La organización agraria Asaja-Jaén ha hecho hoy su tradicional balance agroganadero del año 2025, en el que sus responsables han vuelto a reiterar que la reconversión es “el camino” para que el olivar tradicional, que “está condenado a muerte” por sus mayores costes de producción frente a otras tipologías de sistemas, sea competitivo. Así lo ha dicho el gerente y portavoz de la organización, Luis Carlos Valero, quien entiende que todo lo que no sea agilizar este proceso de reconversión, vía ayudas o “a pulmón” por parte de los olivareros, son respuestas con “tratamientos paliativos”. “Tenemos un olivar muy productivo, pero no es competitivo”, ha sentenciado.

Por eso, propone que se apueste por la reconversión en la gran mayoría del olivar de Jaén con ayudas “como hemos pedido en el Copa-Cogeca”, y en el que las condiciones no permitan dicho proceso haya partidas presupuestarias para compensar esta circunstancia. “Todo aquel que pueda hacer la reconversión que la haga ya, aunque sea a pulmón, porque es un negocio per se y tenemos que competir”, ha recalcado

Por otra parte, Asaja-Jaén participará el próximo 18 de diciembre en la manifestación paneuropea convocada en Bruselas por la Copa y la Cogeca, donde se espera la presencia de más de 10.000 agricultores de organizaciones agrarias de toda Europa. La movilización denuncia el enfoque de la Unión Europea hacia la agricultura, que “consideramos engañoso y perjudicial para la sostenibilidad de las explotaciones, la seguridad alimentaria y la economía rural”. A esta situación se suma una política comercial de la Unión Europea “intolerable e injusta para la agricultura, que permite la entrada de productos de terceros países sin exigir las mismas normas ambientales, laborales y fitosanitarias que se imponen a los productores comunitarios, lo que provoca una clara competencia desleal y un deterioro de la rentabilidad de las explotaciones”.

Respecto al mercado oleícola, la producción acumulada de la campaña 2024/25 fue de 1.419.128 toneladas, mientras que las salidas acumuladas se cifraron en 1.525.000 toneladas, lo que muestra el buen ritmo de comercialización de la pasada campaña. Así, las existencias finales de campaña se situaron casi en las 300.000 toneladas. Con respecto al precio medio del año se ha cifrado en 3,85 euros según los datos consultados en el Poolred, estando el aceite de oliva virgen extra a 4,13; el virgen a 3,46 y el lampante a 3,15.

En el caso de la campaña 2025/26, según el aforo hecho público por la Junta de Andalucía se espera una producción de 1.080.900 toneladas de aceite de oliva en la Comunidad, lo que supone un 5,5% menos respecto a la temporada anterior, pero un 19,8% más que en la media de las cinco últimas campañas. De esa producción estimada, Jaén producirá un 44% del total, 475.000 toneladas con un rendimiento estimado de un 20,7%. A nivel nacional, el Ministerio estimó una producción de 1.372.000 toneladas, lo que supone un leve descenso del 3% con respecto a la cosecha anterior, pero un 19% por encima de la media de las últimas seis campañas, que estuvieron mermadas por la sequía, especialmente las de 2023/24 y 2022/23.

En cuanto a la comercialización, el Ministerio ya anunció que no pondrá en marcha la retirada de aceite de oliva para esta campaña al no alcanzarse el umbral previsto para su activación.

Este año se ha aprobado una nueva norma de calidad para los aceites vegetales comestibles, que sustituye a la reglamentación técnico-sanitaria vigente desde 1983, y que en el caso que nos afecta mantiene la protección de la denominación “virgen” y “virgen extra”, reservada exclusivamente para los aceites de oliva, al tiempo que se prohíben las mezclas de aceites vegetales con aceites de oliva. También en materia de calidad, desde la Interprofesional del Aceite de Oliva Español se ha solicitado al Gobierno que se sume a la Propuesta de Excelencia del sector para reforzar las garantías de calidad y transparencia al consumidor, basándose en un sistema de autocontrol de carácter voluntario y la optimización del uso de información clara por las entidades del sector a las administraciones.

PAC

Importante ha sido la introducción de nuevas flexibilidades en la aplicación de la actual Política Agraria Común, que modifica diversos reales decretos de la PAC para mejorar la aplicación de los ecorregímenes y eliminar la obligatoriedad del uso de fotos geoetiquetadas. Una modificación que recoge algunas de nuestras demandas, pero que “desde Asaja-Jaén nos parece insuficiente. Y es que en estos primeros años de aplicación de la nueva PAC, se evidencia con datos la traición de Planas al campo jiennense y andaluz que en los últimos años venimos denunciando, y en este sentido recordamos que Jaén ha perdido desde su entrada en vigor 25 millones de euros cada año. Ante este dislate, y con la apertura de los debates de la reforma de la actual PAC, pedimos cambios significativos en el Plan Estratégico de la PAC de tal manera que tengamos una PAC común fuerte con una simplificación real, una regulación de los mercados y un presupuesto más elevado”.

Con respecto a la tramitación de las nuevas ayudas de este año, ha estado marcada, de nuevo, por la complejidad y la burocracia. Y a pesar de que se han puesto en marcha medidas de flexibilización en algunos puntos por parte de la Unión Europea tras las manifestaciones realizadas, “consideramos que siguen siendo insuficientes”.

La reforma de la PAC en el Marco Financiero Plurianual 2028-2034 ya fue motivo de protesta el pasado 20 de mayo y 16 de julio en Bruselas, “donde volvemos este 18 de diciembre para denunciar el enfoque de la Unión Europea hacia la agricultura, que consideramos engañoso y perjudicial para la sostenibilidad de las explotaciones, la seguridad alimentaria y la economía rural. España recibe actualmente 47.724 millones de euros del periodo 2023-2027 en el marco del Plan Estratégico de la PAC. La propuesta de la Comisión Europea para 2028-2034 fija un total de 37.235 millones, lo que supone un recorte absoluto de 10.488 millones de euros, equivalente al 21,98%”. Además, se plantea la desaparición de los dos pilares tradicionales, con la fusión de FEAGA y FEADER y la mezcla de fondos regionales, ayudas agrícolas y partidas para migración, sin garantizar el 100% del presupuesto de la PAC para la agricultura. Cada Estado miembro podría tener que aportar fondos propios para cubrir necesidades, generando desigualdades en el mercado interno.

Por su parte, el 26 de marzo y el 8 de junio los veterinarios protagonizaron manifestaciones en Madrid y en las subdelegaciones del Gobierno provinciales contra la normativa actual sobre medicamentos veterinarios, especialmente en relación con la prescripción y el uso de antibióticos

Reconversión

La Unión Europea es el principal productor mundial de aceite de oliva, con cerca del 60% de la oferta, y solo en España representa más del 45% del mercado y el 65% de la producción de la UE, seguida de Italia, Grecia, Portugal y Francia. Sin embargo, la producción de aceite de oliva de la UE se ve cada vez más amenazada por la competencia mundial, sobre todo de los países del norte de África y Oriente Medio, que han invertido mucho en el cultivo moderno del olivo. Además, los productores de la UE luchan por adaptarse a un clima que cambia rápidamente y a un entorno geopolítico volátil, pero se han observado diferencias de competitividad entre los distintos sistemas de producción y zonas geográficas. En particular, los olivares tradicionales y no mecanizados se encuentran en desventaja estructural frente a los sistemas modernos, mecanizados y de alta intensidad. A ello se suman los recortes en la Política Agraria Común (PAC) comentados en el apartado anterior.

“Para preservar nuestro liderazgo es esencial invertir en la reestructuración y reconversión para mejorar la competitividad de la UE y garantizar un futuro sostenible para la producción de aceite de oliva en Europa. En este contexto, desde el Copa-Cogeca estamos trabajando en una propuesta única a nivel europeo, y por parte de Asaja planteamos que este plan de reconversión del olivar se financie al margen de los presupuestos de la PAC, garantizando el apoyo a todos los métodos de cultivo del olivar en especial a los olivos de difícil mecanización (pendiente, etc). Esta reconversión será voluntaria y finalista, y en función de la nueva plantación será la cuantía que deberán de recibir, diferenciando entre secano y regadío, y cambio de variedad”, asegura.

Infraestructuras hidráulicas

La sequía de los últimos años que ha afectado a las diferentes producciones ha revertido con la llegada de la primavera, y según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), los pantanos almacenan actualmente 30.559 hm3 de agua, situándose al 51,3% de su capacidad total, mientras que en el caso de la cuenca Hidrográfica del Guadalquivir está al 44,7%.

Aun así, “es imprescindible apostar por una política hidráulica con inversiones en construcción y modernización de infraestructuras que permita mejorar la gestión de los recursos hídricos y la eficiencia en el uso del agua. En este sentido, consideramos que es fundamental que se acometan proyectos más que reivindicados y presupuestados en los últimos años, como son las conducciones de la presa de Siles y la Cerrada de la Puerta, absolutamente necesarias para afrontar el cambio climático y la reconversión del olivar”.

En otro orden de cosas, se han analizado otros asuntos. “Aunque desde el Ministerio se nos vende el acuerdo de Mercosur con numerosos beneficios para el sector, los países que forman parte del tratado no aplican las mismas normas de seguridad alimentaria, ni de sostenibilidad medioambiental, ni de bienestar animal, y sus costes laborales son mucho más bajos, cuestiones que no solo afectan al sector primario sino a todos los sectores de la economía. También nos hemos opuesto a los intentos de la Unión Europea de cerrar un nuevo acuerdo comercial con Marruecos que concede preferencias arancelarias a los productos del Sáhara Occidental, puesto que dicho pacto sienta un peligroso precedente, socava la equidad del mercado y pone en tela de juicio el respeto de la UE por las resoluciones internacionales”, subraya.

Este año “también nos hemos enfrentado de nuevo a los aranceles que EE UU ha impuesto, entre otros productos, al aceite de oliva, del 15% como parte de un acuerdo comercial más amplio entre la UE y EE.UU., afectando principalmente al aceite envasado. Según los datos dados por el Ministerio, hasta la entrada en vigor de los aranceles, la presencia del aceite de oliva español ha aumentado su presencia un 27 % este año, mientras que luego ha habido una afección mínima del 3 %, por lo que habrá que esperar a ver el saldo final de 2025.Y con China, la incoherencia es todavía más evidente: dependencia comercial creciente, importaciones masivas sin garantías de reciprocidad y una ausencia total de medidas para proteger a los productores europeos. La Comisión Europea, en vez de reforzar la agricultura y la ganadería como sector estratégico, las debilita y las relega a un segundo plano”.

Seguros

“Parece que poco a poco los agricultores y olivareros estamos entendiendo el seguro agrario como una herramienta de mantener las rentas agrarias en los años con climatologías adversas. A pesar de que, sobre todo, en la línea de olivar, se han endurecido las condiciones de aseguramiento, debido en gran medida a la siniestralidad de las últimas cosechas, la mayoría de asegurados han mantenido y renovado sus contratos para los dos próximos años.Todo esto no sería posible sin el apoyo de las instituciones públicas implicadas, tanto el Ministerio de Agricultura (por medio de la entidad Enesa) como por parte de la Junta de Andalucía, que otorgan unas subvenciones importantes, que ayudan indudablemente a la contratación.En estos últimos años, sobre todo aquellos de sequías más extremas, las indemnizaciones percibidas por los olivareros han contribuido al mantenimiento y viabilidad de sus explotaciones”, añade.

La contratación de seguros de olivar en Jaén supone un 60% de la misma a nivel autonómico y un 50% a nivel nacional, en este último año ha supuesto una facturación en nuestra provincia de alrededor 9.5 millones de euros, en torno a 60.000 hectáreas aseguradas y unas 1.300 pólizas contratadas con una prima media de coste para el agricultor de 2.747 euros, teniendo en cuenta que esta prima es bienal. “Si anualizamos quedaría en la mitad 1.374 euros por explotación de media (la explotación media asegurada es de unas 46 hectáreas), que cada uno saque sus propias conclusiones, pero no parece un coste excesivo para protegerse. En resumen el coste medio por hectárea de olivar y añosería de 29 euros, lo que parece asumible para el productor. Por todo ello, pensamos que el seguro agrario, con sus luces y sus sombras, sigue siendo la única herramienta a nuestra disposición, para salvaguardar los olivares frente a la meteorología”, precisa.

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