Las últimas precipitaciones que se han registrado en Andalucía han servido para que los pantanos de la cuenca del Guadalquivir se llenen y, por consiguiente, vayamos a tener “una campaña de regadío normalizada. Una buena noticia después de varios años con drásticas restricciones en las dotaciones debido a una sequía que, todavía, sigue muy presente, y que impidieron que cultivos como, por ejemplo, el arroz o el algodón tuvieran serios problemas de producción”. De ahí que el secretario general de UPA Andalucía, Jesús Cózar Pérez, que ha asistido a la Comisión de Desembalse, por primera vez desde su nombramiento en el 9º Congreso, valore esa normalización de la campaña de riego, aunque califica de preocupante la situación tan desigual que existe en la cuenca y advierte de la necesidad de ejecutar las inversiones previstas en el Plan Hidrológico del Guadalquivir para estar preparados de cara a próximos periodos de sequía.

Jesús Cózar Pérez, quien ha estado acompañado en la Comisión de Desembalse por el vicesecretario general de Desarrollo Rural y Agua de UPA Andalucía, Roque García; y la responsable jurídica, Pilar Prieto, califica la situación de los embalses de la cuenca, por encima del 50%, de satisfactoria gracias a las precipitaciones acumuladas en los últimos meses, aunque mantiene la cautela porque no ha llovido igual de bien en todas las zonas de Andalucía. Y, sobre todo, mira hacia el futuro al señalar que “debemos aprender del pasado y, ahora que disponemos de más recurso, no derrocharlo, no malgastarlo y, especialmente, ahorrar para estar preparados ante futuros periodos de sequía”.

De ahí que UPA Andalucía recuerde la importancia de ejecutar las obras comprometidas en el sistema de regulación general, como son la construcción de la Presa de San Calixto y el embalse de la Cerrada de la Puerta; el recrecimiento del embalse del Agrio; la culminación del bombeo y llenado de la Breña II desde el Guadalquivir, aprovechando las aguas invernales; las autorizaciones de construcciones de balsas laterales de regulación; las obras de la Balsa del Cadimo; el plan de modernización del sector del arroz; la puesta en marcha del riego con el agua de la Presa de Siles y la ampliación del Guadalmena, entre otras actuaciones. “Tenemos que trabajar para prepararnos ante próximas sequías. No podemos olvidar que el cambio climático ha venido para quedarse y esto hace que tengamos periodos de bajas o nulas precipitaciones y temperaturas anómalas, por lo que es necesario que las administraciones no se duerman y ejecuten los proyectos. Que no tengamos que volver a lamentarnos en la próxima sequía”, afirma Jesús Cózar Pérez.

Los datos hechos públicos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir demuestran que en el mes de marzo se han triplicado la media de precipitaciones del último año y que en abril no se han registrado temperaturas elevadas, por lo que no ha sido necesario desembalsar agua. Una situación que conlleva a que se produjeran aportaciones a los embalses de 3.800 hectómetros cúbicos, un 43% más de la media de los últimos 25 años. Así, desde el próximo 1 de mayo hasta el 30 de septiembre se desembalsarán 1.200 hectómetros cúbicos con una dotación máxima de 5.500 metros cúbicos por hectárea, manteniendo una reserva de 50 hectómetros cúbicos para el mes de octubre por si fueran necesarios.

Por cultivos destacan el arroz, que vuelve a la práctica normalidad, manteniendo el mismo sistema de suministro de los últimos años con un total de 363 hectómetros cúbicos y esa dotación máxima de 5.500 metros cúbicos por hectárea. En cuanto al olivar, se acuerda un riego extraordinario de 25 hectómetros cúbicos para superficies de regadío en precario con 1.500 metros cúbicos por hectárea como dotación máxima. Igualmente, la Comisión ha aprobado 6 hectómetros cúbicos, con una dotación de 1.000 metros cúbicos por hectárea, para los riegos de apoyo del olivar entre el 15 de abril y el 15 de septiembre.

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