de mayo.
Esta forma parte de la estrategia promocional que la Interprofesional lanzó en noviembre del año pasado para dinamizar el consumo de este alimento en el mercado español, el primer destino de nuestros aceites de oliva, una estrategia que ha evolucionado, adaptándose al nuevo escenario que nos ha tocado vivir y las ventajas de disponer de tres categorías comerciales perfectas para los distintos usos por sus bondades.