COAG-Jaén pide a la Junta de Andalucía que diseñe una estrategia clara y completa, más efectiva a la propuesta hasta ahora contra el algodoncillo, que afecta a gran parte de la zona de Loma Alta de la provincia de Jaén; así como la aprobación de tratamientos alternativos, y que se evalúe de forma exhaustiva los daños ocasionados en todas las parcelas y productores afectados.

Es el tercer año que los olivares de la zona de Loma Alta y más concretamente la localidad de Villanueva del Arzobispo, sufren el ataque del “algodoncillo”. Un insecto que obtiene su alimento picando en el tejido vegetal y succionando la savia del olivo.

Por lo general, este agente no causa daños aparentes, no necesitando de control fitosanitario específico, sin embargo, se ha convertido en un problema extremadamente grave en la zona de Loma Alta, en localidades como Villanueva del Arzobispo, Iznatoraf, Beas de Segura y Villacarrillo, donde sufren pérdidas de cosecha, en algunos casos del 100%, desde hace dos años.

Por esta razón, desde COAG se pide a la administración que en primer lugar los técnicos hagan una evaluación completa y exhaustiva de los daños ocasionados para saber el alcance de la misma y evitar su extensión.

Asimismo, es necesaria diseñar y poner en marcha una estrategia clara, completa y eficaz, en la que se incluya manejo, suelta de depredadores del insecto y la aplicación, como último paso de tratamientos alternativos. Tras verificarse que los aplicados hasta ahora no han surtido ningún efecto.

Se pide a Sanidad Vegetal que apruebe la aplicación de tratamientos, incluso ecológicos, que ya se han aplicado con efectividad en otros cultivos. En este sentido, existen materias activas que se han autorizado en plagas de la misma familia en otros cultivos, como puede ser la psila del peral o del eucalipto.

Asimismo, pide que el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) realice en distintas parcelas diferentes ensayos para averiguar qué productos serían los más adecuados, ya que el algodoncillo no está estudiado al detalle por haberse considerado siempre una plaga secundaria.

Se trata de revertir una situación de extrema gravedad en algunas zonas de la provincia, y que, de hecho, ya  ha ocasionado que se pierdan entre 13 y 14 millones de kilos de aceituna en años anteriores.

Según el boletín semanal Fitosanitario del RAIF del 21 al 25 de abril, ya se ha detectado a finales de abril una presencia del 80% de inflorescencias con presencia de masa algodonosa, en algunas áreas de cultivo de la Zona Biológica de Loma Alta.

Al resto de zonas de la provincia hay que enviar un mensaje de tranquilidad, ya que apenas si se registra un valor medio de 5.90% de brotes con presencia de masa algodonosa o insectos según el mismo boletín del RAIF.

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