Los diferenciales de precios entre las diferentes calidades de los aceites de oliva se han estrechado en el mercado de origen, en el que el lampante cotiza a una media de 3,10 euros el kilo, el virgen a 3,13 y el virgen extra a 3,33, según los datos consultados hoy por Oleum Xauen en el Sistema de Información de Precios en Origen (Poolred).

Este repunte de precios en el sexto mes de la campaña oleícola 2021/2022, tras semanas de estabilidad, supone un incremento de más de ochenta céntimos de euro respecto a hace un año por cuanto el lampante cotiza a 3,10 euros el kilo de media frente a los 2,30 euros el kilo de hace un año

A primeros de marzo del pasado año, los precios de los aceites de oliva, según el Poolred, estaban a 2,30 euros el kilo para el lampante; 2,41 para el virgen y 2,75 para la categoría virgen extra. Desde esa fecha, como consecuencia de la revisión de las cifras de producción a la baja por el bajo rendimiento medio graso, los precios comenzaron una escalada con oscilaciones en el entono de los tres euros para el lampante y más de tres euro el kilo para el virgen extra, precios que se han mantenido estables desde entonces con ligeras y puntuales variaciones.

Indicadores

Esta situación se produce cuando ya se conocen las cifras de los principales indicadores del primer tercio de la campaña oleícola 2021-2022 (de octubre a finales de enero), que constata una reducción del 10% en el consumo de aceite de oliva respecto al mismo periodo de la 2020-2021, según ha comprobado Oleum Xauen en el balance de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) a 31 de enero. Aún así, hay que subrayar que la comercialización de aceites de oliva en este periodo de cuatro meses de la campaña actual es levemente superior a la media de las cuatro campañas anteriores, aunque está por debajo de la pasada, que registró máximos históricos justo en ese primer tercio de la misma.

La comercialización de aceites de oliva entre octubre y enero pasados alcanzó las 508.900 toneladas de aceites de oliva, lo que supone un promedio mensual de 127.000, en contraste con las 564.100 que se contabilizaron hasta finales de enero de 2021. En el mercado interior se han comercializado 185.800 toneladas de aceites de oliva frente a las 206.700 de hace un año, lo que supone un descenso del diez por ciento. Igual cifra han caído las exportaciones entre octubre y enero de esta campaña respecto al mismo periodo de la pasada por cuanto hace un año se vendieron 357.400 toneladas de aceites de oliva en el exterior cuando hasta finales del pasado mes de enero la cifra fue de 322.900.

Las condiciones climáticas han permitido una rápida recolección del fruto, con una producción que supera los niveles previstos al inicio de campaña, por cuanto hasta enero se han producido en España 1.346.200 toneladas de aceites de oliva cuando hace un año la cifra ascendía a 1.108.800, lo que supone un 21 por ciento más. A esta cantidad habrá que sumar la producción de febrero y los ajustes  finales de campaña, por lo que la cifra se situará por encima de 1,4 millones de toneladas de aceites de oliva, un dato que pone de manifiesto la catalogación de una cosecha media, o media alta.

Igualmente, las importaciones también han aumentado un diez por ciento en estos cuatro meses, en los que se contabilizan 78.200 toneladas en comparación con la cifra acumulada de 71.100 de hace un año. Las existencias, entre tanto, se elevaban a finales de enero pasado a 1.339.000 toneladas de aceites de oliva cuando hace un año eran de 1.107.000, lo que representa un 21 por ciento más. Una cifra que se antoja suficiente para abastecer a los mercados en los próximos meses.

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