
La comercialización de aceites de oliva ha caído en España en los nueve primeros meses de la campaña (de 1 de octubre de 2022 a 30 de junio de 2023) un 36% respecto a la anterior y un 32% en comparación con las cuatro últimas al venderse en estos tres trimestres 814.400 toneladas, lo que supone un promedio mensual cercano 90.500 toneladas. Así lo ha constatado Oleum Xauen en el balance provisional de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).
De esa cantidad total, 546.400 toneladas corresponden a exportaciones, un descenso de un 32 por ciento respecto a la campaña anterior y a las cuatro últimas, lo que constituye un promedio mensual de 60.000 toneladas. Respecto al mercado interior, la caída es aún mayor por cuanto sólo se ha comercializado en España 268.000 toneladas de aceites de oliva en estos nueve meses, una cifra que se sitúa por debajo de las 30.000 toneladas mensuales en estos tres trimestres, lo que supone una merma del 42 por ciento respecto a la anterior campaña y de un 38 por debajo de las cuatro últimas.
Los recursos de esta campaña han estado muy por debajo de la anterior y de la media de las cuatro últimas debido a la caída de la producción, que ha alcanzado sólo las 663.000 toneladas, un 56 por ciento menos que en la anterior y un 54 por debajo de las cuatro últimas, lo que supone la segunda peor producción del siglo XXI como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas.
Entre tanto, las importaciones (165.800 toneladas en estos nueve meses) han sido similares a la media de las últimas cuatro campañas, con altos niveles durante el mes de diciembre, con una caída del ocho por ciento respecto a la anterior campaña y un 4 por ciento superior a las cuatro últimas. Las existencias totales (454.500) han estado un once por ciento por debajo de la media de las cuatro campañas anteriores y un siete respecto a la anterior en una campaña en la que continúa la subida de precios para todas las categorías, que se sitúan en máximos históricos.