
«El 20% de las explotaciones agrarias gestionan el 80% del agua. Una situación que desde la UPA en Jaén y ASARE queremos revertir a través de medidas encaminadas a un cambio en el modelo de gobernanza en la gestión y, por supuesto, un mejor reparto que tenga en cuenta criterios más sociales y justos para garantizar la supervivencia de la agricultura y ganadería familiar». Esos han sido los objetivos de la jornada de la Mesa Social del Agua en Andalucía que se ha celebrado en Jaén y en la que se han expuesto las conclusiones del trabajo que se viene realizando en los últimos ocho años por un grupo de entidades sindicales, organizaciones agrarias, universidades y colectivos medioambientales para dar voz a quienes no tienen voz en la gestión del agua.
El secretario general de la UPA en Jaén, Jesús Cózar, ha sido el que ha puesto números a esta “injusta” situación: “La Mesa Social del Agua viene trabajando desde hace ya ocho años con el único objetivo de conseguir un reparto mucho más justo y más social de este recurso público que gestiona la Administración y que tiene que ser, entendemos, mejor repartido. Lo que no es de recibo es que el 20% de las explotaciones de Andalucía gestionen el 80% del agua. Pasa un poco lo mismo que en la PAC, donde el 20% de las explotaciones se llevan el 80% del presupuesto. Esto es algo que tenemos que intentar revertir, y en eso venimos trabajando no solo desde la UPA, sino en colaboración con otras entidades y asociaciones, y por eso se creó esta Mesa Social del Agua, para que el agua sea un recurso que se reparta de manera mucho más justa y más social, que vaya destinado a las explotaciones familiares, a las explotaciones más sociales”.
Y puso, como ejemplo, la provincia de Jaén, donde “el modelo mayoritario es la agricultura y la ganadería familiar”, para reiterar que ahí es donde se tiene que poner el foco del reparto con criterios más sociales. “¿Cómo se podría revertir la situación?”, se pregunta Jesús Cózar, para responder: “Pues en esta jornada de la Mesa Social, precisamente, se ha debatido esto, se han analizado los criterios para hacer ese reparto más social, porque muchas veces la Administración nos plantea sus dudas sobre cómo hacerlo. Y en esto trabajamos, en aspectos técnicos para hacer un uso más sostenible del agua y, sobre todo, afrontar las situaciones de cambio climático que estamos sufriendo. Voy a poner un ejemplo de los muchos que se han debatido. Cuando hemos tenido periodos de sequía, se ha producido un recorte de la dotación de riego por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y de otras cuencas. Pero ese recorte no lo padece de igual manera una explotación familiar de 10 hectáreas, que una explotación con 1.000 hectáreas. Ese agricultor con 10 hectáreas, que solo tiene esos ingresos exclusivos, no lo pasa igual de mal con la misma reducción que tiene también esa explotación de 1.000 hectáreas, detrás de la que, incluso, hay fondos de inversión. Ahí es donde queremos poner el foco”, concluye el secretario general de UPA Jaén.
Por su parte, Joan Corominas, en representación de la Mesa Social del Agua de Andalucía, ha afirmado: “Hemos explicado los avances que hemos hecho en buscar criterios que permitan usar mejor el agua en beneficio de toda la sociedad. En estos ocho años de trabajo intentamos llevar a efecto lo que dice la Constitución, que el agua es un bien de dominio público para beneficio de todos, no solo para unos pocos. En este sentido, hemos hecho un trabajo de investigación que nos ha permitido plantear medidas para que en el regadío se gestione mejor el agua y que beneficie, sobre todo, a esa explotación familiar, pequeña, que vive en el pueblo y que permite que siga funcionando un modelo de agricultura social y que ese modelo tenga futuro”.
La secretaria general de UGT Jaén, Pilar Gil, añadió en la inauguración: “El reparto de agua tiene que ser más justo y social, y para ello es necesario que vaya vinculado a un empleo de calidad, a planes de prevención, a convenios colectivos, a trabajo digno, porque sin contraprestación se pueden generar, e incluso aumentar las desigualdades. Es importante que haya cohesión social y que ese reparto de agua, también, vaya asociado a un empleo, como he dicho, que sea de calidad y justo”.
Por su parte, el presidente de ASARE Jaén, Alfonso Moreno, reclama que el agua “no sea un motivo de desigualdad, sino un auténtico motor de desarrollo, al mismo tiempo que combatimos los efectos del cambio climático. Para ello es imprescindible una planificación hidrológica seria y rigurosa, basada en el uso sostenible del agua y en la satisfacción equilibrada de las demandas, a través de medidas concretas y ambiciosas, como la modernización total de los regadíos, la revisión de las concesiones, la construcción de nuevas infraestructuras, la reutilización de aguas regeneradas, la doble tarificación volumétrica y, sobre todo, una nueva gobernanza que dé voz a los regantes, a quienes más cuidamos y necesitamos un recurso clave para la supervivencia de nuestras explotaciones”.
En la jornada, varios expertos hablaron sobre los criterios sociales para un reparto más justo del agua; las propuestas del campo jiennense para un plan hidrológico más eficiente; y la aplicación de los criterios sociales en el regadío en la provincia.




