Cáritas Interparroquial de Jaén ha puesto ya en marcha, un año más, su dispositivo de calle para el acompañamiento a personas temporeras durante la campaña de recolección de la aceituna. Personas voluntarias de Maristas, Salesianos, Pastoral Universitaria, Cristo Rey, Grupo Indiana, la parroquia de Santiago Apóstol, la Hermandad de la Sagrada Lanzada y el Seminario Diocesano de Jaén, entre otros, forman parte del equipo. Como se viene realizando en los últimos años, todos los días de la semana, entre las 20:30 y las 22:30 horas, aproximadamente, recorrerán las calles de la capital con el propósito de detectar necesidades de atención humanitaria a las personas que llegan a la provincia atraídas por la campaña de recolección de la aceituna.
El coordinador del dispositivo, Carlos Baeyens, subraya que se trata de “un grupo de personas dedicado a acompañar con su presencia las vidas de los temporeros, especialmente de aquellos que se quedan en la calle por diversas situaciones”. Según afirma, la activación del dispositivo ha venido determinada porque en los últimos días se ha constatado un incremento significativo del número de personas llegadas a la capital, lo que se ha traducido en más atenciones en el Comedor de Belén y San Roque, así como en el Centro de Día Santa Clara, según señala en un comunicado.
Baeyens recalca que, una vez puesto en marcha, todas las impresiones y datos recogidos por los voluntarios quedarán registrados en informes que ofrecerán a Cáritas una imagen fiel de la realidad. Estos informes también se remitirán a todas las instituciones para que diariamente queden informadas de la situación registrada la noche anterior. El coordinador del dispositivo concreta, además, el compromiso de mantener una comunicación estrecha con otros colectivos e instituciones implicados en garantizar la mejor atención posible a las personas temporeras que llegan a la provincia.
Explica que el objetivo principal, como se viene realizando en los últimos años, es “estar al lado del que sufre y denunciar estas situaciones de manera pública”. Baeyens recuerda que los voluntarios facilitan información sobre los recursos para cubrir sus necesidades básicas durante su estancia, así como comparten con ellos una bebida caliente, galletas y algo de abrigo, como mantas y sacos de dormir, en caso necesario. Pone también el acento en que la comida es solo una herramienta para acercarse a las personas que encuentran y entablar una conversación con ellos. “Tratamos de ayudar al temporero, desde la coordinación con distintas instituciones, para que su estancia aquí sea la mejor posible, sepa los lugares para dormir, dónde puede encontrar trabajo, dónde comer y el acceso al aseo personal, entre otros”.
Carlos Baeyens hace hincapié en que la labor del dispositivo supone también una formación para comprender el proceso migratorio y el acompañamiento a personas en situación marginal, pero, sobre todo, “un acercamiento y un contacto directo con los hermanos desde la sencillez, la humildad y el tú a tú”. “Es ahí, en ese encuentro, donde hallamos la presencia de Dios que mueve nuestros corazones”, añade. El coordinador del dispositivo muestra su convencimiento de que este acompañamiento debe realizarse “desde la vida compartida”. “Es por ello que, cuando nos encontramos con personas abiertas a contar su historia o que nos piden ayuda, ponemos nuestro tiempo, conocimiento y voluntad para compartir esas dificultades con ellos”, concluye.
El coordinador del dispositivo agradece a todas las personas voluntarias, tanto las que salen a la calle, como las que preparan los alimentos en el Hogar Santa Clara, el trabajo desinteresado que realizan. Las personas interesadas en sumarse o acercarse a esta realidad de cualquier forma pueden hacerlo enviado un correo electrónico a la dirección dispositivo.caritas@gmail.com.