En la diana. Los técnicos de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía en Jaén han vuelto a acertar de pleno con el vaticinio que hicieron en septiembre pasado respecto al avance de cosecha de aceite de oliva (aforo) para esta campaña oleícola 2021-2022. Y eso es un hecho a tener en cuenta y muy plausible en un escenario tan complejo por la prolongada y preocupante falta de lluvias; por el ligero adelanto de presentación de los datos en varias semanas respecto a campañas anteriores y por el cuestionamiento de los datos por buena parte del sector productor que demandó de forma insistente y reiterada su revisión a la baja.

Conviene, en honor a la verdad y por respeto a la credibilidad que tiene esta herramienta, que se imponga el rigor y que cualquier discrepancia con las cifras del aforo tenga una apoyatura argumental basada en algo más que el simple olfato o las sensaciones en un asunto tan serio y tan sensible como la disponibilidad de aceite para los próximos meses.

Sostengo desde hace tiempo  la opinión que el aforo es un material de ayuda, un instrumento útil y solvente al servicio del sector oleícola para la puesta en marcha de las mejores estrategias para la comercialización y la toma de decisiones de los consejos rectores de las cooperativas y los responsables de las almazaras en las operaciones de compraventa del producto. En definitiva, es un estudio técnico realizado de manera profesional que alguna campaña puede no ser infalible por cuanto intervienen muchos factores y elementos a la hora de estimar el avance de campaña, pero que suele dar en el clavo con sus estimaciones.  Y como todo estudio de campo, también conviene  tener en cuenta que el aforo está sometido a la variable de un margen de acierto y error de un más/menos diez por ciento.

Dicho esto, los datos son los que son. El aceite ha estado en el olivo y posteriormente en la bodega. La cifra de producción final a 31 de enero se acercaba a las 453.000 toneladas en la provincia de Jaén (480.000 es el pronóstico del aforo); a 1.021.000 en Andalucía (1.050.000) y en España se aproximaba a 1.340.000. Unos registros productivos a los que habrá que sumar el chorreón de febrero y los ajustes finales de la campaña. Por eso titulamos en el último número de Oleum Xauen como “Dos producciones como casi dos gotas de aceite” por su semejanza a la anterior en cuanto a registro productor y mercado de precios.  

Finalizada prácticamente la recolección de la aceituna habrá que ver ahora cómo transcurre esta campaña oleícola en su segunda parte y la incidencia que pueda tener en la próxima la alarmante falta de lluvias. Habrá que estar atentos, por tanto, si se producen tensiones en los precios, si mejora el consumo, sobre todo el nacional, y si las exportaciones continúan con su buen ritmo comercializador, siempre desde la generación de valor añadido a unos precios equilibrados que satisfagan los intereses de los productores y de los consumidores sin pronunciados dientes de sierra. Y a eso creo, honestamente, es a lo que debemos emplear las energías y poner toda la carne en el asador, además de en promocionar de forma continuada y siempre desde la mejor calidad de los aceites de oliva.

Asensio López, director de la revista Oleum Xauen

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