
El diputado de Promoción y Turismo de la Diputación de Jaén, Francisco Javier Lozano, asegura que la provincia jiennense debe ejercer su liderazgo oleícola productor desde diversas líneas estratégicas, sobre todo con la apuesta por la calidad emprendida hace unos años, la profesionalización, la I+D+i, la mejora y la eficiencia de los recursos hídricos, la reconversión del olivar donde sea posible y con una defensa “a ultranza” del olivar tradicional a través de la PAC y dignificando el producto con más valor.
En declaraciones a Oleum Xauen, Lozano asegura que son muchos los retos para avanzar, entre ellos aumentar la cantidad de la calidad de los aceites de oliva, mejorar la profesionalización y la formación del sector con más visión empresarial; incrementar la investigación, el desarrollo y la innovación. “Las administraciones públicas tenemos todas, en relación a sus competencias y capacidades, la responsabilidad de apostar por la eficiencia y la mejora de los recursos hídricos. Para eso, es imprescindible mejorar las infraestructuras hidráulicas de nuestra provincia, y la Diputación de Jaén está desplegando, con la ayuda del Ministerio de Transición Ecológica, una importante inversión, y con la inclusión de las nuevas tecnologías”, precisa.
Respecto a la PAC, considera que “hay que hacer una defensa clara y evidente de dos cosas que son compatibles. La evolución en aquellos espacios y territorios donde pueda suceder de un nuevo modelo de producción más eficiente y eficaz; es decir, la reconversión, que permita al productor tener menos costes y ser más competitivos en el mercado, por lo que no hay que renunciar a esta fórmula, y yo la respeto y la valoro como positiva. Pero quiero ser muy claro y muy contundente: la provincia de Jaén tiene una orografía de sierra, una componente de olivar de montaña y de pendiente muy importante. Por eso, nosotros vamos a defender a ultranza ese tipo de producción porque, además, tiene un valor diferenciado de otro tipo de producciones. Vamos a estar pendientes de que la PAC no debe permitir que nuestros agricultores de montaña pierdan ni un sólo un céntimo. La Diputación de Jaén va a estar en contra de eso”.
Lozano también aboga por apostar por otros valores diferenciales, como la producción ecológica, por lo medioambientalmente sostenible, por la diversificación. “No es incompatible la reconversión donde se pueda con el olivar de pendiente. Lo que tenemos que hacer es dignificar el aceite de oliva con precios justos, por eso defendemos una política de discriminación positiva para aquellos modelos productivos que más dificultades tengan y apuestan por la calidad”.
Y añade: “El gran reto del sector del aceite de oliva está en la capacidad que desde las administraciones tengamos en ayudar a nuestras cooperativas y almazaras a que comercialicen más directamente en los mercados internacionales y envasen cada más aceite. Yo animo al sector a que se suba al carro de producir más calidad explorando las nuevas posibilidades de mercado internacional, para lo que tenemos que profesionalizarnos y ser dueños de nuestro propio destino desde la provincia de Jaén para situar a los aceites de oliva donde se merecen, persistiendo en los mercados internacionales, en EE UU, pese a los aranceles, en Mercosur, y ser valientes y posicionarnos en la búsqueda de nuevos canales de comercialización, generando nuevas oportunidades, con equipos, con logística, con profesionales juristas que avalen nuestras operaciones y que nos profesionalicemos para vender nosotros, no que otros vendan por nosotros mismos, sino que seamos nosotros mismos dueños de nuestras ventas y operaciones comerciales, y además envasando más, lo cual tiene mucho más valor añadido y rentabilidad”.
El diputado de Promoción y Turismo lanza, por todo ello, “un mensaje de esperanza y positividad. Ser los mayores productores del mundo en aceites de oliva de oliva tiene que ser necesariamente una fortaleza para el desarrollo, ya lo está siendo, pero hay que seguir ejerciendo ese liderazgo. Pero este futuro es más esperanzador si nos sumamos a una mayor competitividad en la comercialización, y en generar ventas directas; ser capaces de envasar más y darle más valor añadido; la modernización a través de las nuevas tecnologías; más cantidad de la calidad; la profesionalización y el salto cualitativo en los mercados internacionales; una mirada especial sobre la sostenibilidad y la mejora de las energías, tanto la gestión del agua como de los subproductos, cerrando el círculo de su aprovechamiento, y todo ello en total equilibrio con la seguridad, la salud y el cuidado del medio ambiente”.
Y apela a que se disminuyan los costes y a hacer “todos pedagogía, desde el conocimiento, de este producto a través del oleoturismo, que nos creamos esto del oleoturismo, para ser un destino apetecible por parte de los turistas nacionales e internacionales y que se maravillen de esta cultura milenaria, lo cual va a generar un impacto y un aumento del consumo, ya lo estamos viendo en las almazaras y cooperativas que tienen oleotecas. El aceite de oliva tiene un futuro muy esperanzador para la provincia de Jaén, pero tenemos que seguir trabajando en estas líneas fuertemente”.




