El sector olivarero prepara un mes de marzo caliente endureciendo su calendario de protestas por el bajo precio del aceite de oliva. El estado permanente de movilización en el que se encuentran instaladas las tres organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva “nos lleva a suspender la salida de cisternas de aceite y a recuperar la Marcha Olivarera que ya llevamos a cabo en los años 90 del siglo pasado”, aseguran. Nuevas acciones que se desarrollarán, de forma consensuada en toda Andalucía, a lo largo del mes de marzo y para las que se hace un llamamiento para que sean secundadas por todo el sector primario de España. Incluso, se está estudiando la posibilidad de, una vez en Madrid, instalar una acampada.
La suspensión de la salida de cisternas de aceite y la marcha olivarera forman parte del calendario de movilizaciones que comenzó en Jaén en el mes de mayo de 2019 y que en 2020 ha arrancado con los exitosos cortes de las cuatro autovías que cruzan la provincia de Jaén, y que seguirá con las concentraciones en los 97 municipios de la provincia, el próximo lunes. Para ello, el sector olivarero vuelve a hacer un llamamiento a todos los agricultores y a la sociedad en general para secundar estas nuevas movilizaciones que se preparan en marzo. “La marcha partirá desde Jaén, pero esperamos que a lo largo del recorrido se vayan incorporando territorios a fin de mantener activas las reivindicaciones de los agricultores”, afirman.
La recuperación de la Marcha Olivarera y la suspensión de la salida de cisternas son dos acciones más con la que el sector quiere “visibilizar la crítica situación de bajos precios en origen que estamos sufriendo desde hace dos años. Y, aunque gracias a las movilizaciones generalizadas se ha conseguido que el problema de los precios forme parte de la agenda política, sí es verdad que todavía no se ha concretado ninguna medida que permita revertir esta crítica situación”. De ahí que el sector continuará con las movilizaciones, en las que se enclava la marcha, la no salida de cisternas y el posible asentamiento hasta que se comience a vislumbrar una recuperación de las cotizaciones y soluciones al problema estructural que sufrimos desde hace dos años.