ASAJA-Jaén ha presentado alegaciones al Plan Hidrológico del Guadalquivir 2022-2027, al entender que “en el documento se está enfocando el riego como enemigo a batir, y eso no es real ni admisible”, asegura la organización agraria. “Nuestro sistema productivo andaluz recae en las explotaciones de regadío por estar en el sur de Europa, donde no llueve y más se nota el cambio climático, además de mantener a duras penas las bajas rentas agrarias. El riego sirve de sumidero de CO2, ayuda a evitar la erosión, fija la población al territorio y genera más empleo, luchando contra el envejecimiento de la población y mantiene la renta un poco más alta que el secano, ya que se consigue mayor productividad. En el olivar esto se hace más visible, ya que es el cultivo que con menos dotación de agua genera más empleo; por lo tanto, es el sistema más sostenible. Por lo tanto, el riego tiene una importancia total en el ámbito social, económico y medioambiental que no se puede obviar”, explica el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero.

Entre las peticiones, destaca la insistencia para que se recoja en el proyecto del Plan Hidrológico una asignación de recursos a la Zona Regable de la Presa de Siles de 15 Hm3/año. “La garantía de los aprovechamientos situados aguas debajo de la zona regable de Siles en ningún caso se ve comprometida por esta solicitud por los motivos que hemos expuesto en reiteradas ocasiones (mayor capacidad del embalse respecto a la proyectada inicialmente, la innecesariedad del aumento de dotación para el abastecimiento de poblaciones, la posibilidad técnica de reducir la dotación anual al olivar por debajo de los 1.500 m3/Ha/año, así como la capacidad de recarga que tiene el propio embalse de Siles a lo largo de un año natural)”.

Con respecto a la solicitud de que se declaren Obras de Interés General las necesarias para las instalaciones de riego desde la toma en la propia presa, en consonancia con la correlativa Declaración de la Presa de Siles, “se nos contestó por este organismo de cuenca que existía una partida destinada a tal fin. Entendemos que esta respuesta se refiere a la partida de 25.000.000,00 € destinados a la Zona Regable de Siles, pero observamos con preocupación que ni esta medida ni ninguna otra se recoge en el actual Proyecto de Plan”. Y añade: “La supresión de los 25 millones de euros destinados a riegos de la presa supone un ataque directo a los agricultores y regantes de la zona. Es absolutamente necesario que se vuelva a reconocer esa partida para las conducciones de riego de la presa para de esta forma, poder aprovechar la propia presión de la salida del agua en la toma de la presa para su impulsión, con el consiguiente ahorro en los costes energéticos del riego y la salvaguarda del Medio Ambiente al no tener que instalar numerosas tomas de agua a lo largo del río dentro de un espacio protegido, como el que nos ocupa”, sostiene Valero.

Además, desde ASAJA-Jaén “proponemos la regularización concesional del inventario de superficies en riego ya catalogadas, por ejemplo el del carbonatado de La Loma que lleva 25 años esperando; el uso conjunto de aguas subterráneas y superficiales con sustitución de aguas subterráneas por superficiales, y la habilitación de los recursos humanos y materiales necesarios por parte de los organismos de la cuenca para la consecución de los objetivos planteados”.

Asegura en un comunicado que el riego “es percibido por las autoridades europeas como una actividad potencialmente contaminadora, que reduce la biodiversidad y que favorece el cambio climático. Con estos antecedentes, regar sin disponer de las correspondientes autorizaciones administrativas para ello, puede llegar a suponer la pérdida íntegra de los pagos directos de la PAC. Más aún en una nueva PAC que para el 2023 incorpora los compromisos del Pacto Verde y de la Transición Ecológica. En lo referente a las ayudas de la PAC correspondientes al segundo pilar, los regantes estarían excluidos de todas las ayudas dirigidas a la modernización de sus sistemas de riego, tanto a pie de parcela como a nivel de infraestructuras de las propias comunidades de regantes ya que, para ello, deberán acreditar la correspondiente concesión. Incluso las ayudas a la modernización de las explotaciones o la incorporación de jóvenes agricultores, tan necesarios en el mundo rural, al margen del riego, se verán limitadas y perjudicadas cuando presenten planes de inversión puesto que, al ser consideradas de secano, no cumplirán con la viabilidad de sus planes empresariales ya que limitan la superficies y  el importe admisible de esas inversiones. Pero además de la PAC, estaremos excluidos de los 538 millones de euros procedentes de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la modernización de los regadíos españoles. Y, a la vista de la evolución de las políticas públicas europeas y nacionales, pronto estaremos excluidos de cualquier financiación, lo que mermará la competitividad de nuestras explotaciones, de ahí la necesidad  de la urgente asignación de las autorizaciones a riego de los expediente pendientes de ello”.

Por otro lado, “consideramos necesario incrementar y mejorar las infraestructuras, dotándolas de mayores inversiones para modernización, digitalización y optimización de los riegos y de las comunidades de regantes; poner en marcha las infraestructuras terminadas y que aún no han entrado en servicio como la Presa de Siles (a la que ya hemos hecho referencia anteriormente), la Balsa del Cadimo, la ampliación del Guadalmena. Y esencial es incrementar la capacidad de la cuenca del Guadalquivir que necesita de balsas en todo su recorrido para abastecer el déficit y necesidades de la cuenca, así como transformar  y modernizar el sistema de gestión y tramitación de la CHG”.

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