El diputado de Agricultura, Ganadería, Medio Ambiente y Cambio Climático, Pedro Bruno, ha participado hoy en la presentación del proyecto europeo “LIFE Olivares Vivos +”, con el que se busca expandir un modelo de olivicultura más sostenible, que conserve la biodiversidad existente y a la par sea más rentable para los agricultores. En este acto, celebrado en la sede madrileña del Consejo Oleícola Internacional, Bruno ha incidido en que la Diputación vuelve a implicarse en una iniciativa “en la que creímos desde el primer momento y con la que se pretende mejorar la competitividad del sector del aceite de oliva y mejorar la conservación de nuestro olivar tradicional”.

El responsable en materia agrícola de la Diputación jiennense incide en que con este proyecto “se quiere demostrar que la apuesta de los agricultores por una rentabilidad medioambiental no solo es compatible con la rentabilidad económica, sino que la mejora”, una afirmación que justifica porque “cada vez más los consumidores apuestan por la calidad no solo del producto en sí, sino también en su elaboración y que se haya hecho respetando la sostenibilidad y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático”.

Por estos motivos, Pedro Bruno considera que “es lógico que la Diputación vuelva a formar parte de este proyecto como socio con una aportación de más de 350.000 euros, con la que seguiremos realizando acciones en las diferentes explotaciones que participan en este proyecto, y también con los ayuntamientos, como hicimos con el primer proyecto, en el que creamos la Red de Ayuntamientos por los Olivares Vivos de la que forman parte ya 67 consistorios”.

Partiendo de la experiencia anterior, el diputado considera que se trata de “una acción que pretende mejorar la sostenibilidad medioambiental de nuestro olivar y darle un plus a esos aceites obtenidos en esas explotaciones siendo respetuosos con el medio ambiente, un plus de calidad medioambiental bajo el sello Olivares Vivos”.

La segunda edición de este proyecto europeo que ha arrancado hoy se prolongará hasta 2025, un periodo en el que se buscará fomentar un olivar y una producción oleícola que preserve la biodiversidad y permita que se recuperen especies, se aumente de forma significativa la abundancia de flora y fauna existente y se genere mayor rentabilidad a los productores. Este proyecto cuenta con un presupuesto global de 7 millones de euros, está financiado en casi un 60% por la Unión Europea y se desarrollará en territorios de España, Italia, Grecia y Portugal.

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