La Cata-Concurso Jaén Selección 2023, que ya han logrado 43 marcas de AOVE, alcanza este año su edición número 18

La Cata-Concurso Jaén Selección 2023, que organiza desde el año 2006 la Diputación Provincial para elegir a los ocho mejores aceites de oliva virgen extra de cada campaña (siete de producción convencional y uno ecológico), alcanza ya en este año su edición número 18 de una convocatoria en la que los ganadores se convierten por méritos propios en embajadores de la provincia jiennense. en ferias de muestras y eventos de diversa índole.

Este sello de calidad, que es principalmente la gran cita de los frutados, potentes y equilibrados AOVEs de la variedad picual, está a falta de que se ultime y publiquen las bases de la convocatoria, cuyo fallo tiene lugar en diciembre después de dos jornadas bajo el sistema de cata ciega.

El distintivo Jaén Selección, cuyo embrión fue en 2003 y la cata-concurso comenzó su desarrollo formal en 2006, tiene como objetivo fomentar la promoción, la comercialización y el consumo de los aceites de oliva virgen extra producidos en la provincia de Jaén y también con el fin de estimular a los productores a obtener zumos de aceituna fresca de calidad.  

En la edición de 2022 se batió el récord de participación al concurrir 77 aceites de oliva virgen extra, 13 más que en la pasada de 2021 de este certamen conocido también como “Los Óscar del  Aceite de la provincia de Jaén” o “Los ocho magníficos”.

Las mujeres reciben menos de la tercera parte de las ayudas directas y de desarrollo rural de la PAC

El reparto de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) en España aún se caracteriza por una importante brecha de género, con un 72,74 % de las mismas destinadas a hombres, si bien el informe del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) del año 2020 muestra una ligera tendencia a la reducción en los últimos años. Conseguir una mayor igualdad forma parte de los objetivos estratégicos del Plan Estratégico Nacional para la aplicación de la Política Agraria Común (PAC) en el período 2023-2027.

La perspectiva de género será una cuestión fundamental en el nuevo plan estratégico, cuya aprobación por parte de la Comisión Europea está previsto que se produzca en las próximas semanas. El plan establece una serie de intervenciones que atenderán las necesidades de las mujeres y de los jóvenes para lograr un crecimiento justo, inteligente, sostenible e integrador de la actividad agraria en el medio rural.

Aunque entre 2012 y 2020 se ha reducido en un 2 %, la diferencia entre el número de hombres y mujeres perceptores de ayudas directas de la PAC, el informe muestra que éstas reciben un importe total muy inferior al de los hombres.

Así, en el año 2020 las mujeres solo alcanzaron el 27,26 % del total de las ayudas directas abonadas a personas físicas si bien suponen un 37,36% del número total de beneficiarios. En el caso de las ayudas del segundo pilar de la PAC, las destinadas al desarrollo rural, las féminas recibieron el 26,65 % de los importes, cuando son el 31,08% del número total de las personas físicas beneficiarias.

Los datos están contenidos en el informe “Ayudas Directas y Desarrollo Rural: Análisis de la edad y el sexo de los perceptores a nivel nacional y por comunidades autónomas 2020” del FEGA, que se acaba de publicar.

Según este informe, se ha producido también un ligero incremento de los importes de ayudas directas que tienen como destino los agricultores jóvenes, menores de 40 años, que han pasado del 14 % en 2017 al 14,82 % en 2020. Así, estas ayudas directas supusieron el pago de un total de 527 millones de euros a 52.797 beneficiarios menores de 40 años, que además recibieron 213 millones de euros en ayudas al desarrollo rural.

El paulatino avance de jóvenes y mujeres como perceptores de ayudas que refleja el estudio confirma la importancia de las medidas tomadas en estos ámbitos en España en el marco de la PAC, cuestión en la que profundizará el nuevo periodo 2023-2027.  

MEDIDAS EN EL PLAN ESTRATEGICO 2023-2027

A iniciativa de España la nueva PAC ha incorporado el enfoque de género, que pasa a ser parte de uno de los objetivos específicos de esta política europea, dada la situación actual de desigualdad entre hombres y mujeres en el medio rural (desfeminización de la población, brecha de género, menor tasa de empleo de mujeres).

El plan estratégico presentado por España a la Comisión Europea incluye las siguientes medidas de apoyo a jóvenes y mujeres:

  • Un enfoque estratégico e integrado del relevo generacional que garantiza la coherencia entre las diferentes medidas de la PAC. Ejemplo de ello es la nueva definición de jóvenes agricultores y agricultoras, única para todas las ayudas, lo que favorece la simplificación y reducción de la burocracia.
  •   Un presupuesto adecuado para jóvenes en este periodo, con una dotación específica de 220 millones de euros anuales exclusivamente para incentivos al relevo generacional. Además, los jóvenes agricultores se podrán beneficiar del resto de ayudas.
  •   Priorizar a los y las jóvenes recién instalados en la actividad agraria en la asignación de derechos de pago de la reserva nacional de la ayuda básica a la renta para la sostenibilidad.
  •   De manera concreta para la mujer, en el pago complementario para jóvenes del primer pilar de la PAC, que en el nuevo periodo supondrá el abono de más de 96 millones de euros anuales, en caso de que la beneficiaria del mismo sea una mujer joven, el importe se incrementará en un 15%.

En el análisis del FEGA difundido se recoge la información sobre la distribución por sexo y edad de las ayudas directas a la renta de los agricultores abonadas a personas físicas a través del fondo FEAGA, así como aquellas provenientes de los programas de desarrollo rural del fondo FEADER, a nivel nacional y por comunidades autónomas.

Interóleo prevé una merma de cosecha de más del cincuenta por ciento respecto a la pasada campaña

El gerente del Grupo Interóleo, Esteban Momblán, prevé a día de hoy que habrá una merma de más del cincuenta por ciento de cosecha de aceites de oliva en la venidera campaña oleícola 2022-2023 respecto a la actual, en la que se han obtenido en España 1.488.000 toneladas de aceites de oliva, 500.000 de las cuales producidas en la provincia de Jaén. Con todas las reservas y la debida cautela en las cifras, Momblán tiene claro que la cosecha próxima será corta y baja y como siempre estará condicionada por la evolución de la meteorología y supeditada a según qué zonas.

No oculta que la situación es preocupante, principalmente porque la pluviometría ha sido un treinta por ciento menos que en la del pasado año hidrológico y con los embalses en torno a un cuarto de su capacidad, lo que ha influido en que se haya agravado el estado de estrés hídrico que padece el olivar desde hace varias campañas.

“Únicamente un otoño temprano en temperaturas y lluvias podría ayudar a no estar ante una campaña desastrosa. Habrá que ver también cuánto aportan las nuevas plantaciones, a ritmo de 20.000 hectáreas nuevas cada año, pero sin ninguna duda las disponibilidades serán muy inferiores a las de la presente campaña”, alerta. Y avisa de otra variante: “Todo dependerá, además, de cómo evolucione el consumo ante los nuevos precios”. 

Ocho profesionales de Agricultura aforarán 126 parcelas de olivar a partir del 1 de septiembre para hacer la estimación de cosecha de aceite de oliva de la campaña 2022-2023

La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía adelanta por segundo año consecutivo los trabajos del aforo para estimar la cosecha de aceituna y de aceite de oliva para la próxima campaña oleícola 2022-2023. Y eso ante unas expectativas de producción muy a la baja por cuanto se prevé, por las adversas condiciones meteorológicas que han agudizado el estrés hídrico del olivar, que la venidera sea sensiblemente inferior a la actual, en la que se han obtenido 500.000 toneladas de aceite de oliva, aunque se llegaron a estimar 480.000 en la provincia de Jaén, el territorio más productor del mundo.  

Dicho adelanto de varias semanas viene motivado por el hecho de que las comunidades autónomas deben enviar al Ministerio de Agricultura sus previsiones de cosecha antes de que acabe la campaña (30 de septiembre) ante el cambio que se produjo el pasado año tras la aprobación del real decreto que desarrolla la aplicación del artículo 167 bis de la Organización Común de los Mercados Agrarios (OCMA) de la Unión Europea para fijar los requisitos y el contenido de una norma de comercialización para el sector del aceite de oliva 

De esta manera, los trabajos del aforo de la Delegación Territorial de Agricultura de la Junta de Andalucía en Jaén, que pronostica con rigor y solvencia la estimación de cosecha de aceituna y de aceite de oliva de la venidera campaña oleícola, comenzarán el 1 de septiembre cuando lo habitual antes es que se iniciaran en la segunda quincena de septiembre.

Son ocho profesionales, repartidos en cuatro equipos de dos personas cada uno, los que efectúan el avance de cosecha que se pronostica para la inminente campaña, que se podría catalogar, a falta de la evolución de la meteorología, como baja debido a la falta de lluvias, a las altas temperaturas y al carácter vecero del cultivo del olivar, circunstancias que han tenido una incidencia negativa en el cuajado del fruto tras un adverso proceso de floración y polinización.

Los trabajos del aforo comienzan con una puesta en común para analizar la metodología del mismo por parte de los técnicos que realizan dicha tarea, en la que se tiene en cuenta también diferentes fuentes, metodologías y el rendimiento medio graso de las últimas campañas para su validación y contraste a la hora de la estimación final.

Dichos trabajos continúan durante tres semanas, periodo en el que se aforan 126 parcelas de olivos de la provincia de Jaén, las mismas que se han calculado en los años precedentes y bajo el mismo esquema de trabajo. Y finalmente habrá una cuarta semana para ajustar datos y extraer conclusiones, para definitivamente presentar públicamente a finales de septiembre la estimación final al sector oleícola y a los medios de comunicación, un acto que tradicionalmente tenía lugar en los últimos días del mes de octubre.

El valor de las figuras de calidad agroalimentaria de Andalucía sube en dos años un 17% hasta alcanzar los 552 millones de euros

El valor económico de las figuras de calidad en Andalucía en 2021 cerró con una estimación del orden de los 552 millones de euros, lo que supone un incremento en dos años del 17% según los datos recogidos por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Son las denominaciones de origen protegidas (DOP) de aceite de oliva, con 204 millones de euros y las DOP conjuntamente con las identificaciones geográficas protegidas (IGP) del vino, con 170 millones de euros, las que acaparan el mayor porcentaje de ese valor económico, suponiendo ambos sectores el 68% del total.

Para la consejera, Carmen Crespo, “estos datos ponen de manifiesto la apuesta de la CXomunidad por la calidad diferenciada, no ya solo en el número de denominaciones, sino en la importancia económica que éstas adquieren”. Crespo ha querido recordar que estas figuras “son de una singular importancia en los mercados más exigentes ya que permiten que el consumidor identifique una diferenciación de los productos que avalan”. En este sentido ha recordado que al amparar a los productos “se facilita información adicional sobre el cumplimiento de normas que van más allá de las exigencias obligatorias de calidad comercial o estándar”.

Andalucía es una de las regiones con mayor número de figuras de calidad de la Unión Europea con 67. Estas pueden estar vinculadas a su origen geográfico, derivados del método utilizado para su producción o la elaboración o relacionados con el respeto al medio ambiente, entre otros. Las DOPs e IGPs designan alimentos cuya calidad, características o reputación esta vinculada a un origen geográfico concreto.

En la actualidad la comunidad cuenta con 29 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) de las que 12 pertenecen al sector del aceite de oliva, 8 a vinos, 3 a vinagres, 2 a jamones y paletas, una al sector de frutas y hortalizas y 3 a otros productos. En cuanto a Identificaciones Geográficas Protegidas (IGP) en la actualidad hay 33 de los que 16 pertenecen al sector del vino, 5 al del pan y la repostería, 4 a productos pesqueros, 3 a jamones, paletas y carnes, 2 a frutas y hortalizas, 2 a aceitunas y otros 2 a otros productos. En los casos del Jamón de Jabugo y el Cordero Segureño, se tratan de DOP e IGP respectivamente de ámbito suprautonómico.

Finalmente en Andalucía existen tres Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG), de jamón serrano, tortas de aceite de Castilleja de la Cuesta y leche certificada de granja. Las ETG amparan alimentos con características específicas derivadas del método de elaboración, así como la Producción Ecológica y la Producción Integrada, menciones que se refieren al empleo de un sistema de producción respetuoso con el medio ambiente para la obtención de los alimentos amparados.

De otro lado, hay dos Indicaciones Geográficas (IG) para el Brandy de Jerez y el Vino de Naranja del Condado de Huelva. Las IG obedecen al reconocimiento específico de la calidad diferenciada que realiza la Unión Europea mediante una reglamentación comunitaria para las bebidas espirituosas.

Pendientes de la meteorología, con posible récord de comercialización y con una escalada continuada y sostenida de las cotizaciones que ojalá no retraiga el consumo  (*opinión de Asensio López)

Esta campaña oleícola 2021-2022 a la que le queda poco más de un mes para su finalización sigue muy pendiente de la meteorología, de la excelente comercialización que podría batir el récord de ventas de aceites de oliva, así como de la escalada continuada y sostenida en las cotizaciones en el mercado de origen. Y eso junto con el elevado incremento de buena parte de los costes de producción, circunstancia que tiene su reflejo en el mercado de destino en el que ojalá los consumidores sean fieles a la grasa vegetal más saludable y su precio no haga mella ni retraiga su consumo.

Y con estos antecedentes afrontaremos la inminente y venidera campaña oleícola 2022-2023, cuya situación es preocupante por esta prolongada falta de lluvias y elevadas temperaturas que han agravado la situación de estrés hídrico del olivar, lo que repercutirá de manera importante en la producción final de cosecha de aceituna, con el consecuentemente menoscabo de aceites de oliva. Esta coyuntura adquiere tintes de cierto dramatismo para la provincia de Jaén por la pérdida de renta que habría que compensar de alguna manera con un plan especial o con ayudas específicas que alivien y contrarresten esta delicada situación.

Junto a todo ello habrá que ver las tensiones de precios que se produzcan por una oferta muy inferior a la demanda, lo cual no es una buena noticia por cuanto puede desincentivar el consumo de aceites de oliva y motivar cierto trasvase de los consumidores hacia otras grasas vegetales mucho más asequibles en su cotización. Lo ideal ante esta situación sería que el mercado se estabilizase y que haya equilibrio entre volumen y valor, que no es lo mismo, por lo que sería oportuna su armonización para el beneficio de todos los eslabones de la cadena, y eso siendo conscientes de las dificultades en un mercado que se rige por la ley de la oferta y de la demanda en un cultivo permanentemente condicionado por la meteorología y para el que no existen varitas mágicas para sacar conejos de la chistera por cuanto no se puede programar su producción.   

*Asensio López, director de Oleum Xauen

La superficie de cultivo se mantuvo estable en 2021, con ligeras subidas de los herbáceos y leñosos y del olivar en la categoría destinada a almazara

La superficie de cultivo en España se mantuvo sin apenas variación en 2021, con un aumento progresivo de los cultivos leñosos (0,84 %) y los prados y pastos (0,86%) en detrimento de la tierra arable (-0,73%), según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo de España (Esyrce), publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cuyos datos muestran una marcada estabilidad.

Esta encuesta se basa en una investigación en campo, en la que se toma desde 1990 información directamente a pie de parcela en una muestra georreferenciada del territorio nacional en los meses de mayo a septiembre. Según los resultados de 2021 se aprecia, dentro de las tierras arables, una ligera subida de la superficie de cultivos herbáceos (1,41%), frente a un descenso de las tierras dedicadas a barbechos (-6,61%). El incremento reflejado por la encuesta en cultivos leñosos se debe a la expansión de almendro y pistacho, seguidos, en menor medida, por aguacate, mango y frambueso. Los frutales cítricos experimentaron un incremento muy leve y el olivar creció en la categoría destinada a almazara.

Por el contrario, descendió la superficie dedicada al cultivo de tubérculos, especies forrajeras e industriales.

En la siguiente tabla se observan los resultados agregados referentes a la distribución de la superficie en los años 2020 y 2021:

Tipo de Tierra20202021
Tierra arable11.445.34611.373.086
Cultivos leñosos5.305.2735.349.622
Otras tierras de cultivo178.779179.713
Tierras de cultivo16.929.39816.902.421
Prados y pastos8.334.5248.406.374
Superficie forestal19.383.90819.430.473
Otras superficies5.949.1975.858.298
Total Sup. Geográfica50.597.02650.597.566

EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE DE TIERRAS DE CULTIVO

Las tierras de cultivo presentan una marcada estabilidad y se situaron en 2021 en 16.902.421 hectáreas, 27.977 hectáreas menos que en 2020 (-0,16%), de las que 11.373.086 (67,3%) corresponden a tierra arable, 5.349.622 (31,7%) a cultivos leñosos y 179.713 (1,1%) a otras tierras de cultivo.

Se observa un aumento de la superficie cultivada frente al descenso de las tierras de barbecho. En concreto, entre el año 2020 y el año 2021 la superficie de cultivos leñosos aumentó un 0,84 %, y la de cultivos herbáceos aumentó en un 1,41 %. El barbecho redujo un 6,61 % su superficie en el último año, mientras que las tierras cultivadas aumentaron un 1,18%.

TIERRA ARABLE

La superficie de tierra arable incluye los cultivos herbáceos y los barbechos. Las herbáceas han subido un 1,41 % su superficie. Destaca sobre todo el aumento de hortalizas que presentan cerca de un 9% más de superficie que en el año 2020. En el grupo de tubérculos, se produjo un considerable descenso (-10,16%), que en términos absolutos suponen algo más de 5.000 hectáreas de superficie menos que en el año anterior.

En el grupo de los cereales, la encuesta refleja un aumento, en su conjunto, del 1,78 %, a pesar del descenso de cultivos como el trigo duro, la cebada de dos carreras u otros cereales para grano. Esta subida se debe a la ampliación en cerca de 200.000 hectáreas de trigo blando, del aumento de superficie de triticale y, también, al auge de la superficie de quinoa. El maíz subió, y el sorgo descendió en algo más del 11 %. El arroz, sigue la tendencia de descenso de años anteriores, como consecuencia de la sequía en Andalucía y Extremadura y de las intensas lluvias en el Delta del Ebro.

En el grupo de las leguminosas, destaca el incremento de habas secas y altramuz. Le siguen los guisantes secos, las lentejas y los yeros. Algarrobas y otras leguminosas de grano, entre las que se encuentran el titarro, la almorta y el alverjón, experimentan un apreciable descenso.

En los cultivos industriales, la superficie cultivada descendió un 0,20 %. Excepcionalmente, el cultivo que más crece porcentualmente es el cártamo, al duplicar prácticamente su superficie respeto al año 2020. El cultivo con mayor superficie, el girasol, descendió un 2,45 %. Destaca también el aumento de la colza y el tomate de industria. El tabaco, a pesar del ligero descenso, mantiene su superficie en torno a la de los últimos años.

En plantas forrajeras, la superficie total baja un 2,09 % donde destaca la alfalfa, la veza y los cereales con destino forrajero. El maíz forrajero aumenta un 4,38 %. Las praderas polifitas experimentan una ligera subida del 0,56 %.

El grupo de hortalizas y flores es el que más aumenta dentro de los cultivos herbáceos, con un 8,77 % más respecto a 2020. Porcentualmente destacan los cultivos de col brócoli, (51,51 %) y guisante verde (41,96 %), seguidos del ajo, el melón y el tomate. Espárrago, pimiento y sandía descendieron ligeramente.

Por su parte, las tierras de cultivo en barbecho disminuyeron ligeramente en un 6,61 %. Cabe destacar el crecimiento paulatino en los últimos años de tierras con infraestructura de regadío que se han encontrado sin sembrar en el momento de la visita. Hay que señalar que Esyrce recoge todas las tierras de cultivo no cultivadas en el momento de la visita, independientemente de su clasificación dentro del marco de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). Pueden incluso no estar incluidas en el régimen de ayudas, sino estar simplemente a la espera de ser sembradas o incluso por cualquier causa haber sido labradas, pero sim embargo, no sembradas a lo largo de la campaña.

CULTIVOS LEÑOSOS

En el grupo de los cultivos leñosos es de destacar el progresivo aumento de prácticamente todas las especies del grupo, salvo el leve descenso del viñedo y  el algarrobo. En su conjunto, los cultivos leñosos aumentaron un 0,84 % su superficie, y destaca el incremento de los frutales no cítricos (2,56%) y, dentro de éstos, el almendro, pistacho, aguacate y mango. En el resto de los frutales no cítricos, descendieron los de pepita, melocotonero, albaricoquero y ciruelo. Entre los subtropicales, descendió el caqui; y en frutos secos, el avellano. En el grupo de los frutales cítricos, bajaron el naranjo y mandarino, mientras que el limonero ha visto crecer progresivamente su superficie en los últimos cinco años.

SUPERFICIE REGADA

El total de la superficie regada en el año 2021 se situó en 3.877.901 hectáreas y muestra cierta estabilidad, ya que apenas supone un aumento del 1,22 % respecto al año 2020 (3.831.181 hectáreas) y un 1,28 % respecto al año 2019 (3.828.747 hectáreas).

El sistema de regadío localizado (2.116.591 hectáreas, el 54,58 % del total) es el mayoritario ─especialmente en olivar, viñedo, frutales, cítricos y no cítricos- y es a su vez el más eficiente y el que más ha crecido en los últimos años (14,87 %).

Las cuatro comunidades autónomas con más superficie de regadío son Andalucía, con 1.123.547 hectáreas (28,97 % del total), seguida de Castilla-La Mancha (582.767 hectáreas, 15,03 % del total); Castilla y León (472.113 hectáreas, 12,17 %) y Aragón (420.527 hectáreas, 10,84 %).

Los cereales son el grupo de cultivo que ocupa una mayor superficie de regadío, 932.963 hectáreas (24,06 % del total), seguidos por olivar (875.531 hectáreas,  22,58 %), frutales no cítricos (409.381 hectáreas, 10,56 %) y viñedo (397.652 hectáreas, 10,25 %). Dentro de los cultivos donde el riego es mayoritario respecto a la superficie total, destacan los cítricos y hortalizas con un 93,41 % y 88,43 %, respectivamente. En lo concerniente a los cultivos leñosos más regados, el almendro ha doblado su superficie desde el año 2016.

TÉCNICAS DE MANTENIMIENTO DEL SUELO

El laboreo mínimo fue la principal técnica de mantenimiento del suelo utilizada en España en el año 2021, representando el 41,34% de la superficie total (5.339.550 hectáreas) de los cultivos investigados, seguida por la cubierta vegetal espontánea con 1.210.469 hectáreas (22,67%) y el laboreo tradicional, que supone un 15,69% de la superficie total. Finalmente se sitúan las técnicas de no laboreo (9,65%), la de sin mantenimiento (7,86%) y el resto de las cubiertas, inerte y vegetal sembrada, que representan el 2,64% de la superficie estudiada.

Las exportaciones agroalimentarias andaluzas superan su récord en valor económico con 8.141 millones de euros en el primer semestre de 2022, con protagonismo de los aceites de oliva

Las exportaciones agroalimentarias andaluzas continúan su tendencia de los últimos años con un nuevo incremento en las ventas que le llevan a superar los 8.141 millones de euros en los seis primeros meses del 2022. Esto supone un incremento del 17,1% respecto del mismo período del año anterior, lo que pone de manifiesto, para la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, “una consolidación de los productos andaluces como referentes de calidad y gracias a su competitividad”.

Los incrementos de los costes de producción son un factor a tener en cuenta en los momentos actuales, pero “incluso considerando este factor y la recuperación de precios de algunos alimentos respecto a años anteriores, resulta innegable que Andalucía ha logrado fidelizar a consumidores que se caracterizan por su alto nivel de exigencia, que buscan que el producto sea rico, sano y sostenible en sus procesos de elaboración”, ha recalcado Carmen Crespo. En cualquier caso y considerando el volumen de exportación, Andalucía ha llevado al exterior casi 4,5 millones de toneladas de productos en esos seis primeros meses del año, confirmando este volumen, que ya era alto en años anteriores.

Entre enero y junio de 2022, Almería volvió a ser la provincia más exportadora con un valor de ventas de 2.367 millones de euros correspondientes a más de 1,6 millones de toneladas de frutas y hortalizas principalmente. En lo económico, el incremento de su valor respecto de 2021 fue de un 15,4%. Mientras, de ese montante final de las exportaciones almerienses, un alto porcentaje corresponde, precisamente, al sector hortofrutícola, con 2.269 millones de euros. Este sector acumuló ventas por parte de toda la región en los primeros seis meses de 2022 por valor de 4.542 millones de euros, con un aumento porcentual del 11,3%.

Carmen Crespo ha querido reconocer el esfuerzo que se realiza por parte de los productores andaluces, y en especial por “quienes cada día ponen sus productos frescos en mercados muy distantes, y más en momentos como los actuales en que los costes del transporte se han disparado”. En cualquier caso, ha querido recalcar que “diariamente hay frutas y hortalizas de Andalucía en países como Alemania, Reino Unido, Francia o Países Bajos”.

Las ventas de aceite de oliva siguen creciendo

El valor económico de las exportaciones de aceite de oliva sigue creciendo. Andalucía ha exportado en todas las categorías de aceite de oliva 1.642 millones de euros, con un incremento del 26,8% comparado con las exportaciones de la primera mitad de 2021. Esta ha sido otra de las cuestiones de las que la consejera se ha congratulado, ya que considera que “se consolidan compradores y al mismo tiempo se aumenta en el número de mercados receptores, como se pone de manifiesto en las 475.000 toneladas que se venden en el exterior.” Destaca especialmente el incremento experimentado por Jaén en donde las exportaciones de aceite de oliva crecieron un 60,8%.

Respecto a las exportaciones agroalimentarias por provincias, todas tuvieron incrementos en el valor de sus ventas al exterior, siendo especialmente llamativo el caso de Jaén, con un incremento del 41% con respecto al mismo período de 2021, seguida de Sevilla con un 27,5% de incremento.

Sin embargo, en cuanto a la cantidad total de esas ventas sigue siendo, como se ha dicho, la provincia de Almería la que consiguió unos mayores beneficios con unas exportaciones por 2.367 millones seguida de Sevilla con 1.783 millones y Huelva con 1.321 millones de euros.

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén estima en más de 1.000 millones de euros las pérdidas en la próxima campaña de aceite de oliva en la provincia por la sequía

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén estima en más de 1.000 millones de euros las pérdidas de la próxima campaña de recolección de aceituna, respecto a la última, a causa de la extrema sequía que padece el campo jiennense. La organización prevé una producción de 230.000 toneladas frente a las 499.796 toneladas obtenidas en la campaña 2021/2022.

Si persiste la sequía los olivares de la provincia dejarán de producir 270.000 toneladas de aceite de oliva. Esto implica que, con los precios de mercado actuales del aceite de oliva, el sector dejará de percibir más de 1.000 millones de euros, cifra a las que hay que sumar la derivada de los ingresos por la venta de los subproductos del aceite, que consecuentemente también se reducirán, asegura en un comunicado.

Aunque la organización prevé una cosecha similar a la de la campaña 2014/2015, que es la más baja de la última década, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Higinio Castellano, puntualiza que el problema no se agravaría más si cesan las olas de calor y, sobre todo, si se registran copiosas precipitaciones antes de la recolección. Y aclara que la situación no es uniforme, aunque alude al estado preocupante del olivar de secano.

La incidencia de la sequía en la próxima cosecha llega, además, según indica Castellano, en un momento crítico para los productores de aceite de oliva, sumamente afectados por el alza del precio de los suministros, en especial del de los carburantes y de la energía eléctrica. De ahí que Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén demande apoyo y ayudas al sector, como la reducción de la fiscalidad de carburantes, energía eléctrica, abonos y fitosanitarios, así como la modernización de los regadíos y la exención por sequía del canon del agua para el olivar.

Fallece Francisco Montabes Vañó, el director general de Monva, un apasionado del AOVE

La familia Montabes Vañó ha comunicado hoy que en el día de ayer falleció el director general de la empresa Monva, Francisco Montabes Vañó, un apasionado del aceite de oliva virgen extra que produce el reconocido AOVE Dominus Cosecha Temprana en el cortijo Virgen de los Milagros de Mancha Real (Jaén). Ha muerto tras varios años de lucha contra la enfermedad en los que ha seguido desarrollando una gran actividad laboral. Su bondad, su entrega ejemplar y su pasión por el aceite de oliva virgen extra nos acompañarán siempre. DEP.