
La Unidad de Gestión Clínica de Alergología del Hospital Universitario de Jaén finaliza la medición de los niveles de polen en la provincia, que se han realizado desde el mes de abril. Como cada temporada, se ha realizado la difusión diaria, de lunes a viernes, sobre los niveles de polen en la provincia jiennense, a través de sus redes sociales, en Facebook, Hospital Universitario de Jaén, en Instagram @hospitaluniversitariodejaen, y en X @HospitalJaen.
Manuel Alcántara, jefe de servicio, señala que “los índices más elevados se han producido durante la tercera semana de mayo, con más de 7.000 granos por m³ de aire”. Matiza que, “las ligeras lluvias y las subidas de temperaturas muy elevadas han agilizado la presencia y salida de polen en el aire”, y enfatiza en que “los pacientes deben recordar siempre empezar el tratamiento antes de que se produzcan los picos de polen en aire para evitar una sintomatología”.
Los profesionales de la Unidad de Alergología del centro jiennense han medido, entre otros pólenes, los de olivo y gramíneas, cuyas concentraciones son las que alcanzan niveles más altos en la provincia jiennense. La información diaria sobre la concentración de polen permite a las personas alérgicas anticiparse a los días de mayor riesgo, tomar medidas preventivas y ajustar su tratamiento. Esta previsión contribuye a reducir la intensidad de los síntomas, prevenir complicaciones respiratorias y, en general, mejorar la calidad de vida.
Este centro sanitario tiene instalado para ello un captador de pólenes en la novena planta del Hospital Materno Infantil, que mediante el método ‘Hirst’ capta partículas por succión según el principio de impacto. Este equipamiento es el empleado por todas las estaciones de muestreo adscritas a la Red Española de Aerobiología (REA), así como por los grupos de trabajo de los diferentes países que forman parte de la European Aeroallergen Network (EAN).
Este captador de pólenes consta de tres unidades, que son las de impacto, una veleta y una bomba de vacío. La primera tiene un orificio de entrada y un soporte circular o tambor donde que se adhieren las partículas, que está conectado a un reloj y gira a razón de dos milímetros por hora. Tiene también fijada una cinta impregnada de una sustancia adhesiva para que las partículas succionadas desde el exterior se adhieran.
La veleta adosada al exterior protege la unidad de impacto y su función es mantener el orificio de entrada en la dirección de los vientos dominantes, con lo que la eficacia de captación de partículas es mayor. La bomba de vacío permite la succión de un volumen de aire determinado de 10 litros por minuto.
La cinta sobre la que se han adherido los pólenes se coloca sobre el portador para teñir la muestra con fucsina. Después, se realiza la lectura en el microscopio y mediante una fórmula matemática se determina el número medio de granos de polen por metro cúbico de aire.