Hacienda Vadolivo es una compañía que se encuentra en crecimiento y en expansión gracias a la dedicación y al esfuerzo que le pone su alma máter, Antonio Lorite Padilla, natural de la pedanía ubetense de Santa Eulalia. Hacienda Vadolivo está centrada en el cuidado del fruto de la aceituna, en la búsqueda de la calidad de sus zumos y en el respeto por el medio ambiente. Se encuentra en las inmediaciones del río Guadalquivir a su paso por El Molar, un núcleo de población perteneciente a Cazorla, en cuya DOP se encuentra inscrita para amparar sus aceites de oliva virgen extra, al igual que también en la de la DOP Sierra de Segura con su reconocido AOVE Fuenroble que produce en Potosí 10.

Nació a finales de la década de los años ochenta, aunque no fue hasta los primeros años de este siglo cuando Vadolivo comenzó su proceso de crecimiento y de expansión con varios centros productivos a lo largo de estos años en la provincia de Jaén, entre ellos en Villanueva de la Reina, Villacarrillo, Orcera y Vilches, así como otro en el granadino de Cuevas del Campo, según confirma a Oleum Xauen Juana Lorite, del Departamento de Producción y Calidad de Vadolivo.

Subraya Juana Lorite el importante incremento experimentado cuando al inicio molturaban dos o tres millones de kilos frente a los más de veinte de producción en esta campaña oleícola como consecuencia de esa apuesta por el mencionado proceso de crecimiento que les ha llevado a un mejor posicionamiento en el mercado y a ser una referencia en el sector.  Señala, por otra parte, que cuentan con varias marcas, entre ellas resalta Guiradoli Sierra de Cazorla, Coto Ríos o Sierra Oliva, entre otras, néctares de aceituna que comercializa en el mercado nacional y exporta a países de América del Sur, Australia o Estados Unidos, entre otros, con aceites de oliva de las variedades picual, royal, arbequina y hojiblanca, además del ecológico picual, royal y arbequina.

Entre sus proyectos destacan continuar con sus líneas estratégicas de crecimiento y de expansión, mejorar la envasadora y la puesta en marcha de una planta de secado de hueso de aceituna en Casa Grande, el centro de producción que tiene en Villanueva de la Reina. Y ello sin renunciar a su compromiso por la calidad con el reto de ofrecer aceites de oliva diferenciados y con personalidad propia.

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