El suelo productivo de España en aceite de oliva en las últimas décadas se remonta a la campaña 1995-1996 con 336.000 toneladas, casi 97.000 solamente obtenidas en la provincia de Jaén, el territorio con más producción del mundo. La sequía, las adversas condiciones meteorológicas y el carácter vecero del cultivo del olivar fueron los detonantes de esa paupérrima producción, que en consecuencia disparó los precios en torno a las 700 pesetas por esa escasísima oferta.

En las  últimas décadas también ha habido otras producciones bajas y cortas de aceites de oliva en España, como la registrada en la 2012-2013, en la que se obtuvieron 618.000 toneladas, 142.000 de las cuales en la provincia de Jaén. Mientras, en la 2005-2006 se alcanzaron las 825.000, 266.000 conseguidas en el territorio jiennense. Y la cifra se elevó hasta las 842.000 toneladas de aceites de oliva en España en la campaña oleícola 2014-2015, casi 232.000 de las cuales obtenidas en la provincia de Jaén.

Para contextualizar estos datos y los dientes de sierra que se producen entre campañas, sobre todo por la incidencia directa de la meteorología y por la entrada en producción de las nuevas plantaciones de olivar, conviene poner de manifiesto el histórico de anteriores décadas en cuanto a producción de aceite de oliva se refiere. Así, la media de producción en la década de los años sesenta era de unas 300.000 toneladas de aceites de oliva cuando en la de los 70 se superaban ya las 400.000 y ligeramente las 500.000 en los años ochenta de promedio. En la década de los noventa la cifra media se aproximaba ya a las 700.000 y ya en el siglo XXI la producción ha superado ampliamente el millón de toneladas, con casi 1,8 millones de toneladas en la campaña 2013-2014, que constituye hasta ahora el récord en términos de producción.

Entradas recomendadas