La Denominación de Origen Protegida (DOP) Sierra de Cazorla destaca los beneficios que tiene la poda del olivar para obtener una buena cosecha cuando el olivo se encuentra en parada vegetativa a partir de enero, mes en el que la cosecha está prácticamente recolectada, por lo que hay que poner los primeros cimientos de la próxima campaña, que será la cosecha de 2024/2025.
Durante el primer mes del año y durante buena parte del invierno la planta se encuentra en parada vegetativa. ¿Qué significa esto? Que la planta está descansando del esfuerzo realizado el año anterior, durante toda la campaña, para producir y cosechar el fruto, y lo está haciendo para iniciar el nuevo ciclo vegetativo y el nuevo ciclo de cosecha. En esta época es muy importante, desde el punto de vista del tratamiento que se le debe hacer a la planta, mientras está dormida, la labor que tiene que ver con la parte más “agresiva” en lo que a la planta respecta, y es la poda de la misma, señalan desde la DOP Sierra de Cazorla.
“Con la poda se pretende que las partes de la planta que están más envejecidas, que han sufrido más defoliación o se han estropeado durante la campaña anterior, sean eliminadas mediante una poda selectiva, propiciando así que la planta se vaya regenerando y se mantenga joven y productiva el mayor tiempo posible. Esta labor es sumamente importante y una buena cosecha en el futuro viene determinada, en un alto porcentaje, por una buena poda en el presente”, subrayan.
Y añaden: “Es decir, que la poda es determinante, su influencia en la obtención de una buena cosecha y un producto de calidad está más que demostrada; es uno de los factores más importantes a la hora de producir calidad de forma cualitativa y cuantitativa”.
“El hecho de que la planta esté en parada vegetativa -agregan- responde a una respuesta de protección de la propia planta, frente a las bajas temperaturas. Se mantendrá en este estado hasta que las temperaturas mínimas diarias no estén por encima de los 7 grados de forma continuada durante aproximadamente unas dos semanas. Se trata de un mecanismo de defensa biológico para evitar sufrir daños por heladas. Por eso hay que tener muy en cuenta este hecho biológico de la planta a la hora de plantear las labores que el olivicultor puede hacer. Explicándolo con un símil, cuando una persona va a ser operada, la anestesian; en el caso del olivo, es necesario realizar la poda cuando se encuentra “dormido”, porque si se realiza cuando la planta está en plena actividad puede sufrir daños muy graves. Literalmente puede “desangrarse”, ya que si la savia está en movimiento, un corte en un vaso de savia provocaría que esta se escape. Por este motivo la poda se realiza cuando la planta “duerme” y la actividad del flujo de savia se ralentiza al mínimo”.
Asimismo, enero es un buen momento para ir conformando la cubierta vegetal de la parcela, porque será la responsable no solo de mantener la humedad de la parcela durante los meses de invierno y primavera, sino que también va a propiciar que en las siguientes semanas se establezca un ecosistema en la misma que, de forma natural, permita en el futuro controlar las plagas. Será, además, una de las principales fuentes de materia orgánica en la parcela y es muy importante para mantener los suelos vivos.