La organización agraria Asaja-Jaén ha hecho hoy balance del año agrario y ganadero que termina, un ejercicio el de 2024 que califica como “año nefasto para el olivar”, por lo que insiste en la necesidad de modernizar y reconvertir el olivar tradicional para que pueda competir frente a otras tipologías más intensivas y de mayor densidad. El portavoz de la organización agraria, Luis Carlos Valero, ha aludido a los efectos de la sequía, que se han traducido en una escasa producción y en un elevado aumento de precios en el mercado de origen, aunque ha calificado de “hecatombe” la significativa caída de las cotizaciones en el otoño. Junto a ello ha resaltado las pérdidas producidas por la PAC, ha alertado del déficit hídrico en algunas zonas y ha abogado por llevar a cabo las obras necesarias para mejorar la política de regadío.
La campaña de aceite de oliva 2023/2024 se cerró, según los datos aún provisionales publicados por el Ministerio de Agricultura, con una producción de 854.001 toneladas, que se sumaron a las existencias iniciales de 248.240, y un buen ritmo de salidas, de 900.027, que suponen una media mensual de 75.000. En el caso de las importaciones, fueron 236.390, lo que hizo que en cada mes fueran cerca de 20.000 toneladas. Una cifra, según el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, por encima del valor medio de las últimas cinco campañas.
En el caso del consumo interior, se cifra en 410.051 toneladas, en este caso la cantidad más baja de las últimas cinco campañas, al igual que las exportaciones, de 742.275 toneladas.
Con respecto al enlace para la campaña actual, ha sido de 186.303 toneladas, un enlace muy corto, “en la línea de lo que vaticinábamos desde ASAJA-Jaén”. De esa cantidad, al término de la campaña, 77.489 estaban en almazaras; 107.841 en envasadores y 0,97 en el Patrimonio Comunal Olivarero.
El precio medio de la campaña ha sido, en el caso del aceite de oliva virgen extra de 8,03 euros; del virgen extra 7,43 y el lampante de 7,16. Enero fue el mes que más alto estuvo, a 8,74 de media, mientras que el más bajo se registró en agosto, con 6,82 euros.
Con respecto a la campaña 2024/2025, desde la Junta de Andalucía presentaron un aforo más bajo de lo esperado, debido sobre todo a la situación climatológica, el otoño atrasado y la ausencia de pluviometría, que hizo que se resintieran sobre todo los olivares de secano. La producción prevista para Andalucía es de 1.021.000 toneladas, un 76% más que la producción final de la pasada campaña, y de 445.000 toneladas para Jaén, un 116% más que la última campaña.
Por su parte, el aforo publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación apunta que la producción de la campaña 2024-2025 llegará a 1.262.300 toneladas, lo que representaría un incremento del 48% con respecto a la cosecha anterior, y que se situaría un 4% por encima de la media de las seis últimas cosechas. En términos autonómicos, la estimación refleja un considerable ascenso en Andalucía, pero también en Castilla-La Mancha. Uan estimación que el Ministerio subió luego a 1.290.000 toneladas de aceites de oliva.
En el caso de la UE, la Comisión Europea publicó en su último informe sobre perspectivas agrícolas que espera que la producción en el territorio comunitario se recupere en la campaña 2024/25, y la estima en los 2 millones de toneladas, un 32% más que el año anterior. En su informe, Bruselas señala que este incremento se ve impulsado por la recuperación de la producción de España, pero también en Grecia y Portugal.
En estos dos primeros meses de la campaña de comercialización, se ha registrado una producción de 292.019 toneladas, mientras que las disponibilidades se cifran en 321.147, de las que 98.550 están en envasadoras; 227.749 en almazaras y 847,83 en el Patrimonio Comunal Olivarero.
En cuanto al precio, se ha constatado una bajada desde el inicio de la campaña de un 25,6% para situar el precio medio en el conjunto de las distintas categorías, para la primera semana de diciembre, en 5,15 euros/kilo.
“Con el retorno a los bajos precios en el aceite de oliva cuando las producciones se normalizan con la climatología (con una pluviometría normal) tenemos que volver a la necesidad imperiosa de reconvertir nuestro olivar tradicional, ya que con los costos de producción en este olivar, la rentabilidad es muy crítica. Así, tenemos que reducir estos costes para competir en el mercado nacional e internacional”, subraya.
PAC
Importante ha sido la introducción de nuevas flexibilidades en la aplicación de la Política Agraria Común, que modifica diversos reales decretos de la PAC para mejorar la aplicación de los ecorregímenes y eliminar la obligatoriedad del uso de fotos geoetiquetadas. “Una modificación que recoge algunas de nuestras demandas, pero que desde ASAJA-Jaén nos parece insuficiente. Y es que una vez cerrado oficialmente el periodo de aplicación de la PAC 2023, se evidencia con datos la traición de Planas al campo andaluz y jiennense que en los últimos tres años venimos denunciando. De hecho, los datos del Ministerio en este primer año de aplicación constatan que Jaén ha perdido este año más de 25 millones de euros, con lo que en cinco años perderá más de 125. Ante este dislate, y con la apertura de los debates de la reforma de la actual PAC, pedimos cambios significativos en el Plan Estratégico de la PAC de tal manera que tengamos una PAC común fuerte con una simplificación real, una regulación de los mercados y un presupuesto más elevado”, demanda.
Con respecto a la tramitación de las nuevas ayudas de este año, ha estado marcada de nuevo por la complejidad. Y a pesar de que se han puesto en marcha medidas de flexibilización en algunos puntos por parte de la Unión Europea tras las manifestaciones realizadas a lo largo del año, “consideramos que siguen siendo insuficientes”.
Movilizaciones
ASAJA-Jaén ha participado en diferentes manifestaciones a lo largo de este año. La primera de ellas fue el 14 de febrero, cuando el escenario elegido para las protestas fue la A4, a la altura de Guarromán, donde se dieron cita más de 3.000 agricultores y ganaderos de la provincia de Jaén para exigir medidas contra la crisis en el campo, entre las que se encuentra la mejora de la política hidráulica, la simplificación de la Política Agraria Común y la inclusión de las cláusulas espejo para reforzar el control de productos procedentes de países que no pertenecen a la Unión Europea para evitar la competencia desleal. Ya el 26 de febrero, las protestas llegaron a Madrid, en este caso con el lema “El campo exige apoyo, respeto y reconocimiento”, reuniendo a unas 30.000 personas.
Ante estas movilizaciones, el Ministerio de Agricultura presentó un documento de 43 propuestas que “desde ASAJA-Jaén hemos calificado desde un principio como insuficiente”.
“Precisamente la última movilización ha sido esta misma semana, el 16 de diciembre, puesto que las reivindicaciones de aquellas protestas anteriores siguen vigentes. Entre ellas, los altos costes de producción y los bajos precios en origen en buena parte de las producciones; se precisan reformas esenciales y cambios en el funcionamiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, o en el sistema de seguros agrarios, al igual que la adaptación de la reforma laboral y los costes salariales a las necesidades del campo, que lejos de llevarse a cabo, suponen un lastre cada vez mayor en las explotaciones. Sin olvidar nuestra oposición unánime a las negociaciones en curso con Mercosur y la exigencia de la suspensión del acuerdo de libre comercio UE-Marruecos. Necesitamos recuperar el principio de preferencia comunitaria frente a las importaciones sin control que no cumplen las normas comunitarias, regulando el mercado para lograr unos ingresos justos para los agricultores y aplicando las normativas necesarias para garantizar su futuro”, señala.
Sequía y demanda de más infraestructuras hidráulicas
La sequía es uno de los fenómenos naturales más temidos y devastadores, de ahí la seria preocupación para el sector agropecuario por la situación que hemos tenido en estos dos últimos años, y que ha afectado a las diferentes producciones. Una situación, afortunadamente, comenzó a revertir con la llegada de la primavera, y según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), los pantanos almacenan actualmente 28.766 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, por lo que están por encima de los registros del año pasado por estas mismas fechas, cuando contenían 25.006 hm3, y también por encima de la media de la última década, cifrada en 26.890 hm3.
“Aún así, es imprescindible apostar por una política hidráulica con inversiones en construcción y modernización de infraestructuras que permita mejorar la gestión de los recursos hídricos y la eficiencia en el uso del agua. En este sentido, consideramos que es fundamental que se acometan proyectos más que reivindicados y presupuestados en los últimos años, como es el caso de las conducciones de la presa de Siles y la Cerrada de la Puerta”, afirma.
Convenio del campo
El pasado 29 de octubre se firmó la actualización de la tabla salarial del convenio del campo. En concreto, se recoge una subida salarial del 1,60% para esta campaña. Las categorías más destacadas quedarían de la siguiente manera: vareador normal 60,31 euros; vareador máquina 62,99; tractoristas 63,89, y peón 59,04.
Por otra parte, el Juzgado de lo Social número 3 de Jaén desestimó el recurso planteado por UGT y CC OO sobre la aplicación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) al Convenio del Campo de Jaén. De esta forma, dio la razón a las justas reivindicaciones de ASAJA-Jaén. Los sindicatos querían subir todas las categorías profesionales del convenio porque, según ellos, los más bajos quedaban por debajo del SMI del 2024. “Sin embargo, ha quedado claro que tal y como defendía ASAJA-Jaén, hay que realizar una comparativa en el cómputo anual de los salarios. De esta forma, con la subida que se realiza desde octubre de este año, esas categorías quedan por encima del SMI, por lo que no habría que hacer la modificación que pretendían los sindicatos desde enero de este año”, asegura.
Seguros
“Como no puede ser de otra manera, hablar de seguros agrarios en Jaén, es hablar de la línea por antonomasia, el seguro creciente de explotaciones olivareras, tanto en su módulo de pedrisco, como en los que además cubren el resto de adversidades climáticas”, manifiesta.
La sequía de los dos últimos años, que elevaron la siniestralidad de forma estrepitosa (solo en el año pasado se indemnizaron en Jaén casi 30 millones de euros), ha desencadenado una revisión de coberturas, tasas, y rendimientos (kg/hectárea), empeorando de forma alarmante estos parámetros, consiguiendo desincentivar al olivarero a proseguir con la fidelidad a la línea de seguro (más que nada en los módulos que cubren la falta de cosecha módulos 1 y 2). Pese a todo ello, se han facturado a nivel provincial alrededor de 7.000.000 de euros (el 35% en ASAJA-Jaén) lo que supone el 80% a nivel autonómico y el 60% del total nacional en esta línea de seguro del olivar, según añade la organización agraria.
“Consideramos de vital importancia que todos los olivareros puedan contar con un seguro adecuado, que en años catastróficos les pueda compensar las pérdidas, y poder mantenerse al frente de sus explotaciones, para ello deben solicitar y/o adecuar el rendimiento (kg/hectárea) que les ofrece el seguro, a la realidad productiva de la explotación”, agrega.