El sector agrario y agroindustrial, por su carácter estratégico y esencial, continúa su actividad, no sin dificultades. Además de extremar las medidas de protección e higiene en las empresas para evitar contagios por Covid-19 y garantizar la seguridad alimentaria, lo que ha supuesto costes añadidos, dos semanas después de decretarse el estado de alarma en España ya sufren los efectos económicos del cierre del canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías), según señala la federación. En consecuencia, los problemas de rentabilidad que estos meses de atrás afectaban especialmente a aceite de oliva y frutas y hortalizas, se extienden ahora también a los sectores ganaderos en su conjunto, especialmente a las carnes de mayor valor añadido.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se es muy consciente de las repercusiones económicas globales que está ocasionando la pandemia, pero debido a la indispensabilidad de la actividad agraria y agroalimentaria, único sector que no ha parado y no puede parar, se hace un llamamiento a consumidores y administraciones.
A los consumidores se pide primar el producto nacional sobre el de otros orígenes y, si es posible, el producto de cooperativa. Solo en Andalucía existen 660 empresas cooperativas, de cuya rentabilidad depende directamente el futuro de 286.000 familias en la región; de miles de agricultores y ganaderos que viven, producen y fijan población y riqueza en la comunidad. Igualmente, cerca de 40.000 empleos están sujetos a la actividad de las cooperativas andaluzas, sin contar aquellos en las explotaciones de los socios y en empresas auxiliares del sector.
Si bien existen acuerdos comerciales de la Unión Europea con terceros países, por los que llegan a nuestros lineales alimentos desde otros Estados, ahora más que nunca se hace necesaria la preferencia comunitaria y la sensibilidad con los alimentos de origen nacional, pensando en la economía y el empleo en España y en una región eminentemente agraria como es Andalucía. Opciones hay, y muchas cooperativas, a fin de dar respuesta a los consumidores en esta situación de confinamiento, están realizando envíos directamente a domicilio de aceite de oliva, de carnes y productos ganaderos, así como de otros alimentos frescos, caso de las frutas y hortalizas, añade.
En cuanto a las administraciones, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía hace un llamamiento al Gobierno de España para que apruebe, sin más demoras, medidas que inyecten liquidez al sector agrario y agroalimentario. Sin ir más lejos, ayer se iniciaba la campaña de la Renta 2019 y el sector sigue reclamando reducciones en los módulos, más necesarias en estos momentos que cuando comenzó el período de movilizaciones en las carreteras el pasado mes de enero.
“El consumo interior está en auge, pero las exportaciones están ralentizadas o paralizadas, lo que supone un descalabro para un sector mayoritariamente exportador; los productos frescos y de la ganadería afrontan cancelaciones masivas de pedidos en HORECA y pérdidas de producción; la campaña de frutos rojos está en peligro no solo por el descenso de consumo, sino también por la falta de mano de obra, tanto por la imposibilidad de llegada de los contingentes como por ausencia del número necesario de trabajadores españoles”, agrega.
Por tanto, desde la organización se vuelve a insistir en que es urgente que el Gobierno de España adopte un paquete de medidas económicas para un sector que, como se está demostrando, es estratégico y que debe incluir la inminente bajada de los módulos de IRPF; medidas de gestión de crisis como ayuda al almacenamiento para las producciones ganaderas; la modificación de las tarifas eléctricas; el aplazamiento de impuestos y mayor bonificación del gasóleo agrario, entre otras.
Para finalizar,Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía traslada su enorme preocupación ante la escasez y, en algunos casos inexistencia, de equipos de protección (EPIs), que deben garantizarse a fuerzas de seguridad y centros hospitalarios y también al sector agrario y las cooperativas, que están realizando donaciones de material propio, aun a riesgo de no poder atender sus campañas.