El II Concurso Nacional de Poda “Ciudad de Villacarrillo” ha contado con un centenar de participantes

El paraje del Mastizal, donde se ubica la ermita de San Isidro de Villacarrillo (Jaén), ha vuelto a ser el escenario del II Concurso Nacional de Poda “Ciudad de Villacarrillo”. Se trata de un concurso que en solo dos años ha conseguido posicionarse como referente en la provincia de Jaén gracias al trabajo y buen hacer de sus promotores.

Más de cien de los mejores podadores de olivar tradicional de todo el país se dieron cita para podar 202 olivos, 2 por participante, en un tiempo máximo de 25 minutos. Concursos como este sirven para reivindicar la noble labor de estos trabajadores que están viendo como poco a poco el olivar intensivo sustituye un trabajo meditado y planificado por el cuadriculado corte de enormes maquinarias automáticas, según señala u comunicado.

En esta edición se han entregado un total de 30 premios consistentes en motosierras, material de poda, abonos, productos fitosanitarios… y que han sido donados por empresas locales.

Dos participantes de la localidad granadina de Montefrío se alzaron con dos de los tres primeros premios; Emilio Malagón y Javier Luque, 1º Premio y 3º Premio, respectivamente. El segundo premio fue para el podador local Alfonso Mora.

Desde el Ayuntamiento y la organización se agradece la implicación del jurado, técnicos del IFAPA pertenecientes a la Delegación de Agricultura, así como a la delegada Provincial de Agricultura, Soledad Aranda, por su colaboración y apoyo al evento.

También agradecer a todos los asistentes al acto y a los trabajadores municipales por su dedicación en cada acto que se organiza desde el Ayuntamiento, así como a la Asociación Española Contra el Cáncer de Villacarrillo, Lazos en colores, por su colaboración siempre que se les demanda.

Futuroliva, la bienal feria del olivar que se celebrará en Baeza entre el 23 y el 25 de mayo, ya tiene cartel

Futuroliva, la feria del olivar que se celebra de forma bienal en Baeza, ya tiene cartel de imagen para 2024. Comienza así la cuenta atrás para la decimotercera edición, que se celebra los días 23, 24 y 25 de mayo en la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Un cartel anunciador que es obra del ubetense Nono Sánchez, director creativo de Artifactum. En la presentación han participado Sebastián Moreno y Santiago Calvo, responsables de la organización de Futuroliva y gerentes de Pópulo Servicios Turísticos.

“Así, advertimos una imagen fresca para la nueva y ambiciosa edición de Futuroliva 2024. En el cartel se observa, sobre un fondo azul tenue, formas que evocan a la hoja del olivo en tono blanquecino y destacando en la parte central del mismo, una hoja dorada con una frase en su interior que dice: Acunan un mar de olivos plateados el oro líquido que genera vida”. Así, se pone en el centro a nuestro oro líquido, nuestro aceite de oliva virgen extra, que hace de nuestra provincia un lugar vivo, cuyo motor principal es el cultivo de este extraordinario árbol”, aseguran desde Futuroliva.

La décimo tercera edición de Futuroliva se desarrollará nuevamente en el Recinto Ferial de Baeza, ubicado a la entrada de la ciudad, en la Avenida de Jaén, que ya acogió la edición de 2022, con gran éxito de organización y distribución de los diferentes espacios que componen la feria, y que permiten más amplitud, un mejor acceso al recinto y mayor número de aparcamientos para los visitantes.

Esta ubicación cuenta con 23.000 metros cuadrados para la exposición de maquinaria, restaurante y una gran zona cubierta, mediante carpa para la exposición de aceites, zona gastronómica, estands de empresas y sala de jornadas técnicas.

Igualmente, se ha abierto el plazo para la reserva de estand y suelo para expositores, marcas y empresas interesadas en participar en esta cita bianual con el sector olivarero, que se ha adelantado en el calendario con el objetivo de buscar el bienestar y comodidad de los expositores y visitantes, evitando así las altas temperaturas que se vienen registrando en el mes de junio.

En este sentido, esta muestra se ha convertido en fecha marcada en el sector, por celebrarse en años alternos con Expoliva, convirtiéndose en un punto de encuentro de referencia a la vanguardia de las tendencias en el sector, destacando la innovación, el intercambio de experiencias y buenas prácticas, lo que supone la transferencia del conocimiento entre el sector y el mundo de la investigación. Pero, sobre todo, Futuroliva se ha convertido en un gran referente para el sector oleícola de Andalucía.

La feria contará con un amplio abanico de actividades en torno al olivar y al aceite de oliva virgen extra de alta gama, incluyendo en su programación jornadas técnicas; “showcooking” con cocineros relevantes de la provincia de Jaén en la zona gastronómica; el IX Concurso Nacional de Fotografía con la temática del olivo y el concurso Futurochef, que busca a futuras promesas de la cocina que destaquen en el empleo del aceite de oliva virgen extra en la cocina; la exposición de maquinaria agrícola y oleícola, que ocupa gran parte del recinto ferial y la participación de unas 50 marcas de AOVE de alta calidad de la provincia de Jaén y otras empresas de servicios del sector oleícola.

Carmen Crespo pide más flexibilización del Pepac por ser “insuficientes” las medidas del Gobierno

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha participado este lunes, online, en el Consejo Consultivo con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y el resto de los consejeros de las demás comunidades autónomas. Crespo ha expresado la necesidad de “una mayor flexibilización del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (Pepac)” y ha calificado las medidas anunciadas por el Gobierno de España de “insuficientes”. Además, Crespo ha reprochado al Ministerio que haya tomado la decisión sin la aportación de las comunidades autónomas.

Carmen Crespo ha mostrado, no obstante, su “satisfacción” por avances como un mayor apoyo para la incorporación de jóvenes al campo o para la ganadería extensiva. Sin embargo, la consejera echa en falta que se atiendan “las alegaciones conjuntas que hemos presentado Junta de Andalucía, organizaciones agrarias (Asaja, COAG y UPA) y Cooperativas-Agroalimentarias de Andalucía al Pepac, como, por ejemplo, la solicitud de que la agricultura ecológica se considere como un ecorregimen per se, al igual que el aserpiado y que solicitamos uno específico para el regadío”. La consejera ha lamentado que “lo que ha ocurrido, hasta el momento, es que se ha hecho caso omiso de todas las peticiones que hemos hecho desde hace mucho tiempo junto al resto de componentes de la Mesa de Interlocución Agraria”. Crespo ha puesto en valor que, “aunque tarde, esto esté cambiando, si bien necesitamos una nueva PAC con más recursos y una Reserva de Crisis que, en una coyuntura como la actual, dé liquidez al sector”. Sin olvidar la petición de más fondos Next Generation para luchar contra los efectos de la sequía y para poder establecer un regadío aún más eficiente.

Sobre la eliminación de la obligatoriedad de contar con el cuaderno digital agrario, algo que, como ha explicado la consejera, “no se estaba solicitando aún en otros países de la Unión Europea”, Crespo ha asegurado que “nuestro sector agrario no puede hacer cada vez más por menos, no se le puede pedir a nuestros agricultores cada vez más requisitos relacionados con la sostenibilidad si va a suponer la falta de rentabilidad de sus explotaciones y costes de producción cada vez más elevados”. Todo ello motivado, según ha recalcado Crespo, “por tildar la PAC del Pacto Verde Europeo sin valorar el necesario equilibrio entre sostenibilidad y rentabilidad, una cuestión que tiene que elevar y pedir el Gobierno de España ante la Unión Europea”.

Crespo ha solicitado, de nuevo, en el Consejo Consultivo que se trabaje por conseguir que se apliquen cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países, incluso “rehacer algunos acuerdos en los casos en los que, por ejemplo, coinciden nuestros calendarios de producción con los de los países firmantes”. La consejera ha lamentado que no se aprovechara la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, el segundo semestre del pasado año, para solicitarlo.

La consejera ha incidido, además, en la necesidad de trabajar para hacer más eficientes los Puntos de Inspección Fronteriza (PIF) para evitar la competencia desleal de terceros países. Crespo ha resaltado que “nosotros enviamos productos de calidad a los consumidores europeos, lo que se importe de terceros países tienen que tener los mismos requisitos”.

La consejera de Agricultura ha subrayado que “las peticiones de nuestros agricultores y ganaderos son justas, máxime cuando la PAC ha supuesto un recorte de 500 millones de euros para el sector agrario andaluz”. Crespo ha recordado que “junto al sector, enviamos una propuesta de modificación para que los fondos llegaran sin recortes al campo y con una mayor simplificación y flexibilización del Pepac, pero no tuvieron a bien aceptarlo”. La consejera ha recordado que “desde Andalucía flexibilizamos todo lo que estaba en nuestra mano, hasta el punto de que el ministro nos alertó de que podíamos excedernos”.

Planas apela a la responsabilidad de las comunidades autónomas para dar respuesta a las preocupaciones de agricultores y ganaderos

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha apelado hoy a la responsabilidad de las comunidades autónomas para que, en el ámbito de sus propias competencias, se impliquen en la adopción de medidas que den respuesta a las preocupaciones de los agricultores y ganaderos, en coordinación con el Gobierno y de acuerdo a las decisiones sobre flexibilización de la Política Agraria Común (PAC) que adopte la Unión Europea (UE).

Luis Planas ha presidido hoy, por videoconferencia, la reunión del Consejo Consultivo de Política Agrícola Común para Asuntos Comunitarios preparatorio del Consejo de Ministros de la UE que se celebrará el próximo lunes, día 26, en la que ha pedido a las comunidades autónomas “colaboración y apoyo” para la aplicación de las 18 medidas comprometidas por el Gobierno en la última reunión con las organizaciones agrarias y para que arbitren también iniciativas complementarias.

El encuentro ministerial del 26 de febrero tiene como punto clave del orden del día la “necesidad de respuestas rápidas y estructurales a la situación de crisis actual en el sector agrario”. España ya ha enviado a la Presidencia de turno del Consejo de la UE, así como al comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Janusz Wojciechowski, las propuestas del Gobierno español y que ha pasado a detallar a los consejeros y consejeras del ramo.

“En esto, como en todo lo que es la administración de los gobiernos [central y autonómicos] deberíamos caminar todos unidos sea cual sea el color político si realmente queremos responder a los problemas”, ha asegurado el ministro. Planas ha recordado que el artículo 148 de la Constitución Española establece que las comunidades autónomas “podrán asumir competencias en la agricultura y ganadería, de acuerdo con la ordenación general de la economía”. 

Ha señalado que las comunidades autónomas “tienen mucho que decir y que hacer” en cuestiones que ahora mismo están encima de la mesa por la reivindicación de los agricultores, algunas de ellas muy sencillas. Así, se ha referido por ejemplo a mejorar la planificación y la coordinación de las inspecciones para que una misma explotación agraria no reciba más de una en un año.

También ha mencionado la conveniencia de coordinar las convocatorias de ayudas a la primera instalación de jóvenes agricultores y ganaderos que se realizan a través de las comunidades autónomas para que se efectúen todos los años en un plazo predeterminado y dar así mayor certidumbre.

SECTORIAL ESPECÍFICA PARA ABORDAR INCORPORACIÓN DE JÓVENES

En esta línea ha citado las ayudas para fomentar la incorporación de jóvenes a las actividades agrícolas y ganaderos, asunto que es uno de los principales retos actuales del sector, y sobre el que el ministro ha recordado su compromiso de convocar a las comunidades autónomas a una Conferencia Sectorial extraordinaria específica para abordarlo y coordinar actuaciones.

El ministro, que ha explicado a los consejeros autonómicos las peticiones de simplificación de la PAC que España va a plantear en el Consejo de Ministros de Agricultura del próximo lunes y las 18 medidas presentadas a las organizaciones profesionales agrarias el jueves, ha recordado que en su desarrollo también tienen una responsabilidad importante las comunidades autónomas.

Planas ha pedido también a las comunidades autónomas apoyo pada dar asesoramiento e información a agricultores y ganaderos sobre el cuaderno digital de explotación. La voluntariedad de su aplicación es una de las medidas comprometidas por el ministro en su última reunión con las organizaciones profesionales agrarias, el pasado día 15. 

También ha sugerido que las comunidades autónomas que, ante las actuales circunstancias de aumento de la siniestralidad como consecuencia del cambio climático, las comunidades autónomas refuercen su apoyo a la contratación de pólizas de seguro y que refuerce el que ya presta el Gobierno, que este año destinará a esta línea de ayudas 284,5 millones de euros.

Con respecto a la aplicación de la ley de la cadena, el ministro ha recordado a las comunidades autónomas la necesidad de su implicación en la labor de inspección y control que les atribuye la ley, en el marco del comité de gestión creado con la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA). Esta labor, ha reiterado, será fundamental para mejorar la aplicación de la ley y más aún ante la próxima conversión de este organismo en agencia estatal.

PROPUESTAS DE SIMPLIFICACIÓN DE LA PAC

España aboga, con las medidas propuestas, por simplificar la carga administrativa de agricultores y ganaderos. Entre ellas, además de solicitar la derogación para 2024 de la rotación de cultivos, así como la eliminación de la obligación de dejar superficies no productivas, el ministro propone eliminar la exigencia de la foto georreferenciada en la declaración de la PAC.

España propondrá ampliar el catálogo de ecorregímenes para tener en cuenta a las zonas especialmente áridas y que el cuaderno digital sea voluntario.

Además, el ministro Planas insistirá en cambios a corto plazo en la condicionalidad reforzada, en introducir flexibilidades en los planes estratégicos, en incidir en que las cláusulas espejo tengan mayor reflejo en la normativa comunitaria para evitar la competencia desleal de terceros países y revisar la directiva de prácticas comerciales desleales, entre otros.

La provincia de Jaén reconvierte cada año  unas 8.000 hectáreas de olivar tradicional en intensivo

La provincia de Jaén reconvierte cada año unas 8.000 hectáreas de olivar tradicional en intensivo y, en menor medida, en superintensivo, según ha dicho hoy el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero, en la Jornada sobre la pérdida de competitividad en el sector del olivar de difícil mecanización.

Una jornada en la que han participado expertos que han profundizado en asuntos como las estrategias para una oleicultura jiennense más competitiva: intensificación, impartida por el presidente del CES de la provincia de Jaén, Manuel Parras; la pérdida de competitividad en esta tipología de olivar a cargo del economista Rafael Peralta; las implicaciones para la inminente transformación de la olivicultura jiennense a cargo del consultor Juan Vilar, mientras que Rafael López Uceda, de IADA Inenieros, ha abordado la innovación de la agroindustria, paso obligado tras la transformación de la olivicultura. Una jornada, organizada por la comisión de Agricultura del CES de la provincia de Jaén, que ha finalizado con una mesa redonda en la que han participado todos los expertos mencionados y con las conclusiones del encuentro.  

Manuel Parras ha aludido a la competitividad del olivar centrada en la intensificación, sus tipos, ventajas y la transformación del olivar cuando sea factible, al tiempo que también ha recalcado como dificultad el escaso tamaño de las explotaciones en la provincia de Jaén, cuantificadas en una medida de 0,6 hectáreas.

Por su parte, Luis Carlos Valero ha alertado sobre la cantidad de dinero que se está dejando de ganar por falta de competitividad, por lo que ha abogado por la necesidad de llevar a la práctica la reconversión del olivar tradicional donde sea posible con el fin de que sea competitivo, y ha alertado sobre la amenaza que se cierne sobre esta tipología por cuanto el 45 por ciento del aceite de oliva que se produce a nivel mundial procede de olivar mecanizable.

Por su parte, la delegada de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Soledad Aranda, ha abogado por la rentabilidad del olivar y por su modernización para que sea más competitivo. Mientras, el diputado provincial de Agricultura, Javier Perales, ha apelado porque la provincia de Jaén asuma otros retos con el fin de buscar la competitividad en el olivar para que sea punta de lanza, sin olvidar al olivar tradicional que no sea susceptible de reconversión.

La DOP Sierra de Cazorla destaca que febrero es un mes propicio para el abonado y el cuidado de la salud del suelo del olivar

La Denominación de Origen Protegida (DOP) Sierra de Cazorla destaca que el mes de febrero es propicio para el abonado y el cuidado de la salud del suelo del olivar. En el mes de febrero el olivo continúa en parada vegetativa, pero las condiciones van cambiando, ya que las temperaturas son otras, los días se alargan, las horas de luz que recibe la planta aumentan y los rayos de sol se dirigen más perpendicularmente. La planta comienza a “calentar motores” para reactivar su metabolismo.

Durante este mes puede continuar la poda, pero además hay que atender a otros factores importantes, como es el aprovechamiento de los restos de poda para intentar devolver al campo lo que nos ha dado en cuanto a materia orgánica y materias vegetales.

Es necesario triturar los restos de poda. Las ramas que se han podado se colocan en una de las calles de la parcela y, con la trituradora del tractor, esos restos grandes, de ramas largas, se pican y se depositan en las calles de nuestras parcelas, para así propiciar la asimilación por la propia tierra, consiguiendo de esta forma que los restos de la poda sean una fuente de materia orgánica para nuestros suelos.

Es una manera natural de ir regenerando uno de los aspectos más importantes de las parcelas: la materia orgánica que forma parte del suelo y que es fundamental para mantener las condiciones óptimas del suelo como un ente vivo, fuente de las materias primas necesarias para el futuro desarrollo óptimo de nuestros olivares.

Ecosistema sostenible de ayuda al olivar

Esta materia orgánica es fundamental y decisiva para mantener una buena estructura del suelo; un suelo rico en materia orgánica es capaz de captar mayor cantidad de agua y mantenerla cuando llueve, además de propiciar el desarrollo microbiológico del suelo y lograr que muchos de los organismos beneficiosos para el cultivo se instalen en el suelo. Son nutrientes para el futuro de la planta.

Además, es muy importante destacar que las cubiertas vegetales que ya hemos instalado con anterioridad en nuestra parcela, no solo tienen su razón de ser para establecer un ecosistema de ayuda al olivar, sino que también son sumideros de CO2, ya que la masa vegetal de las cubiertas elimina CO2 de la atmósfera y lo transforma en materia orgánica, además de la que aporta los restos de la poda.

Por lo tanto, hablamos de una práctica sostenible y que contribuye a mantener vivos y fértiles nuestros suelos, a la eliminación del CO2 y al respeto medioambiental, según se destaca desde la DO Sierra de Cazorla.

Necesidad de lluvias

Respecto a la climatología, las últimas lluvias acaecidas en este mes de febrero han sido muy beneficiosas, ya que con la humedad en el suelo la planta se activa más rápidamente.

De hecho, las lluvias que más recargan los acuíferos de las parcelas son las del otoño y el invierno, ya que no hay una excesiva evaporación (las temperaturas son más bajas) y la actividad de las plantas es muy baja, consumiendo muy poca agua, lo que provoca la recarga del agua disponible para las plantas en nuestras parcelas y sus suelos, para cuando nuestros olivares se reactiven después de la parada vegetativa invernal.

Abonado

En febrero también es el momento de aplicar abono a la planta. Este proceso es muy importante, porque si además las condiciones ayudan con la lluvia, provoca que la planta cuando se reactive tenga esa “gasolina” necesaria para funcionar a buen ritmo, gracias al abono y a las lluvias.

El abono se clasifica en lento o rápido, atendiendo a su fórmula de composición y a la forma en que la planta lo toma. El abono lento tarda más en llegar a la planta y la forma en que la planta lo toma no es directamente cuando se aplica, sino que este abono tiene que transformarse primero en el suelo a formas directamente absorbibles por la planta en sus raíces.

Por el contrario, el rápido, una vez aplicado, es absorbido directamente por la planta en sus raíces. Por eso este abono debe aplicarse cuando la planta está activa y el lento debe aplicarse cuando aún queda tiempo para que la planta se active completamente.

Son parámetros fundamentales que deben tenerse en cuenta durante el mes de febrero, a las puertas de la primavera y cuando el olivo está más cerca de “despertar”, para que cuando lo haga, tenga el mayor número de recursos a su disposición, pudiendo de esta forma estar en disposición de realizar un trabajo óptimo que desembocará al final en la obtención de un producto excepcional.

El subdelegado resalta tras la reunión con COAG-Jaén el “respaldo firme” del Gobierno al sector agrario con “medidas sobre las que seguir trabajando”

El subdelegado del Gobierno de España en Jaén, Manuel Fernández, ha trasladado el “respaldo firme” del Ejecutivo al sector agrario y ganadero tras la reunión mantenida con COAG Jaén, a quienes les ha transmitido las medidas que el Gobierno de España tiene previsto poner en marcha para dar respuesta a las inquietudes de los agricultores y ganaderos. “Son medidas fruto del trabajo y del diálogo con las organizaciones profesionales sobre las que hay que seguir trabajando y profundizando”, ha subrayado.

En este encuentro, al que han acudido el secretario general COAG en Jaén y responsable del Olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, y el secretario de Organización, Francisco Elvira, el subdelegado ha recordado las 18 medidas anunciadas la pasada semana por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en una reunión con las organizaciones agrarias que afectan a competencias de la Unión Europea -las relativas a las PAC y a los acuerdos comerciales con terceros países-, al Gobierno y a las comunidades autónomas.

Se trata de 18 medidas que se articulan en torno a siete bloques entre los que se encuentran el refuerzo en la aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria, la simplificación de la normativa sobre Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM) de la PolíticaAgraria Comunitaria (PAC), cuestiones comerciales en las que el Gobierno se compromete a defender a España en todos los foros internacionales, y enparticular en la Unión Europea y la Organización Mundial del Comercio delprincipio de reciprocidad.

El subdelegado del Gobierno ha destacado que estas propuestas del Gobierno de España son “fruto del trabajo y diálogo” para responder a los agricultores y ganaderos y ha recordado que, esta semana,el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación continuaráel trabajo técnico con lasorganizaciones agrarias para avanzar en la definición de las medidas.

Además, el Gobierno reforzará el apoyo a la contratación de seguros agrarios, con una línea de ayudas que en 2024 asciende a un total de 284,5 millones de euros, así como a realizar las aportaciones necesarias para adaptar las diferentes líneas a las nuevas circunstancias climáticas. También se mantiene la reducción en el impuesto de hidrocarburos para el gasóleo de uso agrícola, con un tipo de 3,3 céntimos por litro, frente al general de37,9 céntimos por litro e iniciativas para fomentar el relevo generacional.

Andalucía traslada en Bruselas la necesidad de una flexibilización para recuperar el potencial productivo a más agricultores y ganaderos

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha mantenido una reunión este lunes en Bruselas con Mihail Dumitru, de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural, y con otros representantes de la DG Agri, para abordar la situación de los agricultores y ganaderos que, como ha explicado Crespo, “han visto lastrada su rentabilidad como consecuencia de la guerra en Ucrania y la sequía”.

La consejera ha puesto en valor las actuaciones puestas en marcha por el Gobierno de Andalucía para paliar la situación de los agricultores y ganaderos de la comunidad autónoma, entre ellas la reciente aprobación en el Parlamento Andaluz del IV Decreto de Sequía, con el que se rozan los 518 millones de euros en infraestructuras y actuaciones exclusivas para paliar los efectos del déficit de precipitaciones. En este sentido, Crespo ha subrayado una de las medidas que contempla, como es la aprobación de 50 millones de euros para la recuperación del potencial productivo del sector agrario. La consejera ha pedido a la DG Agri comunitaria “una flexibilización de esa medida, que nos permita penetrar y llegar a un mayor número de agricultores y ganaderos”. En este sentido, la consejera de Agricultura ha mostrado su “satisfacción” por haber conseguido de Bruselas “que estudie esa mayor flexibilización para poder llegar a más beneficiarios”.

Crespo ha resaltado, por otra parte, la importancia de que se aprueben cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países “para que nuestros productores no jueguen en desventaja con sus competidores”, a la par que ha recalcado que “Andalucía es clave para garantizar la soberanía y suficiencia alimentarias para Europa”.

Un invierno caliente para la tercera peor campaña del XXI, con un aforo que vuelve a acertar, pese al rendimiento de récord por mínimos históricos (*Opinión de Asensio López)

La recolección de la aceituna de esta campaña oleícola 2023-2024 ha finalizado. Ya es historia. Ahora toca hacer balance y prepararse para la próxima cosecha, confiando que las lluvias sean generosas y las olas de calor den una tregua y las temperaturas sean las propias de cada estación con el fin de favorecer el proceso de conformación y desarrollo vegetativo del olivo y de su fruto para que no se cumpla esa máxima que sentencia que no hay dos sin tres. Eso sería la puntilla. Veremos este miércoles qué previsión hay en materia de regadío en el pleno de la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Hemos cerrado la recolección con un invierno caliente, con el sector movilizado y echado al asfalto para demandar mejoras y soluciones a sus reivindicaciones, para las que el ministro de Agricultura ha movido ficha de manera rápida presentando un paquete de medidas con las que pretende poner remedio a gran parte de sus exigencias y preocupaciones. Otras administraciones, en cambio, parecen estar más pendientes de la puesta en escena y de exigir al contrario soluciones. Podrían empezar por dejar la confrontación y así se ganaría en credibilidad. Y pese a los avances que se reconocen, el sector productor entiende que aún hay recorrido negociador por delante para su concreción, por lo que mantienen su calendario de protestas.

Nos encontramos desde hace unos años en un escenario de fuertes turbulencias en el campo motivadas, fundamentalmente, por el incremento de los costes y por la emergencia y la crisis climática, que han traído fenómenos meteorológicos muy adversos, como la prolongada falta de lluvias y las reiteradas olas de calor, que han diezmado las dos últimas cosechas, con lo que esta circunstancia de escasa oferta tiene de efecto dominó: precios en máximos históricos, el peor rendimiento medio de la historia, impacto negativo en el consumo y su trasvase, primero por cambio de hábitos y luego por sustitución, a otras grasas, sin obviar el deterioro que puede repercutir en el buen trabajo de promoción que se ha hecho, en la apertura de nuevos mercados y en la consolidación de los emergentes, por no hablar de su descenso en los principales países productores.

Esta tercera peor cosecha del siglo XXI, tras la pasada 2022-2023 y la 2012-2013, estará una vez que se compute el dato de producción de febrero y los ajustes finales de campaña en el entorno de las 800.000 toneladas de aceites de oliva en España (el Ministerio pronosticó 765.000, el año pasado hubo 665.000). Igualmente, estará en el ámbito de lo augurado por el avance de cosecha (aforo) de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, comunidad en la que se situará en la órbita de lo aforado: 550.000 toneladas (la producción en la campaña anterior fue de 513.000), mientras que en la provincia de Jaén, el territorio más productor del mundo, se aproximará más o menos a las 195.000, unas 20.000 menos de lo vaticinado (215.000), con una estimación de rendimiento del 21,24 por ciento cuando finalmente estará por debajo del 18, el más bajo de la historia. Una campaña que, en cualquier caso, es ligeramente superior a la pasada, en la que se produjeron en Jaén 180.000 toneladas.

No obstante, conviene puntualizar que el avance de cosecha de la Junta sólo afora aceituna y realiza una estimación del rendimiento medio graso atendiendo a los datos de las diez últimas campañas, de las que se excluye la mayor y la peor en términos productivos en cuanto a la previsión de dicho rendimiento. Y además tiene un margen de error del más/menos del diez por ciento, unas cifras que se cumplen para la aceituna aforada y que previsiblemente estarán dentro de ese margen para la estimación pronosticada para el aceite de oliva que finalmente se produzca una vez que se computen las cifras finales.

Por eso, el aforo, a pesar de todos los pesares, volverá a acertar, por lo que hay gente que debería sacar lecciones de esta situación, morderse un poco la lengua y hacérselo mirar cuando hablan, cuando hacen sesudos análisis apriorísticos y cuando se pronuncian públicamente sin el más mínimo rigor y sin fundamento alguno, más allá de sensaciones, impresiones y de oídas. El dato es el dato y la opinión es muy libre y respetable, pero sería aconsejable emitir juicios con un mínimo sostén argumental revestido de solvencia y apoyado en las pruebas irrefutables de las cifras, más allá del olfato y de la intuición que cada cual tenga. Esto no va de adivinos ni tampoco es una ciencia exacta, va de contar con un instrumento de estimación válido y de ayuda para el sector oleícola con el fin de que sus responsables puedan tomar las mejores decisiones y diseñar las estrategias más adecuadas.

*Asensio López, director de Oleum Xauen

Una monografía del Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola concluye que la cuenca del Guadalquivir “camina de forma decidida” hacia el monocultivo olivarero

Una monografía del Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola, que elabora la Cátedra Caja Rural de Jaén José Luis García Lomas de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola de la Universidad de Jaén que dirige el profesor Manuel Parras Rosa, concluye como “una realidad incontestable” que la cuenca del Guadalquivir “camina de forma decidida” hacia el monocultivo olivarero.

La monografía, que lleva por título “El agua en la provincia de Jaén. Retos de futuro desde la sostenibilidad”, ha sido elaborada por Vicente José Gallego Simón, de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA); Encarnación Moral Pajares, Antonio Garrido Almonacid y Blas Ogáyar Fernández, de la Universidad de Jaén, y Juana Nieto Carricondo, de Olivarum Fundación Caja Rural de Jaén.

En sus conclusiones puntualiza, no obstante, que esta realidad se ve complementada con otros cultivos leñosos, como el almendro, una tendencia que corre pareja a la intensificación de las explotaciones, ya sea por arranque de plantaciones tradicionales, ya por ampliación sobre terrenos hasta entonces ocupados por otros productos más demandantes de agua, como el algodón o el arroz.

Señala, además, que el valle del Guadalquivir lleva camino de convertirse “en uno de los reservorios más importantes de olivar o almendro de producción intensiva del planeta”. En este sentido, recuerda las 100.000 hectáreas de olivar superintensivo ya plantadas allí, lo que puede albergar el cinco por ciento de la producción mundial de aceites de oliva, o que el conjunto de terrenos olivareros regados en esta zona aglutina el veinte por ciento de los aceites de oliva obtenidos en el mundo.

La monografía alude a que “el agua es vida”, por lo que considera a este elemento “de primer orden, fundamental para la fijación de población en el valle del Guadalquivi”r, por lo que pide a la Administración en materia hídrica que tenga en cuenta esta circunstancia, al tiempo que insta al sector agrario a concienciarse de la necesidad de ser sostenible, un extremo que ha de pasar por el incremento de la eficiencia del regadío a través de “una constante inversión en la mejora de las infraestructuras capaces de ser cada vez más eficientes en el uso del agua”. Además, recalcan que el olivar es un cultivo que genera “un valor añadido indudable y supone, en muchas ocasiones una formidable red de seguridad para las economías rurales de la Andalucía interior”.

Sin embargo, se advierte de los riesgos de carácter ambiental a los que debe enfrentarse el olivar andaluz y jiennense en los próximos años, riesgos derivados de la “sobreexplotación de recursos hídricos en una cuenca claramente deficitaria; de la generalización de métodos de producción más intensivos en el uso de inputs y en donde la dependencia energética cada vez es mayor, de la contaminación y deterioro en la calidad del agua y la tierra, soportes imprescindibles para el desarrollo de la actividad agraria; o la pérdida de jornales derivada de la mecanización integral del proceso de recolección de la aceituna, algo consustancial a las formas hiperintensivas de producción “.

Alerta, igualmente, que caminamos hacia unos modelos marcados por la gradual desaparición del componente familiar en la gestión de la explotación, proceso que corre paralelo a la necesidad de una mayor profesionalización en dicha gestión, según asegura la monografía. En este contexto, la mayor productividad del olivar de regadío frente al de secano plantea como necesidad el tratamiento adecuado de los efluentes hídricos urbanos de la provincia jiennense y su reutilización en el riego agrícola.

Plantea, además, que desde el punto de vista de la calidad de agua de los regadíos “es necesario crear un observatorio permanente de la calidad de las aguas empleadas en el riego en relación con los contaminantes conocidos, así como de los emergentes y los derivados de ambos”. Y añade: “En relación con las EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales), hay que revisar la capacidad de estas plantas para eliminar el volumen y variedad de contaminantes emergentes y evaluar la situación de cada punto emisor y de cada cuenca”.

Aboga, por otra parte, por incrementar la investigación destinada a diseñar métodos analíticos para la detección y valoración de los contaminantes emergentes y sus derivados, desarrollando estudios ambientales, de biodisponibilidad, de degradación y de toxicidad, “y los laboratorios que dan servicio en materia de analítica de agua necesitarán adaptarse en cuanto a medios y técnicas para la detección de los contaminantes emergentes, además de los habituales, ya que la detección de muchos de ellos requiere de medios técnicos, a menudo muy sofisticados y costosos”.

Finalmente, desde el punto de vista energético, los autores de la monografía apuestan por la intensificación de la colaboración entre la Universidad de Jaén, distintas administraciones, como la Junta y la Diputación Provincial, y organizaciones representativas de los sectores agrarios y agroalimentarios a escala provincial implicados para que cooperen en la elaboración de un plan de actuación para el estudio y la creación en muchos lugares de nuestra provincia, “allí donde se pueda dar esa complementariedad de usos en almazaras y comunidades de riego, de comunidades energéticas a partir de la explotación de energías renovables”, concluye.