La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo,  presentará en Jaén el próximo 3 de octubre la estimación de cosecha de aceituna y de aceites de oliva (aforo) para la campaña 2022-23, cuya producción se pronostica como corta y muy inferior a la 2021-2022 como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas y del carácter vecero del cultivo del olivar.

En la actual campaña que apura sus últimos días se han producido en España 1.488.476 toneladas de aceites de oliva, de las que algo más de 1.152.000 se han obtenido en Andalucía y 500.000 en la provincia de Jaén, el territorio más productor del mundo de la más saludable grasa vegetal.

La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía ha adelantado por segundo año consecutivo los trabajos del aforo para estimar la cosecha de aceituna y de aceites de oliva para la campaña oleícola 2022-2023. Y eso ante unas expectativas de producción a la baja por cuanto se prevé, por las adversas condiciones meteorológicas que han agudizado el estrés hídrico del olivar, que la venidera sea sensiblemente inferior a la actual.

Dicho adelanto de varias semanas viene motivado por el hecho de que las comunidades autónomas deben enviar al Ministerio de Agricultura sus previsiones de cosecha antes de que acabe la campaña (30 de septiembre) ante el cambio que se produjo el pasado año tras la aprobación del real decreto que desarrolla la aplicación del artículo 167 bis de la Organización Común de los Mercados Agrarios (OCMA) de la Unión Europea para fijar los requisitos y el contenido de una norma de comercialización para el sector del aceite de oliva 

De esta manera, los trabajos del aforo de la Delegación Territorial de Agricultura de la Junta de Andalucía en Jaén, que pronostica con rigor y solvencia la estimación de cosecha de aceituna y de aceite de oliva, comenzaron el 1 de septiembre cuando lo habitual antes es que se iniciaran en la segunda quincena de septiembre.

Son ocho profesionales, repartidos en cuatro equipos de dos personas cada uno, los que efectúan el avance de cosecha que se pronostica para la inminente campaña, que se podría catalogar como baja debido a la falta de lluvias, a las altas temperaturas y al carácter vecero del cultivo del olivar, circunstancias que han tenido una incidencia negativa en el cuajado del fruto tras un adverso proceso de floración y polinización.

Los trabajos del aforo comienzan con una puesta en común para analizar la metodología del mismo por parte de los técnicos que realizan dicha tarea, en la que se tiene en cuenta también diferentes fuentes, metodologías y el rendimiento medio graso de las últimas campañas para su validación y contraste a la hora de la estimación final.

Dichos trabajos continúan durante tres semanas, periodo en el que se aforan 126 parcelas de olivos de la provincia de Jaén, las mismas que se han calculado en los años precedentes y bajo el mismo esquema de trabajo. Y finalmente hay una cuarta semana para ajustar datos y extraer conclusiones, para definitivamente presentar públicamente la estimación final al sector oleícola y a los medios de comunicación, un acto que tradicionalmente tenía lugar en los últimos días del mes de octubre.

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