Los aceites de oliva de oliva virgen extra de alta gama que forman el selecto club de los Jaén Selección, los AOVEs de excelencia, los codiciados néctares verdes, los considerados mostos de aceituna fresca premiun, los picuales de Jaén de cosecha temprana intensos suponen toda una demostración de autoestima y una exhibición sensorial cuando el otoño cobra vida en la provincia líder mundial en producción y en calidad.

De ahí el gran éxito de esta afamada iniciativa, una cata-concurso que ha supuesto toda una revolución y cuya notoriedad está fuera de toda duda respecto a su sabor y sus aromas equilibrados en frutado, amargor y picante, complejos en sus notas y matices herbáceos y frutales; en definitiva, un espectáculo en nariz y boca, todo un festival para los sentidos.

Por eso siempre he defendido que el concurso no podía estancarse, por lo que había que subir el listón y ser más exigentes en las condiciones para concurrir a este acreditado premio, además de adaptarse a los tiempos y reactualizar su propuesta tras un periodo de dos fructíferas y excelentes décadas. Hay que apostar más por este icono referente de los concursos con más lustre subiendo la cantidad exigida.

Lo cualitativo debe ser lo mollar y lo diferencial en este certamen que hay que seguir prestigiando. No tengan la menor duda, una vez que se ha conseguido el objetivo sobradamente, de ser punta de lanza y cabeza tractora para otros aceites de oliva que son producidos después. Quizás, como contrapartida, habría que arbitrar alguna fórmula en este premio para que los pequeños productores no queden excluidos por no poder concurrir al mismo al contar con un producto insuficiente en términos de cantidad.

Sostengo y aplaudo que se ha dado un paso adelante con las novedades incorporadas por la Diputación Provincial de Jaén, organizadora del certamen que se celebra por el sistema de cata a ciegas desde 2006, aunque yo incluso habría subido aún más la cantidad para poder concurrir al mismo a partir ya de esta próxima edición. De 5.000 litros se ha pasado a los 8.000 en la modalidad de producción convencional o integrada, en tanto que en ecológico el incremento pasa de 3.000 a 5.000 litros. Además, se prima más la modalidad ecológica, ahora con dos premios de los ocho que se convocan, al menos uno de ellos tiene que ser de la monovarietal picual. Y también es positivo que se adelante en varias semanas dicho concurso para buscar una mayor rentabilidad y operatividad con el fin de optimizar las estrategias de comercialización.

Jaén Selección es un galardón que distingue, da prestigio y dividendos. El certamen en el que la Diputación de Jaén pasea “los ocho magníficos “a lo largo del año por ferias, muestras, eventos agroalimentarios y gastronómicos a partir del postconcurso, como grandes embajadores de la provincia de Jaén. Que no se nos olvide que esto es un negocio, no es una romántica iniciativa sin ánimo de lucro ni está ideada para que los productores saquen pecho ante su círculo más próximo cuando muchas veces, más pronto que tarde, se agota el producto que ofrecen algunas marcas. Por eso, hay que aumentar la cantidad de esta “cosechilla” adelantada para dar respuesta en el tiempo a un periodo más amplio para hacer frente a las demandas del mercado y de los consumidores, combinando un mayor valor y más volumen. Ese debe ser el reto.

Queda claro, por consiguiente, que hay que valorizar y poner de relieve la consecución del continuo y continuado trabajo de promoción que lleva a cabo la Diputación Provincial de Jaén por fomentar la producción de calidad de los aceites de oliva, así como la comercialización y el consumo de los vírgenes extra producidos en el territorio jiennense.  Una gran idea, una gran realidad, una brillante aspiración para la que hay que seguir pedaleando para no correr el riesgo de caernos y morir de éxito.

*Asensio López, director de Oleum Xauen

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