
Un amplio muestreo efectuado por Oleum Xauen entre productores y expertos oleícolas apunta a una expectativa de producción de aceites de oliva menor en la provincia de Jaén y algo superior en España respecto a la anterior cosecha. Y eso en la que será la campaña oleícola 2025-2026 que a priori se puede catalogar de media y siempre supeditada, entre otros muchos factores, a las lluvias, a las temperaturas y al rendimiento medio graso que se obtenga. Conviene recordar que la producción final en esta campaña 2024-2025 ha sido de 1.414.000 en España, de las que 1.142.000 se han obtenido en Andalucía y 560.000 en la provincia de Jaén.
Y como siempre hay que tener en cuenta que las estimaciones hay que interpretarlas con las debidas reservas, la suficiente cautela y la necesaria prudencia para contar con unos pronósticos que no dejan de ser sólo eso: vaticinios y una aproximación al futuro, a lo que nos quiere decir el campo, a cómo viene el olivo, a los kilos que puede haber colgados en el árbol, a través de sensaciones, impresiones y la experiencia de cada uno. Unos presagios que tendrán que confirmar o enmendar más adelante los aforos oficiales y la producción final de cosecha cuando llegue la primavera.
Las lluvias del primer trimestre y las buenas temperaturas, neutralizadas después con meses más secos y con picos altos de calor desde finales de mayo, ha hecho que el proceso de floración, polinización y cuajado del fruto se haya completado de forma más o menos exitosa, aunque ha podido tener una cierta incidencia, junto con el prays, en la conformación de la cosecha que en este año tiene una campaña de riego prácticamente normalizada ante el mejor estado de los pantanos.
Está por ver también y por constatar de manera fehaciente si en esta próxima cosecha se alcanza el millón y medio de toneladas en España, como sostienen algunas fuentes, y la cifra se sitúa por debajo del medio millón en la provincia de Jaén, y eso coincidiendo con una situación de mercado en cuanto a precios bajos que no se corresponde con la realidad productiva de la grasa vegetal más saludable y base de la dieta mediterránea.
El director de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), José María Penco, prevé que pueda haber una próxima cosecha de entre 1,4 y 1,6 millones de toneladas en el conjunto nacional, una campaña media condicionada a que haya lluvias en otoño. Y aunque cree que aún es pronto para pronunciarse, ve con “desesperanza” las actuales cotizaciones en el mercado de origen. Desde el municipio almeriense de Tabernas, Rafael Alonso expone que por su zona “se ve bastante bien, con buen cuaje, por lo que en Almería se van a recuperar las 14.000 toneladas de producción. Va a haber buena cosecha por las abundantes lluvias”, subraya, aunque advierte de las consecuencias que pueden tener las altas temperaturas sostenidas en el tiempo.
Por su parte, Remigio Morillo, el director Operativo del Grupo Oleícola Jaén, alude a la floración masiva, aunque ve la situación “un poco en el aire” y es consciente que el calor merma algo la cosecha. Sin embargo, es tajante al afirmar que “Jaén tendrá un poco menos de aceite y vamos a ver si es posible que llegue a las 500.000. Y en el resto habrá un poquito más. Vamos a ver el desarrollo de la meteorología”, explica.
El presidente de la SCA San Vicente de Mogón, José Gilabert, tiene muy claro que la cosecha por su zona será menor que la precedente por cuanto apenas han caído 400 litros por metro cuadrado de agua, y además ha afectado el prays, el algodoncillo y la vecería. “Si Jaén está peor en producción que el pasado año es difícil que la cosecha sea mucho mayor en España que en la pasada”, puntualiza, al tiempo que sostiene que “en ningún caso está justificada la situación de mercado, con precios ruinosos para el olivar tradicional”.
Entre tanto, el gerente de la cooperativa Virgen del Perpetuo Socorro de Alcaudete, Jesús López Torres, olfatea los primeros compases de la próxima campaña de esta manera: “Una cosecha media, por ahora algo inferior a la del pasado año”. Una sensación que comparte el secretario general de la COAG en Andalucía y en Jaén, Juan Luis Ávila, quien admite que aunque es pronto “hay menos cosecha que el año pasado”. Mientras, José Antonio Santías, de Aceitunas Jaén, eleva sus impresiones a las 1,4/1,5 millones de toneladas en España, mientras que en Jaén reduce la estimación en un 20 por ciento menos para conseguir entre 400.000 y 450.000 toneladas de aceites de oliva.
Miguel Soto, el secretario de la IGP Aceite de Jaén, entiende que es pronto para aventurarse con avances de cosecha, pero dice que ve la situación “bastante incierta, aunque hay zonas que parecen estar bien”, pero su opinión es distinta cuando abunda en los efectos del prays y de las altas temperaturas. En su opinión, la cosecha puede ser “muy parecida a la anterior”.
Moisés Caballero, el secretario de la DO Estepa, tiene claro que la cosecha en su comarca será mejor que en la pasada, que fue corta en su zona, por lo que aventura que puede estar por encima de la media. Igualmente, Manuel Caravaca, el presidente de la Asociación de Maestros y Operarios de Almazara (Aemoda), se hace cargo de los “comentarios para todos los gustos y en las distintas zonas. Y aunque aún es pronto, el comentario general es que hay menos aceituna en Jaén”.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, José Manuel Espejo, vislumbra una situación desigual en cuanto a las precipitaciones registradas, lo que ha podido afectar al proceso de cuajado y al desarrollo del fruto. Por eso, reconoce que la cosecha es heterogénea en las diferentes comarcas, por lo que conmina al paso de las semanas para conocer los aforos oficiales.
Jesús Sutil, el secretario de la DOP Sierra Mágina, no oculta que algunos pueblos de esta comarca pueden estar mejor de cosecha que el año pasado, pero son más los que presentan peores estimaciones. En cualquier caso, admite que “ahora está por debajo de la anterior y según el tiempo que haga puede ir a mejor o incluso a peor”
Baltasar Alarcón, el secretario de la DOP Sierra de Cazorla, conmina al sector a ser cauto porque se está afianzando aún el fruto cuajado, sobre todo en las zonas más tardías. “Estamos en plena caída fisiológica de san Juan. Hemos tenido algo menos de inflorescencias por brote de media, 6,56 frente a 9,78 del año pasado. El dato determinante es la caída fisiológica que se está produciendo ahora porque la fertilidad de las inflorescencias ha sido similar a la del pasado año, del 63%”. Pese a todo, se moja: “Posiblemente la cosecha sea inferior a la anterior con claridad, aunque aún es pronto y dependerá de si el fruto se afianza bien”. Recuerda, además, que el olivo, en general, tiene un cierto grado de agotamiento por cuanto en el pasado año produjeron por encima de sus posibilidades en un ciclo de sequía. Seguimos teniendo un déficit hídrico de 150 litros en nuestra comarca respecto a la pluviometría media, y eso se nota”.
El director técnico de la SCA Nuestra Señora de los Remedios de Jimena, Bernardo Moya, comenta que la floración “venía muy bien; pero, al parecer, el cuaje ha sido regular debido a la falta de lluvias de abril y mayo. Al olivo le han faltado fuerzas para tirar con todo lo que tenía. Y aunque aún es pronto no podemos olvidar que los veranos son cada vez más largos”, por lo que pronostica una cosecha media y unas 400.000 toneladas en la provincia de Jaén. Entre tanto, Francisco Aldarias, el gerente de la cooperativa El Alcázar de Baeza, es pesimista en cuanto a volumen de producción. Augura una campaña “media-baja, de mayor calidad en los frutos, quizás con más rendimiento medio si el tiempo va bien, lo digo por el tamaño que tiene la aceituna ahora”. Asimismo, el consultor estratégico Juan Vilar vaticina “una mejor cosecha que la pasada a nivel nacional e internacional, aunque habrá que ver la evolución en verano y otoño”.
Mientras, el secretario de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Cristóbal Cano, considera que todavía es pronto para hablar con certeza de cómo viene la cosecha, aunque sostiene que “la cosa no pinta mal. En general, la situación va relativamente bien, pese al calor y a las plagas puntuales. Otra cosa es a nivel de mercados, que es una cosa irracional, aunque la mayor parte de la culpa la tiene el propio sector”. Por eso, espera que el otoño acompañe porque el olivar, en general, “muestra una buena cara”.
Fernando Córcoles, el director general de Jaencoop, pospone cualquier valoración a los primeros días de julio una vez que tenga los datos de campo de los responsables de sus almazaras y cooperativas al situarse en una zona más tardía en la conformación y el desarrollo vegetativo del fruto. Francisca García, la secretaria de la DOP Priego de Córdoba, considera que es pronto para tomarle el pulso a cómo viene la cosecha, aunque cifra en una pérdida del 30% en su zona debido a las altas temperaturas. En cualquier caso, demora un pronunciamiento más riguroso a cómo venga la otoñada en cuanto a precipitaciones y a la incidencia de las altas temperaturas.
Salvador Pancorbo, el gerente de Oleocampo de Torredelcampo, califica la próxima cosecha de media, con parcelas que han tenido un cuaje bueno y otras no tanto producto de incidencias varias que han provocado que baje la fertilidad, por lo que la producción en esas zonas será más baja.
La Asociación de Agricultores para la Defensa del Olivar Tradicional, Asolite, proclama que “no existe la anunciada gran cosecha o cosechón”, anuncio que asegura que ha podido repercutir en la caída de cotizaciones. Junto a ello, alude a las altas temperaturas y la incidencia de las plagas. Por ello, según sus datos estima una cosecha de entre 1.080.000 y 1.275.000 toneladas en España, dependiendo de la evolución de la meteorología. Mientras, prevé una reducción de cosecha en Jaén de entre el 25 y el 30 por ciento respecto a la anterior, poco más de 400.000 toneladas, por lo que aboga por una recuperación de los precios para cubrir los costes.
Juan Antonio Tello, de Laboratorio Tello, se pronuncia de esta manera tan pedagógica: “Estamos en un momento crítico en el que es muy difícil hablar de pronósticos; para mí, aún es pronto para salir al campo, quizás en unas 2 ó 3 semanas podamos saber más. Se habla de muchas circunstancias que apuntan un descenso de casi un 30-40 % de lo previsto, calor, prays, algodoncillo, falta de polen, etc., y que apuntan a 1.20.000 toneladas. Otros, sin darle tanta importancia a estos factores, y poniendo en valor el agua caída, el estado de los pantanos y demás, apuntan a más de 1.600.000 toneladas. Moviéndonos entre estos extremos, ¿es posible que nos encontremos ante una campaña similar a la pasada?, se pregunta.
Asensio López