España se sitúa como el mayor productor ecológico por superficie en la Unión Europea y sexto a nivel mundial según el último estudio de caracterización y proyección de la producción ecológica 2023 que ha elaborado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Según estos datos, la producción ecológica alcanzó en 2023 los 4,94 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 47,9 % con respecto al año anterior. Esta cifra se traduce en un valor de 5.962 millones de euros, con un crecimiento del 77,92 % respecto a 2022, lo que consolida este modelo como estratégico y sostenible.

Por lo tanto, y según el estudio, el gasto en productos ecológicos fue de 2.916 millones en 2022, un 9,83 % más que el año anterior, y representa el 3,36 % del consumo alimentario total y un gasto per cápita de 60,65 euros.

Los productos ecológicos más consumidos fueron frutas y hortalizas frescas, carnes, huevos y leche. En distribución, crecieron los supermercados, tiendas de descuento y el comercio online, mientras que los hipermercados bajaron su cuota.

Además, las exportaciones alcanzaron los 3.047 millones de euros -82,56 % más que en 2022-, lo que supera ampliamente a las importaciones, con un saldo comercial positivo de 1.567 millones. Los principales destinos fueron Alemania, Francia y Países Bajos, así como EE. UU., México, Reino Unido, Canadá y Japón. Estos datos reflejan el lugar destacado de España a nivel mundial en importación y exportación ecológica.

Por otra parte, la ganadería ecológica también creció un 18,24 %, con más de 11.000 actividades registradas.

El director general de Alimentación, José Miguel Herrero, ha examinado estos datos hoy en una mesa redonda junto a representantes de la Asociación Española de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos (Asobio), la Asociación profesional española de la producción ecológica, (Ecovalia), y la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, (Anged).

En su intervención, Herrero ha destacado el compromiso del Gobierno para el fomento y desarrollo de la producción ecológica. Muestra de ello es que la  Estrategia Nacional de Alimentación (ENA), presentada recientemente, incluye el fomento de medidas con apoyo técnico e incentivos económicos para incrementar la producción y el consumo, consolidar los sistemas de producción y la creación de plataformas de comercialización.

También ha recordado la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario o el real decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos, en el que se establece que un porcentaje mínimo del coste de adquisición de alimentos, o de platos principales, será de producto ecológico.

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