Estamos a punto de despedir un 2024 en el que, tras la histórica escalada de precios de los aceites de oliva en el mercado de origen, más dura ha sido su caída en una campaña oleícola con el rendimiento más bajo de la historia, pese a que hubo más aceituna de la aforada, y en un año en el que dijimos adiós a la candidatura de los Paisajes del Olivar.
Quizás estos tres asuntos hayan sido los que más han descollado en este ejercicio que empezó con cotizaciones cercanas a los nueve euros el kilo en el mercado de origen y que han terminado con precios medios en el entorno de los cuatro euros, pese a no haber condiciones objetivas para este desplome, desde las nubes al suelo, como un aterrizaje de emergencia, una desescalada para los anales de la historia por esta caída en picado tras un tiempo inédito con cotizaciones en máximos históricos. Una bajada que ya tuvo su aperitivo en Semana Santa por el efecto dominó provocado por las copiosas lluvias de marzo.
Una anualidad en la que la oposición de los olivareros del componente o zona 14 (Campiña de Jaén), junto con la indiferencia y la pasividad de algunas organizaciones, colectivos e instituciones que formaban parte de la comisión institucional, dio al traste con este ansiado e ilusionante proyecto de los Paisajes del Olivar liderado por la Diputación de Jaén a lo largo de una década. El expediente de la candidatura de los “Paisajes del Olivar de Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos” a Patrimonio Mundial ponía el foco en un paisaje cultural, agrario, evolutivo y vivo, cuyos valores a conservar tienen que ver precisamente con la continuidad de su productividad y su sostenibilidad económica, ambiental y social. El expediente identificaba 14 zonas de paisaje cultural, que se delimitaron en función también de la historia de este paisaje.
Pero, desde el pasado 29 de abril el expediente está retirado por decisión unánime adoptada por parte de la comisión institucional ante la oposición mostrada por los olivareros de la Campiña de Jaén por entender que este proyecto es limitante y restrictivo a la propiedad privada, argumento que se rechazó por parte de algunas organizaciones, instituciones y colectivos, que achacan este desacuerdo a la desinformación y a los bulos surgidos para oponerse al expediente, del que entienden que supone una gran oportunidad por las ventajas y beneficios que lleva implícitos.
Desde entonces, la Diputación de Jaén remitió el expediente a la Junta de Andalucía por entender que es la institución competente que debe tramitarlo al afectar a cinco provincias andaluzas, institución que, sin embargo, no se dio por aludida. Ante esta situación se produjeron movimientos en defensa de esta candidatura por parte de la sociedad civil con la creación de la Plataforma Ciudadana “Salvemos los paisajes del olivar andaluz a Patrimonio de la Humanidad”, capitaneada por el presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero, que aglutina a colectivos, instituciones y otras organizaciones.
Junto a ésta, el grupo PROA de empresarios y profesionales de Jaén también mostró su firme respaldo a la reactivación del expediente para que la candidatura tomara impulso a través de la reformulación del mismo si no había otra alternativa con el fin de mantener viva la llama de esta aspiración que tanto interés despertó, sobre todo en el principal territorio productor de aceites de oliva del mundo. Sin embargo, la candidatura ha decaído y no ha sido presentada al no haberse remitido al Ministerio de Cultura el expediente, con lo que se pierde una gran oportunidad con muchas posibilidades de haber prosperado.
Por otra parte, el rendimiento medio graso del aceite de oliva (el aceite que lleva la aceituna) ha sido el peor de la historia al alcanzar un acumulado en la campaña oleícola 2023-2024 en la provincia de Jaén de tan sólo el 17,80 por ciento. De esta manera se ha batido el récord en términos de mínimos de la serie histórica al bajar por primera vez del 18 por ciento frente al de la campaña 2020-2021, en la que se obtuvo un 18,93%, la única vez que bajó hasta entonces del 19 por ciento.
Junto a todo ello y a los asuntos que monopolizaron la agenda diaria han destacado en este año 2024 otros muchos. Entre ellos, el primer año de gestión de Jaime Lillo al frente de la dirección ejecutiva del Consejo Oleícola Internacional (COI), la primera vez que ostenta este cargo un español. Sin olvidar la aprobación de las extensiones de norma de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español y la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva (Oriva). A estos se unen el Premio Internacional con AOVE “Jaén, paraíso interior”, una nueva edición de los Jaén Selección o la undécima Fiesta del Primer Aceite de Jaén en Andújar y Sabadell, un evento oleoturístico pregonado por el televisivo David Broncano.
Un año que, pese a haberlo reiterado la Junta en numerosas ocasiones, aún no se ha aprobado la I Estrategia Andaluza para el Sector del Olivar en este año que termina y en el que se han celebrado las ferias alternativas a Expoliva en los años pares, como son la Feria del Olivo de Montoro o Futuroliva en Baeza, municipio que volvió a ser el más productor de la provincia de Jaén, pese a la escasa cosecha.
Importante también fue el Congreso Internacional sobre Aceites de Oliva, Olivar y Salud, con notable protagonismo de la Universidad de Jaén, institución que acogió la celebración de la 21 edición del Título de Cata de Aceites de Oliva Vírgenes, el curso más internacional de esta institución universitaria.
En este año dejó el cargo de consejera de Agricultura Carmen Crespo al ser incluida en la candidatura del PP para las elecciones europeas celebradas este año, en el que se renovaron los consejos reguladores de la DOP Sierra Mágina, Sierra de Cazorla y Sierra de Segura, que cuenta con Pedro Julián Gómez Bueno como nuevo presidente de esta figura de calidad diferenciada.
Ferias, Congresos, concursos y salones agroalimentarios también tuvieron su eco informativo en este año 2024, en una campaña con un enlace de campaña muy corto de 186.000 toneladas de aceites de oliva; 1.153.000 toneladas comercializadas; una producción de 854.000 y una estimación de unos 1,3 millones de toneladas para la actual 2024-2025, poco más de un millón en Andalucía y 445.000 en la provincia de Jaén. La judicialización de la subida del convenio del campo por la demanda de la aplicación del Salario Mínimo Interprofesional, las movilizaciones del sector, con tractoradas varias, en un invierno caliente con corte de carreteras incluido fueron otras de los temas oleícolas que también tuvieron relevancia en este año que estamos a punto de culminar.
Un año en el que se ha protestado por el acuerdo de la UE con Mercosur, se ha exigido la suspensión del acuerdo de libre comercio UE-Marruecos, se ha reivindicado la recuperación del principio de preferencia comunitaria y la equiparación de los estándares de producción de la UE respecto a productos de terceros países, junto con las demandas por la mejora y ampliación de las infraestructuras hidráulicas y una política de modernización de los regadíos, entre otros muchos asuntos de interés oleícola.