El plazo de entrega del expediente de “Los paisajes del olivar en Andalucía, historia milenaria de un mar de olivos”, previsto para febrero de 2022 ante la UNESCO, ha sido prolongado  a lo largo de este año con fecha aún por determinar por razones tácticas y por cuestiones técnicas para reforzar la candidatura.

Según ha podido saber Oleum Xauen, así lo han acordado las administraciones implicadas en esta candidatura, que debe presentarse en París antes de que acabe este año para que el Comité de Patrimonio Mundial lo admita en febrero de 2023 para su debate definitivo en la Asamblea General de la UNESCO prevista en torno al verano. De esta manera se consigue más tiempo para pulir los aspectos técnicos de la presentación, además de que se amplían y se definen para su mejor comprensión  

En el pasado año 2021 se acordó  que dicho expediente será la candidatura oficial que España presentará ante la UNESCO para ser incluida en la Lista de Patrimonio Mundial del organismo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en el año 2023, una propuesta que finalmente tiene que ser debatida para su declaración definitiva en la asamblea general de la UNESCO en un encuentro previsto en torno al verano de 2023.

Dicho acuerdo se alcanzó en la 88 reunión del Consejo de Patrimonio Histórico convocada por el Ministerio de Cultura y Deporte los pasados días 20 y 21 de abril en la sede del Patrimonio Cultural de España, con la participación de las direcciones generales de Patrimonio Cultural de las diferentes comunidades autónomas.

La candidatura seleccionada está promovida por la Diputación de Jaén, en colaboración con las diputaciones de Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga, junto a multitud de municipios, universidades, organizaciones agrarias y otras entidades de la Comunidad Autónoma, como la Fundación Savia o la Fundación Juan Ramón Guillén.

En este expediente, en el que se refuerza la idea del olivar andaluz como un todo mar de olivos, se identifican diez grandes zonas de paisaje cultural, cuatro ligadas a la especialización olivarera del siglo XIX: Campiñas de Jaén, la Subbética cordobesa, Sierra Mágina y Hacienda La La Laguna-Alto Guadalquivir.

También se incluye el olivar de la Ilustración, representado por Montoro y su entorno, y las haciendas de Sevilla y Cádiz, ligadas a los siglos XVI y XVIII. Asímismo, el olivar de la época medieval-islámica, en el valle de Lecrín (Granada); el de los siglos XIII al XV, en el valle de Segura, y el de la época romana, del siglo I al III, con Astigi-Bajo Genil (Ecija). Finalmente, se incluye la zona de Periana y Álora, en Málaga, como zona de los primeros manejos del cultivo.

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