El Consejo Oleícola Internacional (COI) se ha hecho jiennense esta semana durante cuatro días. Sus representantes han dejado la sede oficial de Madrid para arribar en la capital mundial del aceite de oliva y hacer parada en Jaén. Han tenido que pasar 23 años para que ocurra, y eso gracias al impagable esfuerzo que está haciendo la Diputación Provincial de Jaén por promocionar y divulgar el mar de olivos y los excelentes aceites de oliva a través de múltiples vías y eventos de naturaleza variada. Lluvia fina, o si nos ponemos en términos “marketingianos” podemos calificar esta acción promocional como intangible. Pero tengan claro que en cuestión de promoción nunca la inversión ni el tiempo son perdidos.

Y visto desde fuera y según me cuentan, la estancia del COI en Jaén ha resultado positiva. Todo lo que sea incrementar el conocimiento y la valorización de nuestro territorio a pie de campo siempre es un acierto y trae nada más que ventajas. Y aunque reconozco que no es fácil, el COI tiene una labor de hacer de correo de transmisión por promocionar también los territorios del olivo, saliendo más de su sede y acercando la institución más de lo que lo hace a la sociedad, por lo que necesita seguir en esta línea y mejorar su política de comunicación.

Y todo ello con el fin de aunar esfuerzos y contar abiertamente el trabajo qué hace y la función que desarrolla. Se necesita más pedagogía y liderar también los objetivos y los retos del sector, que deben ser asuntos prioritarios en la agenda del COI, además de llevar un poco más de iniciativa en dicho sector con tantas incertidumbres y con tantas oportunidades. Por lo demás, en los próximos meses habrá que elegir un nuevo director ejecutivo del COI al cumplir en 2023 el mandato del tunecino Abdellatif Ghedira. Un cargo que nunca ha ostentado un español, aunque la sede del COI esté en Madrid y aunque España sea el principal país mundial y la referencia internacional en materia oleícola.

Finalmente, sólo me cabe felicitar a todos cuantos han hecho posible esta pequeña cumbre de países oleícolas y a los que han participado en la misma, con la sonora ausencia del ministro español de Agricultura, Luis Planas, en unos encuentros en los que ha quedado demostrado que la demanda crece, pese a esta campaña corta, por lo que se hace necesario seguir aumentando la producción, siempre con rentas dignas para todos los eslabones de la cadena de valor, y con precios razonables que satisfagan los intereses de los productores y de los consumidores, con la sostenibilidad y el buen hacer por bandera.

*Asensio López, director de Oleum Xauen

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