La campaña 2022-2023 constata que la producción de aceites de oliva ha sido de cerca de 666.000 toneladas, con un enlace de algo más de 247.000 toneladas de existencias y una comercialización de 1.086.000 en esta campaña que pasará a la historia como la de los precios en máximos históricos en el mercado de origen. Así lo indica el balance provisional de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023.

ASAJA

El dato más significativo es el de las salidas, tan solo de 75.000 toneladas en el pasado mes de septiembre (sin tener en cuenta las importaciones), lo que supone un total acumulado en la campaña de 1.085.954. “Se trata de un dato bajo, pero si no fuera así, no tendríamos aceite suficiente para vender en esta campaña de comercialización”, ha explicado el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero. En este sentido, también ha apuntado a que la cifra confirma el enlace previsto, de unas 250.000 toneladas, para la campaña que viene: “Será un año muy complicado, especialmente por la falta de producción. A nivel nacional se han estimado unas 750.000 toneladas, y con estas 250.000 las disponibilidades serán cortas, rozando el millón de toneladas”.

Las existencias totales son de 247.284 toneladas en septiembre, de las que en almazaras se sitúan en 79.572; en envasadoras 162.738, y en el Patrimonio Comunal Olivarero en 4.974. Con respecto a la producción comunicada en el mes de septiembre, implica una corrección al alza de 1.577 toneladas, lo que supone un total acumulado de 665.843 en el total de la campaña.

UPA

Por su parte, desde la UPA en Andalucía califican esta campaña como «muy positiva al superarse el millón de toneladas de aceite de oliva vendidas, en concreto 1.085.000 toneladas entre octubre de 2022 y septiembre de 2023. Una campaña que ha estado marcada por numerosas dificultades, especialmente la escasa producción, la crisis climática, los problemas de inflación y las tensiones de los mercados y pese a las que el consumidor se ha mantenido fiel».

El secretario general de la UPA en Andalucía y responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA, Cristóbal Cano, valora así los datos hechos públicos por la AICA, en los que se han vuelto a alcanzar las 90.000 toneladas vendidas en el mes de septiembre para finalizar una campaña de comercialización más que interesante. “Cerramos la campaña 2022/2023 con unos buenos datos de venta. Tanto es así que la calificamos como muy positiva, porque a pesar de las enormes dificultades que atravesamos los olivareros, hemos podido comprobar cómo el consumidor se mantiene fiel a la grasa vegetal más saludable que existe, el aceite de oliva”, afirma.

En este sentido, Cristóbal Cano saca conclusiones positivas de una campaña en la que hemos superado el millón de toneladas vendidas. “Hemos podido constatar la fortaleza del aceite de oliva en los mercados internacionales. Y esa vía tenemos que seguir potenciándola y explorar nuevos canales y mercados europeos y de terceros países de cara a futuras campañas de producción”, confirma.

«Los datos de la AICA no dejan lugar a dudas. En los doce meses de campaña de comercialización se han vendido 1.085.000 toneladas de aceite de oliva, lo que deja una media mensual de 90.000 toneladas, una cifra más que satisfactoria a tenor de la baja producción que hemos tenido. Además, el enlace con la siguiente campaña, que ha comenzado el 1 de octubre, es de 247.000 toneladas. A finales de septiembre, cooperativas y almazaras tenían 134.793 toneladas; 27.0944 estaban en poder de los envasadores y 4.973 toneladas se encontraban en las bodegas del Patrimonio Comunal Olivarero», señala.

Ante esta situación futura, Cristóbal Cano lanza un llamamiento a las administraciones para que pongan encima de la mesa un paquete de ayudas directas a los olivareros. “Vamos a sumar la segunda mala campaña consecutiva, con una producción que superará por poco las 700.000 toneladas en España. Algunos olivareros vivirán un año de 36 meses, sin ingresos y con los costes de producción aún muy elevados. Por eso necesitamos que el olivar tradicional, que las explotaciones familiares y profesionales, que son los que más están sufriendo esta crítica situación, tengan ayudas directas por parte del Gobierno y de la Junta de Andalucía como ya las han tenido otros sectores”, concluye el secretario general de UPA Andalucía.

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