
La Fundación SEIMC-GESIDA lanza un estudio sobre los efectos del consumo de aceite de oliva virgen extra en la aparición de eventos cardiovasculares en población con VIH, que permitirá evaluar el impacto de su integración en la dieta de 1.300 personas durante 5 años. El estudio, titulado “Efectos del consumo de aceite de oliva virgen extra en la aparición de eventos cardiovasculares en población que vive con VIH (Oleum VIHtae)” se lanza desde el Hospital Universitario Costa del Sol y está liderado por el Dr. Julián Olalla Sierra, miembro del servicio de Medicina Interna y FSG asumirá la responsabilidad de actuar como Promotor del mismo. La iniciativa tiene carácter nacional e implica a 39 centros hospitalarios de catorce comunidades autónomas.
Este estudio parte de la evidencia de que el consumo regular del AOVE aumenta la supervivencia y disminuye la aparición de eventos cardiovasculares en personas con un riesgo vascular elevado. Por esa razón, los expertos recomiendan su uso en la cocina diaria, tanto en crudo para aderezar ensaladas como en la preparación de platos cocinados, ya que su estabilidad a altas temperaturas lo convierte en una opción saludable también para la fritura.
El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, es rico en ácidos grasos monoinsaturados y compuestos antioxidantes como los polifenoles, que han sido asociados con la protección de las arterias y la reducción de la inflamación. De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, incluir aceite de oliva en la dieta diaria puede disminuir hasta en un 30% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y mejorar la esperanza de vida en pacientes con antecedentes de problemas cardíacos.
Por otra parte, la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) se reconoce desde hace tiempo como un factor de riesgo cardiovascular, incrementándose en estos pacientes la incidencia de este tipo de eventos respecto a la población general. Esto ha llevado al desarrollo de estrategias de prevención de los factores de riesgo cardiovascular en personas que viven con VIH (PVVIH) y a extremar el control de los mismos.
Teniendo en cuenta lo anterior, se ha diseñado un estudio a nivel nacional para observar el efecto del AOVE en PVVIH referido a la aparición de eventos cardiovasculares como el síndrome coronario agudo o el ictus entre otros. El estudio reclutará a 1.342 PVVIH provenientes de diferentes partes de España y los seguirá hasta un máximo de 5 años. Un brazo del estudio recibirá AOVE para su consumo diario y el otro, consejos para seguir una dieta baja en grasas.
El AOVE es uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea, un patrón alimentario reconocido mundialmente por sus beneficios para la salud y parte de nuestro patrimonio gastronómico y cultural. Su inclusión en nuestra alimentación diaria puede marcar una diferencia significativa en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la mejora de la calidad y esperanza de vida de quienes ya padecen afecciones cardíacas.
Con estos hallazgos se espera contar con evidencias científicas que refuercen la recomendación de optar por el AOVE como grasa principal en la dieta, desplazando otras fuentes menos saludables y promoviendo un estilo de vida equilibrado y beneficioso para el corazón de las PVVIH. Para ello, el estudio cuenta con la colaboración de la Fundación Unicaja, entidad que apuesta por la investigación y el avance en Biomedicina como una de sus líneas estratégicas.
Por su parte, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español aportará el AOVE para que el ensayo pueda llevarse a cabo. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que trabaja en la promoción de este alimento y que apoya la innovación en campos como el de la salud. La distribución del llamado “oro líquido” se llevará a cabo por Bidafarma, cooperativa de distribución mayorista de medicamentos de amplia gama con implantación nacional, que garantizará desinteresadamente, que el AOVE del estudio llegue a cada uno de los hospitales participantes